El director de un albergue de Barcelona ha sido condenado por haber rechazado un cliente  por el hecho de tener una discapacidad psíquica con la excusa que "hacía mal olor" y que no tenía la reserva hecha. En concreto, la magistrada del Penal 18 de Barcelona ha condenado al administrador de Casa Barcelona Hostel como autor de un delito de denegación de prestación a un año de inhabilitación para trabajar en el ámbito docente y deportivo. También lo condena a indemnizar con 500 euros por daños morales a la persona, con una discapacidad reconocida del 65%, según la resolución comunicada por gabinete de prensa del TSJC, este viernes.

Los hechos pasaron el 14 de noviembre de 2022, cuando el joven fue al albergue con una reserva pagada para tres noches, de unos 80 euros. Según los hechos probados, la recepcionista vio que la reserva era hecha por una entidad tutelar, llamó a su superior y le dijo que la persona tenía una discapacidad y que olía mala. La respuesta del director fue que le dijera que "sin reserva y si hacía mal olor no podía ser alojado". La víctima le dijo que la reserva la había hecho la educadora de la fundación donde vive,  a quien llamó y confirmó la reserva. Sin embargo, no lo admitieron con la excusa que no encontraban su reserva (aportada en el juicio), y se tuvo que ir a otro centro.

Daños morales

En el juicio, el responsable del hostel aseguró que  aquel día él no estaba y que se rechazó a la persona por la peste, no por su discapacidad. Y que se le devolvió el dinero. La víctima aseguró que la Fundación le había reservado la plaza porque se había peleado a un compañero y para no quedar en la calle. Y que volvía de jugar a futbol.

En la resolución, la magistrada Emma Benavides sostiene que el testigo de la víctima es "de absoluta contundencia", además de los testigos de la fundación y de otros que explicaron que el alberge rechazaba personas con discapacidad psíquica. La magistrada considera probado que se lo rechazó por su discapacidad, que tenía la reserva hecha correctamente y que ni siquiera se le ofreció que volviera una vez arreglado.

"La víctima fue moralmente perjudicada porque de ninguna otra forma pueden interpretarse los sentimientos de rechazo y exclusión que sufrió a consecuencia de la actitud del acusado. Sufrió, sin duda, un golpe psíquica sintiéndose rechazado por razón de su discapacidad", declara la magistrada en la resolución.

La Fiscalía retiró la acusación para la recepcionista, al final del juicio. La sentencia no se sujeta y se puede presentar recurso en la Audiencia de Barcelona