Este martes 1 de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas Mayores, que este año se centra en "envejecer con dignidad". Así lo destaca la ONU, que recuerda que el envejecimiento de la población transforma las estructuras sociales por todo el mundo: se espera que las personas mayores superen la cifra de jóvenes por todo el planeta hacia 2030. Se trata de un cambio demográfico que ha transformado significativamente el ámbito de los cuidados, que engloba una amplia gama de necesidades de asistencia, tanto remunerada como no remunerada, en entornos formales e informales.

Naciones Unidas insiste en que a medida que la población envejece, la demanda de servicios integrales de atención sanitaria, cuidados y apoyo social ha crecido sustancialmente, sobre todo para personas con enfermedades como la demencia. Es por esto que el tema de este año es "reforzar los sistemas de atención y asistencia a las personas mayores en todo el mundo". Llegados a este punto, hay que preguntarse: ¿cuáles son los retos en las residencias y el envejecimiento en Catalunya?

Retos de las residencias en Catalunya

Por una parte, la Coordinadora de Familiars de Residències 5+1 ha pedido a la nueva Conselleria de Derechos Sociales que las ratios de todos los centros se reduzcan y se sitúen en un cuidador por cada cuatro residentes en los turnos de mañana y tarde, así como en un profesional por cada diez en el turno de noche. Son unas cifras "tres veces aprobadas por el Parlament", pero que el Govern todavía no ha implementado. Asimismo, ha reclamado que se flexibilicen los horarios y se adapten a las necesidades de las personas mayores.

La Coordinadora ha denunciado que en las residencias se ha normalizado la vulneración de los derechos de las personas mayores, "porque las ratios de personal son absolutamente insuficientes para ofrecerles los cuidados que necesitan". En un comunicado de este lunes, ha recordado que las ratios varían en funciones del tipo de centro: en las públicas de gestión directa, un gericultor/a por cada siete residentes; en las públicas de gestión privada, y a las cuales se aplica la Cartera de Servicios de 2010, un gericultor/a por cada 10 residentes.

Con respecto a las privadas con plazas concertadas, la plataforma ha criticado que la Generalitat "permite incumplir la Cartera de Servicios no solo con respecto al número de gericultores, sino también en lo que respecta a las horas de atención a los residentes que presta el personal técnico". Así, ha detallado que se ofrecen 17 horas de fisioterapia anuales en lugar de las 35 estipuladas. "Se establecen tres clases sociales de residentes, vulnerando así el principio de igualdad y no discriminación, porque todas las personas tienen las mismas necesidades de cuidado y atención", ha lamentado.

La Coordinadora también ha señalado que los residentes sufren discriminación sanitaria y ha exigido "que sean atendidos por los Centros de Atención Primaria, en igualdad de condiciones que el resto de población". Con respecto a "la rígida organización y horarios establecidos por las empresas gestoras de estos centros", ha lamentado que los residentes no tengan "ningún margen de decisión sobre cómo quieren vivir la última etapa de su vida, ni ninguna continuidad a las aficiones e intereses, lo que vulnera el derecho a decidir sobre la propia vida".

Retos del envejecimiento en Catalunya

Por otra parte, la Societat Catalana de Geriatria i Gerontologia ha reclamado políticas de salud que garanticen un envejecimiento activo durante el máximo tiempo posible. Concretamente, ha señalado la importancia de articular políticas públicas de salud "en un mundo donde la esperanza de vida se ha alargado gracias a los avances sanitarios y sociales". "Catalunya es una de las sociedades más longevas del mundo, con una esperanza de vida de 83 años. Actualmente, los ciudadanos de 65 o más años representan el 19% de la población, una cifra que aumentará hasta el 22% en 2030 y llegará al 30% en 2050", ha recordado la entidad.

Estas cifras suponen "una gran oportunidad para promover un envejecimiento más digno y equitativo", ha añadido la Societat Catalana de Geriatria, que también ha indicado que "el envejecimiento no se define por una edad concreta, sino como un proceso a lo largo de los años que nos afecta en todos". "Envejecer es inevitable, pero cómo envejecemos depende de nosotros", ha apuntado, antes de considerar "esencial" luchar contra "el edadismo y las percepciones estereotipadas sobre las personas mayores, para construir una visión del envejecimiento más positiva, diversa e inclusiva, que reconozca la riqueza y la heterogeneidad de este colectivo."

La Societat Catalana de Geriatria ha recordado que la esperanza de vida en el estado español es superior a la media de la Unión Europea, aunque "los años de vida saludable son relativamente más bajos, especialmente entre las mujeres, cosa que evidencia un claro sesgo de género". También ha incidido en el hecho que la población con enfermedades crónicas y dependencia genera una demanda creciente de servicios sanitarios, sociales y cuidados de larga duración.

Las soluciones para atender las necesidades del colectivo "son complejas" y pasan "por un refuerzo del ámbito sanitario, una integración social y sanitaria y un cambio de modelo en los cuidados de larga duración". Una de las medidas concretas que ha pedido la entidad es mejorar la financiación de la red de atención intermedia de la población con cronicidad compleja que requiere atención geriátrica y/o paliativa, así como orientarla hacia una atención más integrada y comunitaria —en colaboración con una atención primaria fortalecida—. Finalmente, sobre el uso de la tecnología, la Societat Catalana de Geriatria ha considerado que "es clave para facilitar un envejecimiento saludable, sobre todo cuando aparecen dificultades físicas o mentales" y que "es fundamental seguir luchando contra la brecha digital".

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