Nuevo juicio contra manifestantes. En este caso, contra negacionistas de la covid-19 y la Fiscalía i también les pide penas muy elevadas. En concreto, la Fiscalía pide 7 años y medio de prisión para un manifestante por los delitos de desórdenes públicos y de atentado contra la autoridad por las acciones que realizó en una de las protestas contra las restricciones dictadas por el Govern para controlar la pandemia del coronavirus, el 30 de octubre de 2020 en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Para el segundo manifestante le pide 5 años de prisión por los dos mismos delitos. La sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona juzgará las dos personas este jueves. No es la primera vez que la Audiencia de Barcelona juzga a un manifestante anticovid para provocar disturbios en Barcelona.
Las medidas para controlar la covid-19 provocó bastantes protestas, especialmente de la hostelería y el ocio nocturno, cuando se decretó su cierre. Hubo varias protestas y en una de ellas se lanzó pintura roja en la fachada del Palau de la Generalitat, que el mismo gremio rechazó como medida de protesta. En el caso de la protesta del 30 de octubre de 2020 por la tarde, el fiscal en el escrito provisional de acusación manifiesta que había unos 700 concentrados y se "tiraron elementos de pirotécnica, piedras y botes de humo" contra la fachada de la Generalitat. Añade que los dos manifestantes realizaron acciones violetas "amparándose en la protesta" y los acusa de "socavar la pacífica convivencia ciudadana", y cuando fueron dispersados de la plaza continuaron los disturbios por las calles de los alrededores, en el casco antiguo.
Lesiones leves a tres mossos
En el escrito de acusación, el Fiscal afirma que uno de los procesados tiró una valla metálica contra un vehículo policial, que estaba ocupando por agentes, y "con un claro menosprecio de las funciones de los policías". Fue perseguido por dos agentes, que al final lo detuvieron en la Via Laietana. Por estos hechos le pide: 4 años de prisión por el delito de desórdenes públicos y a 3 años y 6 meses por el delito de atentado contra la autoridad. Además, le acusa de dos delitos leves de lesiones por cada uno de los cuales pide que pague una multa de 1.080 euros, y también que indemnice cada a uno de los agentes con 245 euros al sufrir erosiones, uno en una rodilla y el otro, en una mano al detenerlo.
En el caso del segundo manifestante, el fiscal lo acusa que dio un golpe con su monopatín a una moto de la Guardia Urbana que ya estaba en el suelo. Al ser detenido también forcejeó con un agente de los Mossos de Esquadra, que sufrió contusiones en la muñeca derecha. Por estas acciones, le pide: 4 años de prisión por el delito de desórdenes y 1 año más por el de atentado contra la autoridad, además de una multa de 1.080 euros por el delito leve de lesiones y que indemnice el agente. Los negacionistas se manifestaron en diferentes zonas de Barcelona, hace tres años.
En el juicio, habrá que ver si el fiscal modifica a la baja o no el delito de desórdenes público porque ha sido reformado, por un acuerdo del PSOE y ERC. Sorprendentemente, en el caso de Dren, juzgado la semana pasada con otros dos chicos por una protesta contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas, aseguraró que le resultaba mejor el delito anterior, al aplicarle una agravante de usar un objeto peligroso, y solo le rebajó un mes la pena solicitada.