El sector del ocio nocturno y la restauración han hecho piña para impugnar las nuevas restricciones que anunció ayer el Govern. Representantes de gremios y asociaciones de empresarios de la restauración y el ocio nocturno se han reunido para mostrar su disconformidad ante las restricciones e intentar tumbarlas. Han anunciado que llevarán las medidas a los juzgados.
Los sectores afectados están muy indignados y exclaman que "nos han destrozado la mejor semana del año". También han reclamado que es responsabilidad del Govern "ayudarlos a salir de esta". El secretario general del Gremio de empresarios de discotecas de Barcelona, Ramon Mas, ha reprochado que las medidas no vayan acompañadas de ninguna ayuda.
Las medidas restrictivas para parar la nueva variante de la covid, la ómicron, se implementarán esta semana, afectando así de pleno a las fiestas de Navidad, Fin de Año y Reyes. Precisamente la temporada alta de los sectores que se ven afectados por las nuevas restricciones.
Según ha explicado el secretario general de la patronal del ocio nocturno (Fecalon), Fernando Martínez, tienen que esperar a que las medidas salgan publicadas en el Documento Oficial de la Generalitat de Catalunya, y no cuentan con que sea antes del 24, un día inhábil para presentar el recurso. Eso, lleva al día 27, cuando impugnarán las restricciones y el cierre al TSJC y pedirán que se tomen medidas cautelares para evitar el cierre por Fin de Año. Esta noche calculan que se perderán unos 50 millones de euros y se tendrá que devolver el importe, de las más de 200.000 entradas vendidas.
Muy enfadados
La sensación compartida por todas partes es "de angustia" y "tristeza", especialmente por dar pasos atrás en uno de los momentos más importantes para la facturación anual. Los restauradores lamentan tener que cancelar reservas con las cocinas llenas de productos prémium para las comidas de Navidad: "Siempre recibimos los mismos". Las discotecas dicen que el Govern "ha destrozado la mejor semana del año" y los gimnasios creen que "se les está arruinando a plazos".
Las neveras llenas de comida y bebida, todas las mesas reservadas con días de antelación y la inmensa mayoría de las entradas anticipadas para los espectáculos vendidas. El retorno de las restricciones ha cogido la inmensa mayoría de sectores económicos catalanes con todo el trabajo hecho para hacer frente a la demanda de Navidad. Una demanda que ahora no podrán satisfacer, porque el ocio nocturno cierra, la restauración tendrá que reducir a la mitad las mesas interiores, y en cultura, el comercio y los gimnasios solo estará permitido un 70% del aforo habitual.
Botellones y fiestas ilegales
El sector del ocio nocturno ve que las nuevas limitaciones privarán al gran público, sobre todo el más joven, de ofertas como la planteada en las Carpas Sant Cugat, donde se había derivado a las personas que habían comprado entradas para una gran fiesta prevista en Castellar del Vallès y que finalmente se acabaron cancelando. Advierten de la posibilidad de que se convoquen fiestas como la rave que reunió a centenares de personas en Llinars del Vallès el año pasado.
Una de las mayores fiestas previstas para este Fin de Año en el Vallès era en el municipio de Castellar del Vallès, en la que se preveía un aforo de 3.000 personas en un espacio pensado para 6.000, y teniendo en cuenta todas las medidas para evitar contagios. Sin embargo, ante la situación sanitaria la organización desconvocó la cita y derivó a los clientes que ya habían comprado la entrada anticipada, unas 2.000 personas, a las Carpas Sant Cugat, de la firma DrinkKing.