La tragedia de Melilla cada vez va a peor. Ahora, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (ADMH) ha denunciado que las autoridades marroquíes están excavando varias fosas para enterrar los cadáveres de los migrantes "sin investigar, sin autopsia y sin identificación." La ONG ha hablado de 21 cementerios donde la policía de Rabat tiene pensado soterrar los cuerpos sin vida muertos por la desmesurada actuación policial de la gendarmería de Marruecos y así "ocultar el desastre". La localización de las fosas está en el cementerio de Sidi Salem, en Nador, muy cerca de donde ocurrió la desgracia.

Esta misma organización ha advertido que la cifra de muertos acumulados en el depósito de cadáveres de Nador sea "muy superior" a la cifra de 37 que han podido confirmar. "Los temores resultan ser reales: esta mañana, las autoridades de Nador han preparado 21 fosas en el cementerio de Sidi Salem para enterrar en los migrantes muertos el viernes. Las autoridades buscan ocultar el desastre. Es un verdadero escándalo", ha denunciado a la ONG marroquí. También han revelado que los periodistas no pueden acceder ni al hospital ni a la morgue donde se acumulan los cuerpos, para así evitar la repercusión mediática de las imágenes. "Desde anoche el acceso al Hospital Hassani de Nador está prohibido a periodistas y los alrededores de la morgue están controlados por policías y efectivos de las fuerzas auxiliares día y noche", ha advertido AMDH en un comunicado publicado en Facebook.

Actuación policial con el aval español

La polémica ha estallado por la actuación de los policías de la gendarmería marroquí en territorio español contra los migrantes africanos que intentaron saltar la valla. Agentes de las fuerzas de seguridad de Rabat cruzaron totalmente la frontera española para golpear, detener y devolver en caliente a varios migrantes que habían conseguido superar los metros de alambre que separan la ciudad autónoma española de Marruecos. Según ha publicado Público, multitud de contenido audiovisual de los hechos en Melilla de la madrugada del viernes pasado constata que cuerpos de seguridad marroquíes se desplazaron al lado español de la frontera en total conformidad con los efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional española. Hay que recordar que a causa de esta actuación "cooperada", según las palabras del presidente español, Pedro Sánchez, resultaron muertos más de una treintena de sudaneses y subsaharianos.

 

Las autoridades de Marruecos efectuaron devoluciones en caliente, una práctica que constituye una violación de los derechos del migrante, según diferentes ONG de renombre y tribunales internacionales. La policía marroquí no lo ha reconocido en ningún caso, aunque las imágenes demuestren el contrario. De hecho, solamente han reconocido oficialmente la muerte de 23 personas en un alud generada en un desnivel previo a la valla marroquí. En cambio, las ONG elevan la cifra hasta las 37 personas, y muchos vídeos que corren por las redes manifiestan la gravedad de la tragedia y el gran número de muertos y heridos.