La Audiencia de Barcelona ha estimado parcialmente el recurso de apelación interpuesto por Irídia en representación de cuatro víctimas y acuerda la citación en calidad de investigados de los agentes Gamo 40 y Lobo 20, dos jefes de grupo que actuaron en el instituto Pau Claris el 1 de octubre y que eran los encargados de ordenar la ejecución de la actuación policial en aquel instituto.

Gamo 40 fue el encargado de la actuación dentro del instituto, en la zona de las escaleras, y Lobo 40 el encargado de la actuación en la zona intermedia, entre el exterior y la zona de las escaleras. El auto confirma, por una parte, que ambos agentes tenían funciones concretas dentro del operativo y autonomía propia y capacidad decisoria sobre sus subordinados y sobre cómo llevar a cabo la actuación policial y, por lo tanto, pueden tener una eventual responsabilidad penal por los actos lesivos que se realizaran.

 

 

Por otra parte, el auto es contundente a la hora de valorar que las actuaciones llevadas a cabo por varios agentes en el interior del instituto Pau Claris fueron claramente desproporcionadas, innecesarias e injustificadas, poniendo como ejemplo graves agresiones denunciadas, en las que Irídia representa la acusación particular.

Estos agentes tendrán que declarar como investigados sobre cuáles fueron las órdenes impartidas para ejecutar la actuación policial en las escaleras de Pau Claris y cuál fue su actuación.

 

 

"Valoramos muy positivamente esta resolución, pues desde el principio hemos defendido que no se trata solamente de una actuación individual de agentes que sería delictiva, sino que el propio operativo que se llevó a cabo en el instituto Pau Claris, y en concreto en las escaleras, fue desproporcionado e innecesario y causó actuaciones que podrían ser constitutivas de delitos de lesiones y delitos contra la integridad moral", ha destacado Irídia.

"Visionando las imágenes, es evidente que la actuación policial fue en muchos casos desproporcionada", afirma el auto. Detallan que la actuación policial "en muchos casos resulta, indiciariamente, desproporcionada, innecesaria e injustificada".

El auto describe las actuaciones con estas palabras: "bofetadas a algunas personas, lanzar a personas por las escaleras, coger del pelo a mujeres y arrastrarlas, lanzar a la calle bolsas y efectos personales de la gente, e incluso uno de ellos llega a pisar a las personas".

El magistrado Eduardo Navarro ha presentado un voto particular donde defiende que había que desestimar los recursos interpuestos. Indica que cada agente debería responsabilizarse de sus acciones de forma individual.

Navarro afirma que, en todo caso, los mandos tuvieron "una actitud pasiva". Añade que cada agente actuó de forma "absolutamente diferente", sin responder a unas "pautas de actuación u órdenes concretas".