Tras dar a luz y la bajada de las hormonas, las mujeres pueden tener un periodo de cierta ambivalencia emocional. La ilusión de la llegada del bebé se puede mezclar con episodios de tristeza y un cierto desbordamiento. Los primeros meses con un bebé en casa suelen ser frenéticos y de adaptación, así que es normal sentirse con vaivenes emocionales. 

Pero, ¿cómo diferenciar esos sentimientos que pueden ser normales al principio con la depresión posparto?

Para saber cuáles son los síntomas, causas y diferencias con otras patologías como el baby blues, hemos hablado con la doctora Judit Jaramago, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Barcelona.

Los baby blues, una tristeza temporal

El baby blues o tristeza posparto se caracteriza por ser un periodo acotado en el tiempo (una o dos semanas) en que la tristeza nos acecha de forma espontánea y nos hace tener ratos en que todo nos supera. El baby blues aparece entre el 50 y el 85 % de las mujeres. Llorar por todo o sentirse mucho más sensible son algunos de los síntomas de este fenómeno. No obstante, es un período de cambios leves en el estado de ánimo. Se relaciona con la alteración brusca de muchas hormonas, bajada de estrógenos y progesterona, subida de prolactina, entre otras.

El baby blues aparece entre el 50 y el 85 % de las mujeres

La doctora Jaramago indica que, a diferencia de la depresión posparto, el baby blues no hace que dejemos de cuidar al bebé y nos permite continuar con nuestro día a día con cierta normalidad. Obviamente, como expresa la experta, los días se focalizan a adaptarse a los cambios que implica haber tenido un bebé y no suele tardar en desaparecer la sintomatología mencionada.

La depresión posparto

Por el contrario, la depresión posparto no está acotada en el tiempo y tiene más impacto en el día a día de la madre, apunta la especialista. En los casos que se desarrolla esta patología, la madre deja de atender a las necesidades del bebé, así como a sus propias necesidades. Además, sufre una sensación de encerramiento, de no querer salir de casa o no querer consultar con los demás su situación.

Uno de los principales factores de riesgo a la hora de tener una depresión posparto es haber sufrido anteriormente una depresión u otros trastornos de salud mental

Según la ginecóloga, uno de los principales factores de riesgo a la hora de tener una depresión posparto es haber sufrido anteriormente una depresión u otros trastornos de salud mental como ansiedad. Asimismo, otros factores que pueden influir son los partos traumáticos, o haber sufrido algún evento estresante durante el embarazo o problemas de salud con el recién nacido (ingreso en UCI, alguna patología…).

Madre cuidando a un bebé. Foto: Pexels

Se estima que 1 de cada 10 mujeres padece depresión posparto, una incidencia muy alta, sin embargo, el diagnóstico no siempre se realiza, lo que la convierte en una patología infradiagnosticada. A menudo, no son ellas mismas las que detectan que algo no va bien, sino que son su pareja o familiares los que se dan cuenta.

Esta patología suele estar invisibilizada, así que es clave hablar de ella y detallar en qué consiste para poder tratarla lo antes posible y proseguir con normalidad la adaptación del nuevo miembro de la familia. Lo fundamental para la doctora es consultar lo antes posible con el profesional de referencia para poder hacer un diagnóstico temprano y conseguir una rápida recuperación.

Lo importante para diagnosticarla precozmente es que se solicite una valoración siempre que:

  • La sintomatología sea grave y tenga dificultades para seguir con el cuidado propio o del recién nacido
  • La duración del estado depresivo se prolongue más de dos semanas
  • Tenga problemas para crear vínculo con el bebé
  • Presente dudas constantes sobre la capacidad de cuidar al bebé
  • Tenga pensamientos sobre la muerte, suicidio, o hacerse daño a sí misma o al bebé

Puede servirte de ayuda realizar el test de la Escala de Depresión Posparto de Edimburgo (EDPE). Si el resultado es mayor a 13 o bien si la pregunta 10 ha sido afirmativa, deberás solicitar ayuda a un profesional sanitario para que te valore.

También es importante recordar la importancia de informar a la ginecóloga o ginecólogo cuando se está embarazada si has tenido algún episodio de salud mental, ya que esta podrá realizar un seguimiento más detallado de tu caso y será más fácil prevenir que vuelva a suceder.

¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre las dos?

Para saber más sobre estas dos afectaciones, puedes consultar la web de Quirónsalud.