El caso de Juana Rivas se complica todavía más a pesar del indulto concedido por el Gobierno. Así lo ha decidido el titular del juzgado número 1 penal de Granada, Manuel Piñar. En el auto hecho público este viernes, el juez ha argumentado que poner en libertad a la madre condenada por la sustracción de sus hijos supondría un riesgo para las criaturas y su padre, el italiano Francesco Arcuri, después de que se haya conocido que uno de los niños sufrió abusos sexuales mientras estaba a cargo de su madre. En el derecho familiar, los jueces siempre deben anteponer el interés y la protección de los menores por encima de cualquier otro factor. Es por eso que el indulto parcial concedido por el Consejo de Ministros el mes pasado no se hará efectivo.

Peligro por abusos

En el auto recogido por Efe, el juez de Granada ha argumentado su negativa a suspender la pena con las mismas razones que ha mantenido desde el inicio del proceso penal, ya que cree que Rivas no se ha arrepentido, que existe reiteración de la conducta y que hay peligro para los hijos de Rivas y su expareja, el italiano Francesco Arcuri. En este sentido, el juez señala que uno de los hijos sufrió abusos estando bajo la custodia de su madre, abusos que, según señala el juez, fueron corroborados por un pediatra y expuestos por el mismo menor, un hecho que hasta ahora se ha mantenido secreto para proteger la intimidad del niño.

En esta decisión, ha destacado que Rivas ha repetido en varias ocasiones que no se arrepiente y que lo volvería a hacer. Para el juez Piñar, la puesta en libertad de Juana Rivas supondría un peligro para los niños, que actualmente residen en Italia con su padre. "El interés y seguridad de los menores, según los hechos del caso, aconseja que la madre no tenga plena libertad para moverse con ellos, contrariamente a lo que opina la defensa y el Fiscal por imposición de la Fiscalía General del Estado," ha subrayado el juez.

Maltratos

Piñar ha añadido que "poco después de constatarse estos hechos", Rivas ocultó a los niños y dificultó la investigación de los hechos, lo cual ha interpretado como una conducta negligente y la verdadera razón por la desconfianza que le genera la condenada. En referencia a las alegaciones que su expareja y padre de los hijos la maltrataba, el juez cree que si bien "es posible que haya sido víctima de maltratos continuos como ha manifestado aunque no existen condenas", "también es probable que uno de sus hijos haya sido víctima de abusos sexuales por deficiencias en la vigilancia ejerciendo la guarda y custodia, aunque tampoco hay condena", ha reconocido Piñar.

Indultos

Sobre los indultos concedidos por el Gobierno, el juez opina que "no es veraz ni justificado" que se pida suspender la condena para facilitar la relación familiar. Piñar recuerda que los artículos que regulan la suspensión de la pena "facultan, pero no obligan" a eliminarla, después de lo que determina que no procede la puesta en libertad de Rivas. La fiscal del caso de Juana Rivas pidió el miércoles pasado la suspensión de la pena de prisión que le quedaba para cumplir después de una reunión del alto nivel encabezada por la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, para aplicar el indulto parcial concedido por el Consejo de Ministros.

Además de exponer la base legal de sus argumentos, Piñar ha expresado dudas sobre si realmente le corresponde a su juzgado decidir sobre la suspensión de la pena de prisión porque, con la concesión parcial del indulto, el Poder Ejecutivo ha sustituido el Judicial. "Este Juzgado no será participio de esta eventualidad, al menos mientras dure la condena, porque la probabilidad de reiteración delictiva disminuye en un régimen penitenciario de tercer grado sujeto a controles", ha resumido el juez, que ha asegurado además que su decisión no es "un capricho ni una cruzada contra nada", sino que está basada en fotografías, informes y periciales.

Igualdad lo critica

Por su parte, la secretaría de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, ha criticado la decisión del juez a través de un mensaje a Twitter:

 

Foto principal: Juana Rivas / Efe