Aunque la decisión se supo durante el verano, no fue hasta este diciembre, después del relevo al frente de los Mossos d'Esquadra, que no hizo efectiva la reestructuración de los escoltas de la policía catalana. Bajo la batuta de la Dirección General de la Policía (DGP) se unificó el Área de Escoltas y el Área de Seguridad Institucional (ASI) para crear la División de Escoltas, de la cual cuelgan tres patas, el Área de Seguridad de la Presidencia de la Generalitat (ASPG), el Área de Seguridad de Autoridades (ASA) y la Unidad de Apoyo Operativo (USO, de sus siglas en catalán). Después de los cambios en la Prefectura de Mossos d'Esquadra, se nombró Carlos Otamendi el intendente en jefe de esta nueva división.

Aunque la dependencia orgánica de la división es de la Dirección General de la Policía, es una comisión de la Comisaría General de Información la que valora los riesgos, bajo criterios técnico-policiales, y decide qué personas tienen que ser protegidas de manera personal o no, a Catalunya. Según ha podido saber ElNacional.cat, actualmente en el país hay 30 personas que reciben esta protección de escolta por parte de la División. Todas las personas son cargos públicos o vinculados a la política.

Dos áreas y una unidad de apoyo

La fusión de la antigua del Área de Seguridad Institucional (ASI), que se encargaba de dar protección al presidente de Catalunya, a los expresidentes y al conseller de la Presidencia, y la antigua Área de Escoltas, que daba protección al resto de autoridades del país, ha acabado con la creación de dos áreas. Una heredera del ASI en cuanto a funciones, bajo el nombre de Área de Seguridad de la Presidencia de la Generalitat (ASPG), aunque con los mismos agentes que ya se encargaban de la protección del presidente Aragonès. Y una segunda, mucho más amplia, el Área de Seguridad de Autoridades (ASA), que se encarga de dar protección al resto de personas que la necesitan.

Imagen de archivo de escoltas de los Mossos de Equadra / CME

Además, la División de Escoltas de Carlos Otamendi dispone también de una Unidad de Apoyo Operativo (USO) que se encarga de las protecciones especiales y también de dar apoyo a las cápsulas de protección de las autoridades y del presidente. Esta unidad permite reforzar las protecciones de los agentes habituales de los protegidos, hacer avanzadillas y trabajar también la información y la inteligencia relativa a la seguridad de las autoridades con escolta.

Treinta personas protegidas por los Mossos d'Esquadra

Además del presidente de la Generalitat y de los expresidentes, la nueva División de Escoltas también protege al vicepresidente, todos los consellers del Govern de Catalunya, la presidenta del Parlament, los presidentes de los grupos parlamentarios, varios miembros de la judicatura y la Fiscalía, al director general de la Policía y al director general de Centros Penitenciarios, al mayor Josep Lluís Trapero -exjefe de los Mossos d'Esquadra- y el actual comisario jefe, Josep Maria Estela; en total, 30 personas.

Entre estas personas, aunque no tiene actualmente ningún cargo público, más allá de ser presidente de su partido, también se tiene que sumar Oriol Junqueras. El presidente de Esquerra Republicana lleva escolta desde el pasado mes de septiembre, cuando la comisión que analiza el riesgo de los políticos y autoridades aumentaron el riesgo del ex-preso político. Vox llevó al Parlament retirar la escolta a Junqueras, pero se quedó solo. El PP no se presentó a la votación y el representante de Ciutadans se equivocó de voto.

Actualmente, la policía catalana no da cobertura de protección personal a nadie en el extranjero. Sin embargo, los agentes de los Mossos sí que pueden dar protección a las autoridades catalanas si salen de Catalunya, en el resto del Estado o en el resto del mundo, siempre que se reciba la autorización por parte del Ministerio del Interior español.

Protecciones especiales: la madre de Leo, el niño asesinado en Barcelona

Además de las protecciones de autoridades, la División de Escoltas también tiene encargada, a la USO, el escolta de otras personas de la sociedad civil que, por su riesgo, necesiten un nivel de protección más elevado. Según han explicado fuentes del Departamento de Interior, ahora mismo no hay ninguna protección especial, fuera del ámbito político, activa.

La última que se conoció la llevó a cabo integrantes de la extinta ASI y fue dar protección integral 24 horas a la madre de Leo, el niño asesinado en manos de su padre en un hotel de Barcelona. El hombre se escapó después del crimen y se valoró que la vida de la mujer podía llegar a correr peligro, y se diseñó un equipo de protección personal. Se pudo desmontar cuando el cuerpo de Martin Ezequiel apareció colgado junto al Aeropuerto del Prat, varios días después de los hechos. A la USO de la División de Escoltas también se les podría encargar la protección de autoridades extranjeras que visitan Catalunya y otras personas, fuera del ámbito político, que puedan necesitar protección personal por el riesgo de que puedan tener.