Mientras que hace años que los niños que se dedican profesionalmente a actividades artísticas tienen una protección legal, los niños que se dedican en solitario o en familia a crear contenido por YouTube u otras redes no tienen ley que vele por sus intereses. Ahora, el Ministerio de trabajar, en coordinación con el de Cultura, quieren revertir esta situación, según informa El Mundo. Justamente, los dos ministerios trabajen en una modificación de la ley que ya regula a los niños dedicados a las artes, el Real decreto 1435/85, para adaptarlo a la actividad de los niños influencers. La nueva regulación pretende acabar con el limbo legal en que se mueve actualmente la actividad de estos niños que arrastran miles de seguidores.

Actualmente, un niño actor tiene un límite de horas al día que puede trabajar. En cambio, no hay nada que impida que un niño influencer se lo obligue a grabar horas y horas. Son situaciones como estas la que el Gobierno quiere cortar de cuajo. De hecho, fuentes del ministerio de Yolanda Díaz han declarado que estos niños "no se dedican a coser botas, pero trabajan en el sótano de su casa haciendo publicidad indirecta". De hecho, tanto en el Estado español como por todo el mundo, hay niños influencers que se han convertido en el soporte económico de la familia.

¿Qué restricciones se quieren aplicar?

El nuevo texto para regular la actividad de estos niños plantea que los menores de 16 años que se dediquen a esta actividad tengan el número de horas de grabación limitadas. Además, los padres tendrán que estar presentes durante las grabaciones y ni ellos ni empresas puedan embolsarse nada de lo que generen sus hijos. Con respecto a este último aspecto, la nueva normativa obligaría a que parte de los beneficios se ingresen en una institución financiera, la cual gestionaría el dinero hasta que el niño sea mayor o se emancipe. Además, la reforma del decreto 1435/85, que el Gobierno prepara y que se incluirá en el Estatuto del Artista, también recoge la regulación de los protocolos de abuso sexual.

Familias con gran seguimiento

El fenómeno de las familias que crean contenido de su día a día o de los niños que se ponen delante de una cámara hace años que crece. El mercado por este tipo de contenido es muy fértil y muchas familias se tiran. Sin embargo, siendo una actividad económica tan nueva, está muy poco regulada, a pesar de mover tantos seguidores y dinero. Por ejemplo, en el Estado español hay canales como Leotube o Mikeltube, con 4 y 9 millones de seguidores respectivamente. En países como Francia ya se ha empezado a regular esta actividad en los niños.