El Departament d'Educació de Catalunya hará pruebas a los alumnos para detectar problemas relacionados con el lenguaje, como la dislexia, y otras necesidades educativas a partir del próximo curso. La consellera de Educació, Esther Niubó, ha anunciado este lunes en la Comissió d'Educació i Formació Professional del Parlament que se realizará una prueba para detectar problemas del lenguaje al llegar a 1.º de primaria y una prueba de dislexia a todo el alumnado de 3.º de primaria. Además, se hará un cribado genérico en 5.º de primaria y 2.º de ESO para detectar necesidades que no se hayan detectado antes. Y se realizarán pruebas a todos los alumnos que llegan con la matrícula viva, es decir, que llegan a un centro con el curso ya empezado —por mudanza o emigración de sus familias—. A su vez, el departament prepara guías en colaboración con el Col·legi de Logopedes para ayudar a los centros y las familias de los niños con diversidad neurocognitiva. Todo ello, con el objetivo de efectuar una detección precoz de cualquier trastorno y poder actuar con más tiempo para garantizar el éxito educativo de los menores. De momento, se plantea para este avance en cribado una prueba piloto en centros de Cornellà, Manresa, Sabadell y Vic.

Niubó ha comparecido ante el Parlament para defender su acción al frente del Departament d'Educació desde que el president Salvador Illa la nombró y se ha enfrentado a la fiscalización de los grupos parlamentarios de la oposición en una sesión en la que se han abordado todos los temas candentes de la educación en Catalunya: la fusión de materias de ciencias en el bachillerato y el debate sobre si se pierden horas o no, el cierre de líneas en la escuela pública, los malos resultados en las pruebas de competencias básicas, el acuerdo del Govern con la OCDE para analizar y proponer medidas para el sistema educativo catalán, el blindaje del catalán, también en las aulas de acogida del alumnado recién llegado e, incluso, la presencia de la educación afectivo-sexual en las escuelas.

Sobre la fusión de ciencias en bachillerato a partir del curso 2026-2027, un requisito del Ministerio de Educación para equiparar todas las comunidades autónomas al que muchos docentes se oponen y que ha hecho que se hayan constituido en una plataforma para luchar en contra, Niubó se ha enfrentado a la oposición de los Comuns, con Jèssica Albiach presente, y de la CUP, con Laia Estrada, que recogen el malestar docente sobre la reducción de horas lectivas, y de Junts. La portavoz juntaire hoy, Anna Erra, ha mostrado preocupación por que ello "abra la puerta a una selectividad unificada" y también ha rechazado que se "difumine" el Treball de Recerca, otra singularidad de la educación catalana, que pasará a contar como una asignatura más. La consellera Niubó ha reiterado que están obligados por el Ministerio y por una sentencia del TSJC y ha instado a la oposición a no "politizar ni judicializar" los currículums educativos. También ha argumentado que no habrá una pérdida de horas porque se compensará la fusión con más horas de estas asignaturas de modalidad de tres a cuatro semanales y con las optativas "altamente recomendables" que amplían sus temarios. Niubó también ha defendido que homologar al resto de comunidades es "garantizar los derechos" de los alumnos, para que no se encuentren problemas de homologaciones si se marchan fuera de Catalunya.

Desde Esquerra Republicana —Najat Driouech y Mar Besses— de los Comuns y de la CUP, han lamentado la eliminación de 111 líneas en la pública, con especial incidencia en Mataró o en Terrassa, y han instado a aprovechar la bajada de la natalidad para reducir ratios. Estrada lo ha llegado a tachar de "aberración". Niubó ha defendido que el "ajuste" de la oferta de plazas se hace con el objetivo de evitar la segregación, dado que cuando existe sobreoferta en los centros, habitualmente el vulnerable se queda en unos centros determinados y muchas familias llevan a sus hijos intencionadamente a otros. Además, después estos centros ya vulnerables, al tener más espacio, reciben mucha matrícula viva de alumnos recién llegados durante el curso. Asimismo, la consellera sostiene que no existe una afectación a las ratios en esta eliminación de líneas, ya que, dice, se mantienen de 18 a 20 alumnos por clase. Con todo, ha reconocido que no se han podido reducir ratios en secundaria, a pesar de que es donde resulta más necesario, por falta de espacio.

"Connivencia con la ofensiva españolista"

Con respecto a las aulas de acogida, la consellera ha enaltecido su aumento en 417 más —debido a la llegada de 12.000 alumnos el año pasado con el curso empezado— y que se está haciendo formación al profesorado que las lleva. El debate ha girado en torno a la lengua que se usa en estos espacios para integrar: la CUP ha acusado al Govern de "connivencia con la ofensiva españolista" y ha censurado que se pueda usar el castellano en estos espacios. ERC ha reclamado defender la inmersión lingüística y Junts ha lamentado que cuando llegan niños latinoamericanos "no van a las aulas de acogida y arrastran a todo el mundo a hablar castellano", por lo que piden más control. Niubó ha defendido que el catalán es la lengua vehicular en estos espacios y, ante los discursos de PP y Vox, ha defendido que el castellano no está minorizado y que si muchos menores recién llegados no aprenden catalán en la escuela no lo harán en ningún sitio.

Sobre el acuerdo con la OCDE para mejorar la educación catalana con análisis y propuestas inspiradas en otros países, se ha reiterado el debate de cuando el Govern firmó el acuerdo. Los Comuns y la CUP cargan contra la institución internacional, que consideran más próxima al empresariado y a la privatización que a las aulas y creen que la mejora pasa por destinar más recursos, hacia el 6% del PIB, no por que "los docentes tengan que ser coaches y trabajadores sociales" también. Mientras que Junts ha lamentado que supondría dejar en un segundo lugar los pactos previos en Catalunya en materia de educación y que no corresponde buscar un nuevo camino a fuera. Niubó ha replicado que el acuerdo será bueno y no se solapa con los consensos en Catalunya, ha pedido respeto a la vía de decisión del Govern para mejorar los malos resultados educativos en Catalunya y ha instado a esperar los resultados para analizar y criticar.

Educación sexual en menores de seis años: consentimiento y emociones

Finalmente, con respecto a la educación sexual, el PP la considera fuera de lugar en las aulas para los niños menores de 6 años, y Niubó ha explicado que la educación afectivo-sexual está adaptada al grado madurativo de los menores y que cuando son tan pequeños es relativa al consentimiento, como no obligar a dar o recibir besos si no lo quieren, a conocer el propio cuerpo, a trabajar las emociones y a abordar cosas como el juego y el género. Por último, ante las críticas de la oposición, la consellera ha defendido que "no estamos en lo de siempre", que el Govern se mueve con toda una serie de propuestas y ha recordado que "sin presupuesto es complicado abordarlo todo". De cara al futuro, Niubó también ha anunciado que empiezan a evaluar la entrada de las pantallas en las aulas y ha anunciado que las concreciones de los aprendizajes mínimos de lengua y matemáticas "están a punto de publicarse" y que está previsto presentarlas a las direcciones este mes.