Expulsados del Estado, por orden administrativa del Ministerio del Interior español, dos imanes de las mezquitas de Figueres y La Jonquera, que, según los servicios de inteligencia, daban discursos radicales y peligrosos para la seguridad pública. No es la primera vez que el Estado actúa contra imanes y personas musulmanas con ascendencia sobre comunidades establecidas en Catalunya que se detecta que pueden estar promoviendo discursos que favorecen a la radicalización. Después de varias investigaciones de los servicios secretos españoles, dedicados a la lucha contra el terrorismo islamista y la prevención de discursos de odio, se decidió iniciar el expediente de expulsión de los dos imanes. Aunque la noticia ha trascendido ahora, las expulsiones se hicieron efectivas en el mes de enero.
Discursos radicales y peligrosos
Mohamed Azougah, eximán de la mezquita Al Imam Warsh de Figueres, y Houmat Bouzelmat, su homólogo en la mezquita de La Jonquera, han sido expulsados por sus discursos radicales y por haber puesto en riesgo, según el Ministerio del Interior, la seguridad pública. Cuando la inteligencia antiterrorista detecta posicionamientos radicales en determinados ámbitos, especialmente en mezquitas, se activan mecanismos de investigación a cargo de cuerpos estatales como la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como de los Mossos d'Esquadra. Aunque en los últimos años la actividad radical ha disminuido en espacios físicos y se ha trasladado a los entornos digitales, cuando se confirman casos de radicalización, se activan los mecanismos administrativos para expulsar a los responsables e impedir que vuelvan a entrar en el Estado. Los dos imanes han sido deportados a Marruecos, de donde eran originarios.
El informe policial de seguimiento de los dos imanes ha permitido la expulsión después de meses de investigación para demostrar su radicalismo y la peligrosidad de sus discursos de carácter islamista. Fuentes policiales aseguran que, pese a la coincidencia temporal, los dos imanes no actuaban de manera coordinada ni tenían ninguna relación entre ellos. Houmat Bouzelmat ya había mostrado comportamientos radicales y estaba bajo vigilancia por haber presionado a miembros de su comunidad para que siguieran normas estrictas sobre la vestimenta de las mujeres. Fuentes policiales aseguran a ElNacional.cat que hay más imanes bajo vigilancia y que se han abierto procesos en varios municipios de Catalunya para controlar y, si es necesario, expulsar del Estado a otros individuos que pongan en riesgo la seguridad pública.
Dos líderes islámicos expulsados en 2022
Siguiendo el mismo procedimiento, la Policía Nacional española también expulsó a Marruecos a otros dos líderes islámicos considerados radicales y peligrosos para la seguridad del Estado: Mohamed Said Badaoui, residente en Reus, y Amarouch Azbi, establecido en Vilanova i la Geltrú. Said Badaoui fue detenido por la policía, trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona y deportado a Casablanca, en Marruecos, en noviembre de 2022. Según fuentes policiales, aún sigue allí, ya que tiene prohibido volver a Catalunya. En el caso de estos dos líderes islámicos expulsados hace tres años, varios partidos progresistas, tanto en el Ayuntamiento de Reus como en el Parlament de Catalunya, les dieron apoyo. Entre otros, la consellera de Feminismes de aquel momento, la reusense Tània Verge, recibió a Mohamed Said Badaoui.