Vandalismo en estado puro es lo que se ha vivido en los vagones de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya esta madrugada. Esta ha sido la consecuencia de un macrobotellón ilegal organizado en el campus de la Universitat Autònoma de Barcelona y también ha provocado la queja de los vecinos. Muchos de ellos han visto cómo una parte de los centenares de los jóvenes que se han reunido pasaban por terrenos privados y jardines de las casas de Bellaterra para acceder a la farra. La mayoría de estos habían llegado en coche, pero otra gran mayoría lo hacía en transporte público. En concreto, con los Ferrocarrils, que también han servido para volver a casa a primera hora de la mañana.

Los vagones han quedado completamente destrozados: sillas levantadas, la tela de los asientos totalmente reventada, colillas, botellas y vidrios esparcidos por el suelo, y el malestar del resto de usuarios que se han tenido que tragar los gritos, la música y los insultos de muchos de ellos. ElNacional.cat ha podido acceder a una fotografía correspondiente a un vagón de la S2 que salía desde Plaça Catalunya a la 1.30 h de la madrugada. Nos ha facilitado la imagen un usuario que lo vivió en directo, Edu.

Imágenes de Edu cedidas para ElNacional.cat

Todo empezó con una invitación falsa de la Facultad de Ingeniería que corrió a través de Whatsapp, en la que se invitaba a una fiesta que prometía ser muy grande: música, DJ's y cubatas. ¿El resultado? Cuando han llegado, los jóvenes se han encontrado con que el campus estaba vacío, pero la convocatoria ha sido un éxito absoluto y se ha acabado montando una fiesta improvisada.

El rector de la UAB, Javier Lafuente, lamenta que esta práctica no es nueva en el campus, pero esta noche "se ha llegado al límite", en declaraciones a RAC1. Además, asegura que "todavía quedan horas" para acabar de limpiar, durante este sábado, toda la suciedad que han generado los jóvenes que han celebrado esta fiesta ilegal. La Universidad quiere hacer una valoración y emprenderá acciones para parar este despropósito: "Todavía queda un grupo pequeño de gente de fiesta. Aparte de la limpieza, también habrá que reparar una valla que han roto".

Además, Lafuente quiere valorar el gasto económico que costará todo esto. Por su parte, el director de Mossos, Pere Ferrer, lamenta que "da un punto de vergüenza que estas situaciones se produzcan a estas magnitudes". La policía catalana no ha podido entrar dentro del campus y, por lo tanto, no se han practicado detenciones. Tampoco consta ninguna denuncia y no se abrirá ninguna investigación. Ferrer alerta que el botellón es una práctica que se repite sin freno: "Llevamos unos meses explicando que tiene que haber una actividad preventiva, y cuando hay conocimiento que en algún lugar se practican botellones, se hace lo posible para que la fiesta no se lleve a término".

Fotografía de portada: imagen de recurso de FGC