La inmobiliaria propietaria del piso donde vive el histórico dibujante de la editorial Bruguera le subirá el alquiler a partir de este mes. Enrique Pons ha recibido esta mañana una carta donde se especifica que la cantidad a pagar por la que ha sido su casa durante más de 50 años aumenta hasta los 541 euros. El dibujante recibe una paga de 600 euros mensuales, de manera que a partir del próximo febrero tendrá que sobrevivir con menos de 60 euros cada mes.
Hasta hace aproximadamente tres años, el precio que tenía que pagar por la casa donde creció a duras penas superaba los 300 euros. Pons había ido ahorrando para poder abonar cada mes el alquiler de los bajos donde se instaló con toda su familia cuando sólo era un niño. El antiguo trabajador de Bruguera tenía la calefacción estropeada y mantenía el consumo eléctrico al mínimo con el fin de poder llegar a fin de mes. La poca demanda de tarotistas con los años de la crisis y la convalecencia después de una operación de próstata no le permitieron continuar con la actividad que le había mantenido económicamente desde el momento que cerró la editorial.
Cuando el piso pasó a manos de una inmobiliaria, el nuevo propietario empezó a reformar la escalera y las diferentes instalaciones de suministros, elevando la cantidad total a pagar hasta más 500 euros. Gracias a la ayuda de una abogada, el dibujante pudo contactar con un comedor social y acceder a las ayudas sociales del Ayuntamiento de Barcelona.
La situación de este dibujante llamó la atención de los organizadores de la vecina Casa de Cádiz, que han decidido ayudarlo, ofreciéndole comida y arreglándole la calefacción. Con el fin de visibilizar su caso, uno de los promotores del albergue autogestionado por sintecho explicó a través de Twitter la historia de Pons, haciendo un llamamiento a comprar el último libro del dibujante.
Los últimos cinco ejemplares firmados de El hombre del traje pistacho se pueden adquirir en la Casa de Cádiz para así también contribuir a la causa.