La inteligencia artificial, en escuelas e institutos. El Departamento de Educación ha presentado una recopilación de orientaciones y recomendaciones para incorporar esta tecnología moderna al mundo de la enseñanza. De hecho, la Generalitat opta ahora por promover su uso a través de un decálogo dirigido a los docentes y los centros, elaborado por un grupo de trabajo formado por personal del Departamento y profesores, y asesorado por expertos del mundo educativo y universitario. El documento plantea oportunidades de uso y desafíos de la IA, y recoge, también, dudas e incertidumbres que todavía están por resolver.
Una de las principales orientaciones que se plantea para la IA es que haga de elemento de apoyo en el campo del aprendizaje del alumnado, mediante buscadores, revisores lingüísticos, traductores, lectores y aprendizaje asistido como simuladores, realidad aumentada, realidad virtual o metaverso. También se considera que la tecnología puede ser utilizada por docentes para facilitar la generación de actividades, la evaluación de alumnos o la personalización de los aprendizajes. Con respecto a los centros educativos, se propone utilizar la IA para mejorar los procesos de recogida de datos, para detectar perfiles de riesgo o para facilitar procesos de evaluación conjunta. Y en el marco general del sistema educativo, se considera que la IA puede ofrecer apoyo en la recogida de datos para la toma de decisiones a la hora de prever necesidades de intervención, prevenir el absentismo y el abandono escolar, detectar perfiles de profesorado o facilitar procesos administrativos.
A pesar de las ventajas, el decálogo de Educación también advierte sobre los límites y los desafíos de la nueva tecnología. "Hay que ser conscientes de los retos que plantea", avisa, subrayando la existencia de siete grandes desafíos. Entre estos, hay la privacidad —por lo cual se recomienda no proveer nunca datos personales—, la vigilancia —"la recopilación de datos constante puede hacer que el alumnado pueda estar monitoreada constantemente—, y la protección de datos —a causa de la falta de información en algunas herramientas d'IA sobre su tratamiento—. Con respecto al ámbito educativo, la guía recoge que traspasar decisiones a las IA puede provocar falta de autonomía en el alumnado, y que reproducir las respuestas sin cuestionarlas puede implicar una amplificación de una información sesgada o directamente falsa.
Con todo, el texto ofrece varias propuestas para programar en el ámbito de centro y sistema, además de herramientas y ejemplos concretos de incorporación de la IA en el aula para potenciar el aprendizaje personalizado y adaptativo. Se ofrecen programas para ayudar a conocer el funcionamiento y utilizarla en actividades de aula, con el objetivo de ayudar en el trabajo competencial. Por otra parte, también se enumeran formas de usar diferentes aplicaciones para reorientar las programaciones educativas, para que se enriquezca el proceso de aprendizaje. En este sentido, se presenta la IA como una oportunidad para consolidar el trabajo por competencias, en línea con el currículum vigente.
Anna Simó apuesta por la IA
El anuncio lo ha hecho la consellera de Educación, Anna Simó, quien considera que se está a tiempo de hacer que "la IA sea motor de la mejora educativa". "Es imprescindible que, desde el sistema educativo, nos enfrentemos, que seamos capaces de reflexionar como dejamos entrar la IA en el aula, como podemos aprovechar todo el potencial educativo", ha señalado, remarcando la existencia de riesgos. No obstante, Simó también ha afirmado que "pase lo que pase, la educación siempre necesitará al docente" esencial con respecto a las relaciones personales, la capacidad de motivar, el acompañamiento emocional, la adaptabilidad a situaciones imprevistas y la empatía.