El ladrón que actúa en Pineda de Mar (Maresme) es imparable y cada vez más sorprendente. Lo han detenido más de 30 veces y tiene a los Mossos d'Esquadra y a la policía local fastidiados. Después de atemorizar una urbanización entera y de intentar okupar un bloque de pisos, ahora se ha fijado en el cementerio municipal donde se están haciendo obras y no se lo ha pensado dos veces antes de robar parte de las herramientas. Lo pillaron "in fraganti" la madrugada de miércoles a jueves y la policía local lo volvió a detener.
El cementerio de Pineda de Mar está en obras. La brigada municipal tiene una caseta donde guarda todas las herramientas. Y éste fue el nuevo objetivo del ladrón de Pineda. "Estaba bien cerrado", explican a El Nacional fuentes policiales. Pero el ladrón forzó el candado. "De hecho ha ido forzando, ha ido forzando y un poco más se lleva por delante una parte de pared", explican las mismas fuentes.
Pero alguien oyó ruido en el cementerio y llamó a la policía. Cuando llegó la policía local encontró al ladrón dentro del cementerio y allí mismo lo detuvieron.
En el Ajuntament de Pineda de Mar, algunos administrativos cuando cogen el teléfono para derivar la llamada a los responsables de seguridad, se ríen al saber de qué tema se trata. Todo el mundo sabe quién es el ladrón de Pineda en la localidad, pero nadie lo para.
Currículum
El individuo va vestido muy tapado y con una mochila con herramientas, y lleva guantes para no dejar huellas. Pero si lo pillan o lo ven por la calle hace ver que es a un okupa. Viste con una mezcla extraña entre la estética de un ladrón y de un okupa.
Empezó robando en la misma urbanización donde vivía. Después okupó una casa y se instaló en la urbanización Pinemar. Allí hizo una decena de asaltos a varias casas. Aunque le llegaron a encontrar más de 140 objetos robados, como no pudieron acreditar que los había cogido él, quedó en libertad. La policía hizo una guardia de 24h para poder pillarlo in fraganti.
El ladrón no busca nada en concreto a la hora de robar. En una casa entró hasta tres veces y como ya se lo había llevado todo, no dejó ni el cubo de basura. Ha llegado a robar también ropa y botellas de licor medio vacías. Y en algunas casas dónde no vive nadie no ha tenido ningún problema para llevarse grifos y el cableado eléctrico.
Ahora hace quince días salió de su radio de acción y entró en un bloque de pisos del lado de la Iglesia de Pineda. Robó todos los muebles de tres pisos, los cerró en otro piso que utilizó como almacén y en una de las viviendas alojó a una pareja amiga. La policía los pudo echar y recuperó todos los objetos robados. Lo detuvieron, lo llevaron a los juzgados, pero al cabo de 24 horas ya estaba otra vez en libertad.
A pesar del currículum extenso y la gran cantidad de detenciones, los jueces no encuentran bastantes argumentos en la gravedad del delito para encerrarlo y llevarlo a juicio. El Ajuntament de Pineda, después de instar a la Fiscalía y al juez que encerraran al ladrón en prisión, llegó a anunciar que se presentaría como acusación particular para poder pedir la medida cautelar, pero a estas alturas tampoco ha conseguido nada. De hecho no hay ningún caso abierto donde presentarse.
Los cuatro jueces que han tenido que interrogar al individuo después de cada una de las detenciones lo han dejado en libertad dando el caso por cerrado, algunas veces por falta de pruebas.