Casi un 40%. Dos de cada cinco mujeres jóvenes han sufrido violencias machistas durante un año, tal como ha revelado el estudio Violencias machistas en la etapa juvenil a Catalunya que ha elaborado el Observatorio Catalán de la Juventud (OJC) con ocho investigadoras. De hecho, el informe presentado este miércoles en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres muestra que "la edad es un claro factor explicativo del fenómeno y que se han encontrado diferencias generacionales muy importantes tanto en relación con el perfil como con la victimización". "Las mujeres jóvenes son el grupo de edad con más víctimas, aunque tiene unas especificidades que hace que no se visibilicen ni socialmente ni en muchos estudios", concluye el documento.
Concretamente, el 39,4% de las mujeres jóvenes catalanas de entre 16 y 29 años han sufrido violencia machista sexual o psicológica en el transcurso de un año. Eso es un porcentaje de 21,8 puntos superior que lo que se produce entre el total de mujeres (17,6%). "Este dato confirma que las mujeres jóvenes son las grandes víctimas de la violencia", han explicado en la presentación del estudio.
Violencia psicológica
El informe detalla cómo las mujeres más afectadas son las que se encuentran en la situación de no tener pareja, donde la probabilidad de sufrir violencia es de 2,45 veces mayor entre las chicas jóvenes que entre las que tienen de 30 a 49 años. En caso de no tener pareja pero haber tenido en el pasado, las jóvenes también son más victimizadas: acumulan un 14,8% de casos en comparación con el 91,% del total de la muestra. Hay que apuntar que la violencia psicológica es la que tiene más prevalencia y que las jóvenes son las que han sufrido más formas de violencia, como son el control de las actividades, el vestir o el hecho de hablar con otros hombres.
Otras circunstancias que pueden agravar la victimización entre las jóvenes son el hecho de estudiar, trabajar, de ser económicamente dependientes o de tener diversidad funcional, señala el estudio. Asimismo, concluye que para la juventud hay varias maneras de violencias machistas que no se conciben como tan graves si se comparan en cómo son percibidas entre otros grupos de edad: "Controlar donde|dónde, con quién y qué hace a cada momento", "no dejar que hable con otros hombres", "clavarle una bofetada, una vez, un empuje" o "no dejar que quede o hable con amistades o familia".
El estudio, que incluye muchos más datos, lo ha elaborado el Observatorio Catalán de la Juventud (OJC) con ocho investigadoras: Júlia Bolao Alberny, Sílvia Carrillo Gómez, Mireia Duran Brugada, Maria de la Fuente Vázquez, Maria Rodó-Zárate, Claudia Malpica Lander, Natalia Garrido y Nerea Barjola Ramos.
En la presentación ha participado el director general de Joventut, Àlex Sastre, que ha destacado que "las violencias machistas son un fenómeno en el cual hace falta poner nombres y aportar datos, ya que tiene unas especificidades concretas que no se hacen visibles cuando afectan a las personas jóvenes". Al mismo tiempo, ha incidido en la necesidad de "rehuir la visión adultocéntrica, promover actitudes de tolerancia cero ante la normalización extendida del machismo y aceptar que se tienen que volver a definir las violencias machistas con el fin de reconocer que ocupan ámbitos y espacios fuera de los atribuidos tradicionalmente".