Desacuerdo total. Finalmente, el conseller de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, se ha reunido este viernes por la mañana con representantes de los sindicatos que han pasado la última noche ocupando su departamento. Pero la reunión no ha acabado con ningún tipo de acuerdo. La posición de Educació se ha mantenido firme, y USTEC, CCOO, la Intersindical, UGT y el Aspepc han insistido en su principal demanda: que el calendario del curso escolar no se modifique y, por lo tanto, las clases no den su pistoletazo de salida el día 5 de septiembre. Ante el desacuerdo, los sindicatos han anunciado que convocan una huelga de cinco días durante el mes de marzo, además de amenazar con no dar clases a los alumnos si el departament mantiene la modificación de calendario escolar.

Esta amenaza de no dar clases está sobre la mesa, pero no es firme. Sí que es firme la decisión de ir a la huelga, aunque los sindicalistas no han concretado qué días se convocará este paro. Así lo han explicado las portavoces de los sindicatos en las puertas del Departament d'Educació, minutos después de que el conseller Cambray explicara también ante la prensa cuál había sido la posición de su departament en este encuentro. Aunque esta medida haya sorprendido a la comunidad educativa por su anuncio inesperado, el jefe de Educació ha insistido en que su conselleria defiende "el diálogo, diálogo y diálogo" ante los manifestantes, y que es por este motivo que finalmente ha aceptado reunirse con ellos.

 

Este jueves, su número dos, Patrícia Gomà, manifestó que el departament estaba abierto a negociar "el cómo", pero no "el qué". La secretaria general de Educació dejó bien claro que la decisión de adelantar el calendario del curso escolar ya está tomada, y que no había marcha atrás. Ahora bien, no concretó en qué se traduce "el cómo". Sí que ha tratado de hacerlo el conseller Cambray a preguntas de los periodistas. Ha matizado que el departament se abre a discutir de qué manera echa una mano para que los centros se adapten a la medida, pero que la medida, efectivamente, ya está tomada.

El conseller de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, atendiendo a los medios / Foto: Sergi Alcàzar

Cambray considera que este adelanto del calendario escolar no afecta a los derechos laborales del profesorado. Los sindicatos discrepan absolutamente. Consideran que iniciar el curso el 5 de septiembre provoca que durante el verano se tengan que hacer más horas, y que haya descontrol en las escuelas para organizar el curso siguiente. Como el departament no lo ve así, Cambray ha asegurado que no piensa dimitir, aunque este anuncio no sólo haya encendido los sindicatos, sino también el Consell Escolar, con quien tiene una reunión el próximo lunes. Hay que recordar que el Consell Escolar es un órgano consultivo; y la conselleria no consultó con este órgano la modificación del calendario, a pesar de estar obligado por ley.