El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha reclamado colaboración entre la Iglesia y el Estado para dar ya una respuesta concreta a las víctimas de abusos, y anteponer su reparación "a cualquier otra diferencia ideológica o de creencia". Más de un año después de que entregara su informe sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves Gabilondo ha presentado el texto ante las Cortes. El informe se nutre de testimonios sobre los abusos sexuales y "responde a lo que las víctimas de abusos sexuales vienen requiriendo: ser escuchadas, atendidas y correspondidas". Para Gabilondo se ha roto el silencio, "aunque para las víctimas resulte de una manera tardía", y ha sido posible por el esfuerzo de ellas, de los medios de comunicación y de las personas desde distintos ámbitos han acompañado a las víctimas en sus reivindicaciones.
"Las víctimas esperan una respuesta concreta a su situación y que no se postergue", ha asegurado el defensor del pueblo, quien considera que llegado este momento "es imprescindible que, por el bien de las víctimas, Iglesia y Estado adopten compromisos conjuntos". Gabilondo ha instado al Legislativo y al Ejecutivo a implementar "cuanto antes" las recomendaciones contenidas en el informe de la institución. "Se ha de anteponer la reparación a las víctimas a cualquier otra diferencia ideológica o de creencia", ha aseverado.
Entre las 24 recomendaciones de su informe, que se dirigen "al Legislativo, al Ejecutivo, al conjunto de los poderes públicos, a la Iglesia y a la misma sociedad española", se incluyen la de celebrar un acto público de reconocimiento y reparación simbólica a las víctimas "ante el prolongado período de tiempo de desatención y de inactividad de la Iglesia y los poderes públicos, sobre todo entre 1970 y 2020", y la creación de un fondo estatal para el pago de compensaciones a favor de las víctimas.
Otras propuestas son que la Iglesia adopte "compromisos públicos" y que se cree un órgano administrativo especial encargado de que instaure un procedimiento de reconocimiento y reparación, junto a diversas reformas normativas para la aclaración y reparación. Pero también que ponga los medios necesarios para ayudar a las víctimas en el proceso de recuperación, ofreciendo tratamiento cuando lo requieran, y que las diócesis y los institutos de vida consagrada abran a los investigadores la información contenida en sus archivos.
674 víctimas registradas en el informe
A través de testimonios recabados por la Unidad de Atención a las Víctimas, Gabilondo constató en su informe un total de 674 víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica: 563 fueron hombres (el 84,19 %) y 110 mujeres (el 15,61 %). La gran mayoría tenía entre 30 y 75 años en el momento de la entrevista, siendo la franja de edad más numerosa la comprendida entre los 50 y los 65 años, con 186 víctimas, el 39 %, ha detallado el Defensor del Pueblo. Las víctimas hablan "de daños cognitivos, de daño espiritual, de dificultades en la vida afectiva y sexual y en la relación con los propios hijos, y de la repercusión que ha supuesto para el resto de la familia que, por extensión, muchas veces también han sufrido toda su vida por ello", ha expuesto. "Incluso las expectativas laborales se han visto condicionadas negativamente en muchos casos".
En su exposición, el Defensor del Pueblo se ha referido a la encuesta -encargada a GAD3- "para enmarcar las dimensiones del problema y fijar la incidencia de los abusos sexuales en cualquier ámbito de la sociedad española, además del religioso". La encuesta a 8.013 personas revela, entre otras cosas, que el 11,7 % de los entrevistados afirma haber sufrido abusos sexuales antes de cumplir 18 años; el 3,36 % manifiesta que ese abuso se produjo en el ámbito familiar; el 0,6 %, que ha sido agredido sexualmente por un sacerdote o religioso católico; y en un 1,13 % la agresión se registró en el ámbito religioso.