Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres de 32 y 33 años, vinculados al supremacismo blanco, por varias agresiones xenófobas en el metro de Barcelona. Los hechos ocurrieron el pasado 16 de abril, cuando los agresores seleccionaron a sus víctimas por motivos de origen o etnia, insultándolas y menospreciándolas. Un vigilante de seguridad, que intentó intervenir para detener a los atacantes, también sufrió lesiones y lo atacaron por ser también, según los Mossos, extranjero. La investigación, que comenzó el mismo día del incidente, ha permitido localizar a dos víctimas, una mujer joven española de raza negra y el vigilante de seguridad privada, de mediana edad y origen sudamericano.

No se descarta que existan otras víctimas relacionadas con estos hechos. Los agentes de la Unitat Central de Delictes d'Odi i Discriminació (UCDOD) de la Comissaria General d'Informació pudieron cerrar el círculo sobre los dos hombres, conocidos por la policía y habituales de estos ambientes neonazis, y los arrestaron. Detenidos ayer, esta mañana han pasado a disposición judicial y han quedado en libertad.

Ambos detenidos tienen antecedentes por delitos contra el patrimonio y estaban identificados por sus motivaciones xenófobas. Según los informes policiales, los individuos accedieron al metro y comenzaron a increpar e insultar a las personas de origen extranjero que se encontraban en el vagón. Esta situación se produjo ante otros usuarios, generando una situación de humillación pública para las víctimas, han explicado los Mossos en un comunicado de prensa este miércoles.

Atacaron también al vigilante de seguridad, extranjero

Cuando el vigilante de seguridad intervino, fue agredido por uno de los atacantes, que lo tiró al suelo e intentó estrangularlo con las manos. Además, recibió insultos por su condición de extranjero y sufrió lesiones a consecuencia de la agresión. Los investigadores continúan trabajando para identificar otras posibles víctimas, ya que los detenidos podrían haber protagonizado hechos similares en la calle antes del incidente en el metro, según los testigos de la agresión. Los detenidos tienen una clara vinculación ideológica con movimientos extremistas supremacistas de ultraderecha violenta y llevaban simbología durante la agresión en ropa y colgantes, según pudieron saber los Mossos d'Esquadra por los testimonios y las cámaras de seguridad.

La Comissaria General d'Informació es sobre quien recaen estas investigaciones para detener a personas relacionadas con delitos ideológicos como estos, que se enmarcan en el supremacismo blanco.