El Servei Català de Trànsit (SCT) reforzará el control de la circulación y la seguridad vial en Catalunya durante el Puente de la Purísima del 6 al 8 de diciembre, aprovechando de los dos radares instalados en las últimas semanas en la C-31 a la altura de Bellvitge, dirección Castelldefels y en la AP7 en Santa Perpètua de Mogoda, dirección Tarragona. En sus primeros días de funcionamiento, estos dos dispositivos han detectado que entre el 17 y el 23% de los vehículos han superado el límite de velocidad permitida.

A estos dos nuevos radares, se añadirán dos más estos días; concretamente, un segundo en la AP-7 en la Roca del Vallès y el último, en la B-23, los dos en sentido sur. El director de Trànsit, Ramon Lamiel, ha anunciado que estos radares se dejarán en estos puntos hasta al menos la semana que viene, cuando se prevé una "movilidad agitada" por las compras de antes de Navidad y teniendo en cuenta que esta semana habrá tenido cuatro días típicamente laborables.

También se controlará la seguridad vial con cajas radar y dos helicópteros con radar incorporado, que sancionarán las conductas inadecuadas en las carreteras "que pueden presentar más presión", como son la C-55, la C-16, la C-17, la C-24, la N-2 y la AP-7. Lamiel pide "máxima prudencia", especialmente con la mirada puesta al retorno del domingo, donde hay pronóstico de posible mal tiempo.

450.000 vehículos saldrán del área metropolitana a partir del jueves

De cara al fin de semana largo de diciembre —con festivo del viernes por la Constitución y la Purísima que cae en domingo—, Trànsit pondrá en marcha en colaboración con los Mossos un dispositivo especial de circulación a partir del jueves a las 15 h y que estará vigente hasta las 24 h del domingo. La previsión del SCT es que en estos días 450.000 vehículos salgan de Barcelona.

También se aplicarán una serie de medidas para facilitar la movilidad durante la operación retorno, habilitarán dos carriles adicionales en sentido contrario al habitual —el de Sant Celoni a Montornès del Vallès y el de Vilafranca del Penedès hasta Molins de Rei— para el tráfico que retorna en el anillo metropolitano.
Durante la salida y el retorno, también se cancelará el carril lento en la C-16 entre Berga y Cercs y se abrirá el carril bus-VAO de la C-58 entre Ripollet y Barcelona para todos los vehículos en los dos sentidos.

Los nuevos carros radar de Trànsit

Los carros radar, denominados también radares en remolque, son una nueva generación de radares móviles que presentan mejoras con respecto a la autonomía y movilidad, así como en la detección de los vehículos y gestión de la infracción. Forman parte de la estrategia del Gobierno para combatir la siniestralidad en las carreteras catalanas y Trànsit prevé que haya 25 en 2026.

En sus tres primeros días de funcionamiento, los radares han controlado 65.000 vehículos, 59.000 ligeros y 7.000 pesados, donde del 17% al 23% han superado el límite de velocidad permitida —80 km/h en el caso del radar de la C-31 y 100 km/h en el de la AP-7—, una cifra "elevada" que ha sorprendido a Trànsit, que ha dicho que esperarán que los aparatos sean más conocidos y, a la vez, que "los publicitarán más" para hacer "evidente" su presencia.