2030 es la nueva fecha fijada para un derribo, el del edificio Venus del barrio de La Mina de Sant Adrià del Besòs, que se viene proyectando desde 2001 y que todavía no se ha materializado. La enorme colmena de pisos que saluda a los visitantes en Barcelona que pasan por el lado Besòs de la ronda Litoral está deteriorado y la administración catalana hace más de veinte años que lo quiere echar abajo, pero antes se tenía que buscar una solución habitacional para las 244 familias que viven allí, en muchos casos en una situación de vulnerabilidad y exclusión social y en otros también con litigios en marcha porque se oponen al realojamiento forzado o reclaman indemnizaciones más altas.

Después de intentos frustrados por parte del Consorci de la Mina para negociar el desalojo, desde la aprobación del Plan de abril de 2024 se han marchado 15 familias que se han acogido a indemnizaciones por expropiación. Con respecto a realojamientos, hay 14 en trámite que se ejecutarán en pocas semanas. El objetivo a corto plazo del Consorci es poder cerrar una setentena de pisos antes del verano, el 29% del total. En más de los 15 que ya están tapiados, por los vecinos que se han marchado con indemnizaciones, se espera que unos 30 vecinos más puedan acogerse a la misma fórmula en los primeros meses de este 2025. Los primeros vecinos a los que se está llamando son los que tienen unos índices de vulnerabilidad más elevados.

Con todo, no todo el mundo responde positivamente al desalojo forzado. De hecho, hay 14 familias más que, a pesar de tener prioridad, han rechazado ser realojadas en esta primera fase y esperan poder optar en otros pisos más adelante. El Consorci de la Mina ya ha iniciado los trámites para una segunda fase de realojamientos. El secretario general de Drets Socials de la Generalitat y presidente de la Comissió Executiva del Consell de Govern del Consorci de la Mina, Raúl Moreno, explica en declaraciones a la ACN que aunque los pasos son muy lentos el objetivo último no tiene que ser llegar al derribo en una fecha concreta, sino garantizar una "segunda oportunidad" digna a las familias. El Plan, de hecho, preveía poder derribar el edificio en 2028, horizonte que ahora no se ve posible. En todos estos casos, de vecinos que se marchan de manera individualizada a pisos ubicados en otras comunidades de vecinos, el Consorci de la Mina se ha comprometido a hacer un acompañamiento integral, que va desde "el aterrizaje" en la nueva comunidad a la gestión de trámites básicos como el alta de suministros.

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El edificio Venus de La Mina / ACN

Primero fueron 24 los pisos adquiridos para llevar a cabo los realojamientos iniciales y ahora el Consorci trabaja para adquirir 35 viviendas más en el mismo barrio. Se han recibido un total de 49 ofertas y ahora los equipos técnicos están en fase de evaluación de las viviendas. En paralelo, se está redactando también el proyecto para construir 66 viviendas de protección oficial delante mismo del actual edificio Venus. La previsión del Consorci es tener el proyecto listo en verano y que las obras, una vez licitadas, se puedan iniciar a principios de 2026. La tercera medida será un segundo edificio de viviendas, que se ubicará en el otro extremo del barrio: en la calle Ramon Llull. El número de viviendas que se acaben haciendo es por ahora "indeterminado" y dependerá de los realojamientos pendientes al final de todo el proceso de reubicación de las familias.

La previsión del Consorci es que entre finales de 2029 y principios de 2030 esté construido este último edificio nuevo y se pueda entregar las llaves a las familias, lo que permitiría derribar Venus dentro de cinco años, si no hay nuevos imprevistos. "La voluntad es acelerar y haremos todo para que sea lo antes posible," ha señalado Moreno. El secretario de Drets Socials, sin embargo, insiste en que ante la complejidad del proyecto y la situación de las personas que viven en el Venus, poder hacer el vaciado en cinco años es "razonable".

Vaciado por tramos para cuidarse en salud

A medida que pasen los meses quedarán cada vez menos personas viviendo en el Venus, hasta llegar a convertirlo en una especie de bloque fantasma. Para evitar los problemas de seguridad que eso podría ocasionar, el Consorci de la Mina plantea un vaciado "por escaleras y por pisos". De esta manera, una vez realojadas las familias con una vulnerabilidad más extrema, las siguientes se priorizarán en función de donde vivan. En el Venus, los pisos están repartidos en seis escaleras y el gerente del Consorci, Juan Luis Rosique, detalla que se empezarán a vaciar por los pisos de arriba, entre el 6.º y el 10.º. De esta manera, se podría inutilizar una parte del edificio. "Si somos capaces de aislar una parte del edificio, la gestión de la seguridad será más sencilla", apunta Raúl Moreno.

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Edificio en el barrio de La Mina / ACN

Decenas de litigios en marcha por la disconformidad vecinal

Parte de toda esta planificación, sin embargo, está acondicionada por como acaben los diferentes litigios que algunos vecinos tienen abiertos con el Consorci de la Mina. De entre las 244 familias del Venus se han presentado, según datos facilitados por Drets Socials, 78 recursos de reposición y 103 recursos de disconformidad por los importes de expropiación. En paralelo, hay 35 recursos judiciales al contencioso. Se trata de vecinos que reclaman mayores indemnizaciones por el retraso en el derribo y la ejecución del plan de expropiaciones. El Consorci les pagó 5.000 euros, pero los vecinos reclaman 10.000 euros por año desde 2009, cuando se aprobó el primer Plano Especial de Remodelación y Mejora del barrio. Los vecinos también reclamaban que se les aplicara el decreto de viviendas para afectados urbanísticos (HAUS) para que los realojamientos no les supongan ningún sobrecoste. Es decir, que se pueda intercambiar el piso del Venus por el piso nuevo sin tener que pagar la diferencia del valor de mercado, de igual metros cuadrados.

20 millones de euros en indemnizaciones

El Consorci quiere subrayar que se ha mejorado un 22% la cifra de las indemnizaciones para las expropiaciones. Si inicialmente oscilaban entre los 80.000 y los 99.000 euros y ahora son de entre 97.000 y 121.000 euros, en función de las habitaciones que tenga el piso. En este sentido, el secretario de Drets Socials defiende que en este proceso todos los vecinos del Venus tienen garantizada una salida. Un total de 105 vecinos cumplen los requisitos para ser realojados, mientras que el resto pueden optar por indemnizaciones, si son propietarios, o a un alquiler social. También se promueve la propiedad compartida para ayudar a aquellos vecinos que no puedan asumir los impuestos derivados de la compraventa, en los casos de los realojamientos. La cifra puede llegar a los 16.000 euros y el Consorci les propone asumir el coste a cambio de quedarse una parte de la propiedad de la nueva vivienda. En total, el presupuesto del Plan es de 30,8 millones de euros y el importe total de valoración de las viviendas que se tienen que expropiar se aproxima a los 20 millones.

Transformar el barrio: tendrá una sede del Departament de Drets Socials

Al margen del edificio Venus, el plan de transformación de La Mina también prevé la construcción de la nueva sede del Departament de Drets Socials de la Generalitat, una guardería, un centro de día para las personas mayores, la remodelación del casal cívico del barrio, o un centro internacional de luchas olímpicas. Más allá de "las piedras", Raúl Moreno apunta que es también imprescindible dotar el barrio de proyectos sociales que favorezcan la transformación. En este sentido, afirma que cada año se invierten en actuaciones sociales unos dos millones de euros, destinados principalmente a políticas de inserción sociolaboral, educación y participación comunitaria.