Después de que a principios de semana se conociera que dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español fueron sobornados para filtrar información clasificada en los Estados Unidos, cosa que ha abierto una crisis entre dos países aliados como son España y EE.UU., este jueves se ha conocido que al menos dos agentes estadounidenses destinados a la embajada de Madrid han sido expulsados de España por haber estado implicados directamente en el escándalo, como captadores de agentes del CNI para conseguir las filtraciones.

Tal como ha adelantado El País este jueves, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, llamó a consultas a la embajadora estadounidense en Madrid, Julissa Reynoso, para pedir explicaciones sobre el incidente entre ambos países. También lo hizo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que trasladó a Reynoso el malestar que esta injerencia en el CNI ha causado en el gobierno de Pedro Sánchez, en tanto que consideran de extrema gravedad la captación de espías para traicionar a su país, una práctica de guerra sucia que es habitual con países rivales o enemigos, pero no entre aliados. Finalmente, al menos dos agentes estadounidenses implicados en los hechos han sido expulsados de España.

Según las fuentes consultadas por el citado diario, la embajadora estadounidense aseguró a Robles que desconocía los hechos y que los agentes que protagonizaron la injerencia actuaron al margen de su mano y a través de un programa puesto en marcha por la anterior administración, antes del gobierno de Joe Biden, y que se ha mantenido sin que ella estuviera al corriente. Julissa Reynoso también pidió disculpas y prometió colaboración para aclarar los hechos.

Dos agentes del CNI, a prisión por filtrar información clasificada a una potencia extranjera

El caso estalló este lunes, cuando se conoció que dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español fueron detenidos este año por una supuesta revelación de secretos al haber filtrado información reservada a los Estados Unidos a cambio de dinero. Uno de ellos, el superior, se encuentra a prisión preventiva, mientras que el otro, su ayudante, ha sido dejado en libertad con cargos después de haber sido encarcelado también en un primer momento.

Cuando se conocieron a los hechos dentro de la casa, la directora del CNI, Esperanza Casteleiro, llevó el caso a la Fiscalía y se presentó la correspondiente denuncia a un juzgado de Madrid. Ahora mismo, el caso está bajo secreto, mientras avanzan las investigaciones de los magistrados, que ordenaron detener a los espías del CNI y registrar sus domicilios. Los funcionarios del CNI están siendo investigados por revelación de secretos, aunque los hechos también podrían ser constitutivos de una versión agravada de este delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, que puede castigarse con entre 6 y 12 años de prisión, de acuerdo con el Código Penal.