En las Illes Balears, la gente trabaja en verano para poder superar los inviernos. Con el aumento de la población vacunada -justamente las Islas es una de las zonas con menos población protegida-, el relajamiento de las medidas restrictivas y la apertura de las fronteras, esta región tan dependiente espera como agua de mayo la llegada de los turistas. ¿Sin embargo, llegarán de todo el mundo? De momento, no parece posible.

Meses de contención

En las Illes se ha mantenido un protocolo para contener la Covid muy rígido. Después del estado de alarma, por ejemplo, el TSJIB avaló que el toque de queda, en lugar de eliminarse, como en el resto de España, se mantuviera hasta el viernes 4 de junio, cuando  el Tribunal Supremo lo prohibió. Las restricciones sobre la restauración han sido igualmente muy firmes: también hasta el pasado viernes no estaba permitido que los restaurantes abrieran su interior durante la noche.

Entre fuertes quejas de la población, que no entendía unas medidas tan estrictas en una de las zonas de España con menos incidencia acumulada, se ha conseguido retener el virus y convertir las Islas en un destino seguro para recibir el turismo.

Dependencia del turismo nacional y alemán

Según las previsiones de la PIMEM (Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca), Balears podría recuperar un 60% del turismo del 2019, el último verano sin pandemia. Comparándolo con el año pasado, por ejemplo en julio, se redujo la llegada de turistas a las Islas en un 70%: se pasó de 2.788.719 a 830.000.

Para conseguir estas cifras, las Balears tendrán que consolidarse como destino seguro, como ya son consideradas por una mayoría de países que permiten desplazarse. Sumando los buenos datos de la región con la apertura de España al turismo europeo sin restricciones para las personas vacunadas, ya empiezan a llegar, con cuentagotas, los primeros turistas en los aeropuertos y hoteles.

La presidenta de Balears, Francina Armengol, con una mascarilla para promover el turismo en las Islas / EP

Se espera que buena parte de los visitantes provengan de Alemania. Los buenos datos de Baleares han provocado que este país considere a la comunidad autónoma un lugar seguro para viajar, a diferencia de otras regiones de España. Esta noticia fue recibida con alegría, ya que su llegada es fundamental para salvar la temporada turística, sobre todo en Mallorca, donde el año pasado, un 41% de los que fueron a la isla de vacaciones en julio lo era.

Los turistas españoles también pueden entrar en las Baleares si ya se han vacunado, han superado la Covid, pertenecen a una comunidad con menos de 60 casos de incidencia acumulada, o bien acreditan un test negativo. En su caso, el turismo nacional el año pasado fue el más numeroso en todas las islas, pero Menorca tiene una especial dependencia: en agosto del 2020, un 76% de los que veranearon venían de la península.

Pero... ¿Qué pasa con el Reino Unido?

Balears tiene una incidencia acumulada de 39 casos los últimos 14 días, la menor de toda España. La del Reino Unido se sitúa en los 97. Así y todo, el gobierno de Boris Johnson no recomienda viajar a las Illes. ¿Por qué?

Desde Londres, a principios de mayo se elaboró un semáforo por el cual los británicos se tenían que guiar a la hora de organizar sus vacaciones: los países en verde no tienen restricciones para viajar, a los países en rojo tienen prohibido descalzarse y los países en naranja se encuentran en una situación intermedia: se puede viajar pero acreditando una PCR negativa a la vuelta y haciendo una cuarentena de 10 días.

Desde entonces, España se encuentra en esta categoría, pero desde el archipiélago no entienden por qué no reciben un trato diferenciado. En un principio, desde el ministerio de Transportes británico  se tenía que valorar esta posibilidad, pero con la actualización de datos del pasado jueves 3 junio, tanto España como las Balears continuaron en naranja. Ahora, ha sido el embajador británico en España quien ha vuelto a abrir esta posibilidad, pero desde las Islas no se fían. Hasta el 28 de junio no habrá novedades.

Desde el Gobierno de las Illes Balears, su presidenta, Francina Armengol, no ha hecho nada más que repetir que su comunidad es una destinación segura para todos los turistas. A pesar de que las Illes ya no dependen tanto del mercado británico como en años anteriores, cuando era mayoritario, sobre todo para  Menorca y Eivissa, siguen siendo imprescindibles para superar otro verano a medio gas.

Imagen principal, unos turistas llegan al aeropuerto de Palma, Mallorca / EP

Datos del Gobierno de las Islas Baleares.