El sábado a primera hora de la mañana, la Policía Nacional arrestó a cuatro hombres que, presuntamente, estaban preparando una acción para sabotear el paso de la Vuelta 2023 por la C-55, en la comarca del Solsonès (Lleida), entre Súria, donde arranca la carrera y la capital de la comarca, Solsona. La etapa de este lunes, 28 de agosto, empieza en Súria, enfila la C-55, la C-26 y la C-14 y llegará a Arinsal, en Andorra con dos puertos de primera categoría.
La protesta, según la policía española, se tenía que desarrollar cuando la parte importante de los corredores pasara por un puente de la C-55, cuando, presuntamente, los detenidos tenían que tirar en la carretera unos 400 litros de aceite de motor que tenían escondido en una zona boscosa de la zona, conectado con un tubo negro de plástico que llegaba hasta la carretera. La teoría de los investigadores de la policía es que se hubiera hecho el vertido para impregnar de aceite la carretera C-55 y eso habría obligado a detener la carrera, con la repercusión internacional que habría generado, al ser una prueba ciclista con reconocimiento a escala mundial y con ciclistas de primer nivel.
Los detenidos fueron trasladados a la comisaría central de la policía, en la Verneda, y allí han pasado dos noches, a la espera de que este lunes sean entregados al juez de guardia de Solsona, que es quien tutela la investigación, que se ha hecho con agentes de la Comisaría General de Información de Madrid y el apoyo de la Brigada de Información de Barcelona. Ahora mismo hay confusión sobre dónde son los cuatro detenidos. Si bien la Policía Nacional asegura que ya han salido de Barcelona, los abogados, de Alerta Solidaria, aseguran que todavía no han llegado a los juzgados. Lo que está confirmado es que después más de 48 horas detenidos, todavía están bajo custodia de la policía.
Registros de madrugada en Osona
Los detenidos forman parte del entorno de la izquierda independentista de Osona. Después de ser arrestados, el domingo de madrugada fueron trasladados a su casa, en las poblaciones de Centelles, Tavèrnoles, Calldetenes y Vic y se hicieron registros. Según fuentes de la defensa de los cuatro hombres detenidos, la policía se llevó aparatos informáticos y discos duros. Estos registros, según Alerta Solidària, se realizaron de madrugada y después de horas con los cuatro detenidos incomunicados, sin poder recibir la atención de la abogada, Eva Pous. Desde Alerta Solidaria, al mismo tiempo, se denuncia que no han tenido acceso a la causa y no tienen conocimiento de qué pruebas tienen contra los detenidos, más allá de intentar boicotear y sabotear el normal funcionamiento de la Vuelta ciclista. Hoy por hoy, según la defensa, están acusados de desórdenes públicos, delito contra el medio ambiente y la seguridad vial y grupo criminal.
Protestas en Solsona y en Vic
La causa está bajo secreto de sumario, asegura la Policía Nacional, que evita dar más detalles de la investigación que acabó con la detención de los cuatro osonenses. Mientras esperan que los arrestados lleguen a Solsona, decenas de personas se concentran ante los juzgados de la capital del Solsonès para protestar por las detenciones, aseguran, "preventivas" de los acusados de querer boicotear la Vuelta. A primera hora de la mañana el juzgado ha aparecido pintado de color amarillo y desde media mañana una pancarta que pide la libertad de los detenidos preside la concentración.
Los abogados de Alerta Solidaria, como también los CDR y grupos próximos a la izquierda independentista de Osona, como la CUP de Vic y Pigot, consideran las detenciones como "preventivas" y acusan a la policía española de haber urdido una nueva operación contra los militantes independentistas que quieren protestar contra acciones deportivas que se hacen a Catalunya para blanquear la represión del Estado. Este lunes a las ocho de la tarde se ha convocado una concentración de protesta por las detenciones delante del Ayuntamiento de Vic.
Chinchetas en tacos para provocar pinchazos
Paralelamente, los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para aclarar quién tiró tacos con chinchetas al paso de la carrera por el Coll d'Estenalles, que provocó que, como mínimo, unos quince ciclistas tuvieran que cambiar de bicicleta por pinchazos de ruedas. Hoy por hoy, no consta que ningún grupo haya reivindicado esta acción de boicot a la Vuelta en su paso por Catalunya. La investigación de este sabotaje, que no se relaciona con los detenidos en el Solsonès, será complicada, han explicado fuentes de la policía catalana, por la dificultad en identificar a las personas que dejaron los artilugios que provocaron los pinchazos.