La Policía Nacional española ha hecho efectiva la expulsión de un vecino de Mataró, de 53 años y de origen marroquí, por su vinculación con el terrorismo yihadista. El hombre había sido detenido en 2018 en una operación de la Guardia Civil por formar parte de una célula que captaba combatientes para el Estado Islámico y, una vez cumplida su condena, quedó en libertad provisional en el año 2022. Ahora, tras un expediente administrativo, se ha conocido que ha sido expulsado M.B., originario de Tetuán. La noticia llega después de que la semana pasada trascendiera que la policía española también ha expulsado a Marruecos a dos imanes supuestamente radicales de Figueres y de La Jonquera.
Desde que el detenido en Mataró quedó en libertad en 2022, las autoridades han monitorizado sus movimientos debido a su peligrosidad y al riesgo de reincidencia en actividades de radicalización. La Comisaría General de Extranjería y Fronteras le había abierto un expediente sancionador en 2019 por actividades contrarias a la seguridad del Estado, lo que derivó en la revocación de su residencia legal en España, facilitando así su deportación tras comprobarse que seguía siendo un "activo" colaborador del terrorismo islamista.
El hombre había trabajado como peluquero en Mataró y, según la investigación, utilizaba su establecimiento y reuniones en domicilios privados en Mataró, Barcelona y Tarragona para adoctrinar y captar nuevos combatientes para DAESH. Además, su cuñado había viajado a Siria para luchar con la misma organización, donde murió en combate.
Mataró-Madrid-Casablanca
El operativo para su detención y expulsión se llevó a cabo en Mataró por la Brigada Local de Información, con el apoyo del GEDEX de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Cataluña. Después de ser trasladado por carretera hasta Madrid, a la Audiencia Nacional, fue embarcado en un vuelo con destino a Casablanca, donde ha sido deportado. Además, se le ha prohibido la entrada al espacio Schengen durante los próximos diez años.
Fuentes policiales aseguran que esta expulsión de un elemento desestabilizador para la seguridad pública es muy importante y permite aislar a personas radicales que, desde nuestro territorio, propagan el discurso islamista radical, que es el "huevo de la serpiente" del terrorismo que después, en Cataluña o en toda Europa, acaba golpeando con muertos a nuestra sociedad. Este fin de semana se han registrado atentados terroristas en Berlín y también en Francia, con heridos y una víctima mortal.