"No hay integridad sin transparencia". El nuevo director de la Oficina Antifrau de Catalunya, Miquel Àngel Gimeno, ha tomado hoy posesión de su cargo con un mensaje claro y alto que encamina su etapa hacia la prevención. "Se tiene que investigar, pero también se tiene que prevenir", ha dicho. Y es que aunque el trabajo de la OAC es claro de lucha contra la corrupción, si la investigación que está llevando a cabo desemboca en la detección de un delito, se tiene que trasladar a la Fiscalía, y eso liga de manos a Antifrau, que tiene unas funciones muy limitadas. Por eso la prevención es la gran arma y la gran carta que quiere jugar Gimeno.
Y lo quiere hacer con la complicidad de los funcionarios de todas las administraciones. Desde los ayuntamientos hasta las notarías: "secretarios e interventores, notarios y registradores que pueden dar idea por donde se mueve la corrupción".
Y también apela a la colaboración ciudadana: "Hay que establecer pruebas de control promoviendo que los ciudadanos hagan saber cómo perciben la actuación de las administraciones". Y es que según Gimeno "hay actuaciones administrativas faltadas de ética".
El nuevo director de la Oficina Antifrau no ha obviado en ningún momento la situación que lo ha llevado a ocupar el cargo. Y ha destacado que "ante las circunstancias, es significativo" que el Parlament siga apostando por esta oficina, según ha manifestado la presidenta del legislativo, Carme Forcadell, durante el acto. "El contenido de las conversaciones entre el anterior director de la OAC y el ministro de Interior, Jorge Fernández Diaz, han provocado, nos han dado un golpe que ha dañado, no sólo a la imagen del país, sino que a los ciudadanos les provocó pérdida de confianza hacia la oficina".
Forcadell ha encomendado a Gimeno que recupere esta confianza, en la que es una institución pionera en todo el Estado Español, de la que ha destacado que debe ser un instrumento sin "intereses personales, partidistas o ideológicos", y a la que ha definido como figura clave en la lucha contra el fraude y la corrupción.
Sin plan pero con las ideas claras
Miquel Àngel Gimeno ha admitido que no está en condiciones todavía de exponer un proyecto estratégico sobre la oficina, pero durante su parlamento de toma de posesión si que ha marcado una línea clara de cómo trabajará la OAC.
Gimeno quiere preservar la transparencia, quiere actuar en tiempo real y de una manera efectiva para que la OAC sea disuasoria. Se aceptarán denuncias anónimas con "el único criterio de discriminación de la verosimilitud", ha dicho. Si hay indicios y la denuncia es creíble, se investigará.
Para el nuevo presidente de la OAC, uno de los pilares es la prevención. "En la prevención es donde podemos avanzar más", ha remarcado Gimeno, mientras desgranaba sus objetivos y su manera de ver Antifrau: "No se trata de hacer una OAC mejor, sino de conseguir alguna cosa mejor que la Oficina Antifrau para la sociedad". Y ha subrayado en todo momento el interés general de sus futuras actuaciones, que quiere que sean "imparciales". "La ciudadanía nos pide a todos que actuemos de esta manera", ha añadido.
La otra pata de su propuesta es la transparencia: "El ejercicio del derecho a saber es un gran paso contra la corrupción", ha apuntado.
¿Rodarán cabezas?
Con lo que no ha sido tan transparente Gimeno ha sido respecto a la estructura que tendrá la OAC y a si renovará la cúpula. A los de la segunda línea les ha reconocido el buen trabajo y al equipo de su predecesor, Daniel de Alfonso, sólo se ha referido diciendo que "habrá que conocer el estado de la actividad de la oficina" antes de tomar alguna decisión.
Desde la destitución de De Alfonso ha sido Mayte Masià, la mano derecha del anterior director, quien ha estado al frente de la OAC. En su corto mandato como directora, Masià ha destituido a tres directores de área. Todo apunta que Gimeno se rodee de un equipo nuevo y que Masià cesará en sus funciones.
El apoyo de todos
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell ha pedido a Miquel Àngel Gimeno que haga recuperar la confianza en la OAC. "Juega un papel importante en la construcción de un país más limpio, más transparente y una democracia de más calidad", ha dicho y le ha encargado una OAC que trabaje con "plena independencia, rigor, eficacia y honradez".
Forcadell quiere una OAC que sea "ejemplar, referente, motivo de orgullo y que ayude en tener una democracia más llena y limpia de corrupción".
Gimeno toma posesión del cargo con la confianza de todos los grupos parlamentarios, y igual que en su momento accedió a la Oficina Antifrau su predecesor, Daniel de Alfonso, que acabó con un escándalo y con una trayectoria poco limpia y de oscuridad en la OAC, según destaparon las conversaciones con Fernández Díaz, en las que hablaban de fabricar pruebas contra dirigentes independentistas catalanes.
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