La primera misa del año del papa Francisco ha tenido lugar en la basílica vaticana en solemnidad de santa Maria, virgen. En este contexto el pontífice ha aprovechado la ocasión para denunciar las violencias machistas y reivindicar el papel de la mujer en sí de la Iglesia, que durante años ha sido menos tenido. "Cuánta violencia hay contra las mujeres", ha lamentado y ha exclamado: "Bastante, herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer, no de un ángel, sino directamente de una mujer".

El Papa también ha remarcado que "la Iglesia es madre, es mujer. Por eso, desde esta respuesta se puede encontrar el sitio de la mujer a la Iglesia". La figura de la virgen Maria ha sido central en su primera homilía del 2022, a través de la cual ha articulado su discurso y su denuncia de las violencias machistas que sufren las mujeres.

El pontífice ha invitado a tener "esta mirada inclusiva, que supera las tensiones conservando y meditando en el corazón, es la mirada de las madres". "Es la mirada con que muchas madres abrazan las situaciones de los hijos. Es una mirada concreta, que no se desanima, que no se paraliza ante los problemas, sino que los coloca en un horizonte más amplio. Venden a la mente las caras de las madres que asisten al hijo enfermo o en dificultad", ha incidido.

Reivindicando la figura de la 'madre'

La misa ha versado sobre la figura de Maria, en especial de su figura como madre. La 'madre' como la expresión de la bondad y la compresión. "Las madres, las mujeres, no miran el mundo para explotarlo, sino para que tenga vida. Mirando con el corazón, consiguen mantener unidos los sueños y lo que es concreto, evitando las desviaciones del pragmatismo aséptico y de la abstracción. Y mientras las madres dan la vida y las mujeres conservan el mundo, trabajamos todos para promover a las madres y proteger a las mujeres", ha afirmado.

Más advertencias del Papa

El papa Francisco acostumbra a señalar sin complejos aquellos hechos que considera intolerables. Un estilo bastante diferente del de sus predecesores. Hace pocos días volvió a posicionar aprovechando su mensaje navideño. "Nos hemos habituado que las inmensas tragedias se pasen por alto" y "corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor y desesperación de muchos de nuestros hermanos y hermanas", lamentó.

Este mensaje llegó pocos días después de que visitara la isla de Lesbos, epicentro de la mala gestión de las vidas de las personas refugiadas en las puertas de Europa. Allí el papa volvió a denunciar el tratamiento que reciben los refugiados.

 

Imagen principal: El papa Francisco durante la primera misa del año 2022 / Europa Press