La acogida de 200 migrantes en Tossa de Mar (Selva) ha despertado diferentes opiniones entre los vecinos del municipio. Algunos aseguran que estas personas "tienen derecho a vivir como todo el mundo", mientras que otros se muestran contrarios a la llegada y aseguran que es una "aberración". Ante toda esta polémica, el alcalde ha remarcado que no se muestra contrario a la acogida de personas, pero teme que la acogida de estas 200 personas afecte a la temporada turística y considera desproporcionado el volumen de personas que vendrá teniendo en cuenta que la población de Tossa supera por poco a los 6.000 habitantes. De todos modos, el alcalde ha asegurado que la acogida de los migrantes no implicará ofrecer ningún servicio extraordinario por parte del ayuntamiento.
Este sábado el delegado del Gobierno llamó al alcalde de Tossa de Mar, Martí Pujals, para avisarles que enviarían 200 migrantes que habían entrado al Estado por las islas Canarias procedentes del área subsahariana. Pujals mostró su disconformidad con la medida porque considera que Tossa de Mar no está preparada para recibir este volumen de personas, ya que el municipio todavía está inmerso en plena temporada turística.
Acoger, pero más adelante
El alcalde cree que si esta acogida se hubiera hecho a partir de octubre, eso hubiera generado menos perjuicio para el municipio porque la mayoría de establecimientos ya estarían cerrados. Por otra parte, Pujals recuerda que el municipio cuenta con 6.185 habitantes y considera que los 200 migrantes es una cifra "desproporcionada". De hecho, el alcalde recuerda que municipios como Lloret de Mar o Blanes están recibiendo el mismo número de migrantes, pero ellos tienen un volumen muy superior al de Tossa.
De momento, lo que queda claro es que la llegada de los migrantes podría producirse entre este lunes y el miércoles. Se desconoce si será una llegada progresiva o será de golpe. Lo que sí que ha afirmado al alcalde es que no supondrá ninguna afectación a nivel de servicios municipales. Desde la delegación del Gobierno ya les han confirmado que han hecho "una primera selección sanitaria" para comprobar si tenían alguna enfermedad y por lo tanto, no tendrán que ofrecerles atención médica. Tampoco hay menores de edad y no tendrán que procurarles escolarización.
Lo que harán estas personas en Tossa de Mar es, seguramente, hacer una parada técnica mientras el Estado estudia la situación de cada uno de ellos. A partir de aquí decidirá si los traslada con familiares en otros países de Europa o al mismo Estado o les tramita el asilo y qué tipo de acogida definitiva les dan. Eso hace que la estancia podría reducirse de un mes a dos semanas, aunque no hay nada confirmado.
Los vecinos, divididos
La llegada de los migrantes a Tossa de Mar ha levantado polémica en el municipio y hay personas que se le han mostrado a favor y otros que están en contra de acogerlos. Conxita cree que "es una aberración" porque eso supone un gasto que no tiene que asumir el Estado y pide destinar el dinero público a otras necesidades.
Con respecto a Lola o Antoni, se muestran partidarios de que se estén en Tossa. "Tienen derecho a vivir como todo el mundo", afirmaba Lola. Por eso creen que está bien que las administraciones les ofrezcan alojamiento y manutención mientras resuelven su situación personal.