De "Cambray dimisión" a "Cambray cese". Este jueves la cabecera tenía bien claro hacia qué dirección tenían que ir los cánticos. Hoy ha sido el tercer día consecutivo que maestros y docentes han llenado las calles de Barcelona para protestar contra la gestión del Departament d'Educació. Si bien en los últimos días los esfuerzos han ido destinados a dejar claro que la comunidad educativa no protesta solo por la modificación del calendario, sino por el arrastre de los recortes de la crisis económica; este jueves los sindicatos han dejado bien claro que quieren que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, sea su nuevo interlocutor, y no el conseller d'Educació, Josep Gonzàlez-Cambray. De hecho, han registrado una petición formal en Palau para pedir un encuentro con el jefe del Ejecutivo.
De todos modos, Aragonès ya ha respondido a esta petición desde Alemania. Se ha apresurado a descartarse como interlocutor con los sindicatos del mundo de la Educación, y ha asegurado que quien tiene "la pericia, el conocimiento y la confianza" para dialogar con la comunidad educativa es el Departament de Cambray, con "todo el Govern a su lado". Ha insistido en que el conseller tiene todo su apoyo para generar el "máximo de acuerdos posibles". El caso es que las dos partes aseguran que quieren sentarse a negociar, pero de momento no hay ningún tipo de acuerdo. Antes de que empezara la manifestación de este jueves, la portavoz del sindicato mayoritario USTEC, Iolanda Segura, ha manifestado que los docentes quieren "desescalar" la situación y llegar a un acuerdo con el Govern con el fin de abandonar las calles.
10.000 manifestantes, otra vez
El lunes fue el pistoletazo de salida de estos cinco días de huelga convocados para el mes de marzo. Entonces fueron 22.000 las personas que se manifestaron en el centro de Barcelona, según la Guardia Urbana. Y este jueves la policía barcelonesa ha informado de que el número de manifestantes se mantiene igual que el de este miércoles: unas 10.000 personas.
De todos modos, sin embargo, el Departament d'Educació ha informado esta mañana de que el seguimiento de la huelga en los centros públicos ha estado esta mañana inferior al 10%; es decir, menos que este miércoles. Ahora bien, hay que señalar que los maestros y profesores han vuelto a conseguir hacer una nueva demostración de fuerza. La via Laietana estaba llena de gente: desde la plaza Urquinaona hasta la plaza de l'Àngel, a la altura de la plaza Sant Jaume, destino final de esta movilización.
"No son cinco días de vacaciones"
Los manifestantes se están esforzando mucho estos días para dejarle bien claro a la opinión pública que la cuestión del calendario ha sido solamente la gota que ha colmado el vaso. Uno de los cánticos más chalados estos días es el que "no son cinco días de vacaciones, sí son diez años de recortes". La situación en las aulas es crítica, según los sindicatos, y las escuelas necesitan más personal y más financiación para garantizar una buena educación a sus alumnos. Hay otra cosa que fastidió a la comunidad educativa, y fue la cuestión del nuevo currículum. Ahora bien, a pesar de la cesión del conseller Cambray para poder aplazar un año su aplicación en los centros que lo deseen, los sindicatos insisten en que se trata de una maniobra "inútil" que no les hará salir de las calles.