El grado III de fibromialgia implica la incapacidad permanente absoluta para la persona trabajadora, según múltiples resoluciones. Así se lo ha recordado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) al titular del juzgado de lo social 21 de Barcelona, que denegó esta petición a una auxiliar de Farmacia, que sufre esta enfermedad y depresión. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) denegó esta prestación a la auxiliar de Farmàcia y el juzgado de Barcelona, también. El TSJC ha revocado la primera resolución, al considerar que el estado de salud de la trabajadora le invalida para poder seguir ejerciendo el trabajo que realiza. Para el TSJC, el juzgado de lo social hizo "un error en la valoración de los documentos" y concede la incapacidad absoluta a la mujer, con una pensión del 100% de la base reguladora, unos 731 euros.

En la resolución, del febrero pasado, la sala de lo social del TSJC expone la jurisprudencia existente y afirma que con respecto a la incapacidad permanente total, para que esté bien calificada, "hace falta partir de las lesiones que presenta el beneficiario y ponerlas en relación con su actividad laboral para comprobar las dificultades que provocan en la ejecución de los trabajos específicos de su profesión". Y añade que "hay que declarar la invalidez permanente total cuando inhabilitan para desarrollar todos o los más importantes trabajos de su profesión habitual, con un mínimo de capacidad o eficacia y con un rendimiento económico aprovechable y sin que se trate de la mera posibilidad del ejercicio esporádico". E insiste en una sentencia del Tribunal Supremo que afirma que "se tiene que distinguir entre el lugar concreto de trabajo que realice la persona y la profesión habitual del trabajador".

 

Informe

Ante la negativa del juez social de reconocer su invalidez permanente, la auxiliar de Farmacia, representada por un letrado de Campmany Abogados, presentó un recurso a la sala de lo social del TSJC, que ahora le ha dado la razón. El tribunal expone que en la documentación aportada por la trabajadora —que es tratada en el hospital de Viladecans desde el 2018— se detalla que sufre fibromioàlgia en grado III, con repercusión severa, y, por lo tanto, se cumplen los criterios para considerarla tributaria de una incapacidad permanente absoluta. El tribunal añade que "no se pueden acoger los argumentos del magistrado de instancia, donde después de declarar probado que la fibromialgia es con afectación severa, considera que no se ha acreditado su limitación funcional" porque, según el informe de reumatología donde se establece el diagnóstico, se determina que "no existe afectación a la movilidad en las caderas, las rodillas presentan movilidad libre sin crujidos articulares", entre otros. El alto tribunal catalán considera que el juez no ha valorado bien sus enfermedades con una fibromialgia en un grado máximo, depresión y migraña y cefalea con intensidad elevada y limitante, con un dolor tipo descargas. Y concluye que con estos dolores no puede ejercer su profesión, la cual indica "no es sedentaria, requiere una exigencia mental y de trato con otras personas", y le concede la incapacidad absoluta.

La OMS ha reconocido la fibromialgia como una enfermedad de causa desconocida que se caracteriza por dolor crónico generalizado que se prolonga más de tres meses y se localiza en el aparato locomotor. Recientemente, una nueva investigación del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College London, en colaboración con la Universidad de Liverpool y el Instituto Karolinska, ha demostrado que muchos de los síntomas del síndrome de fibromialgia son causados por anticuerpos que aumentan la actividad de los nervios sensibles al dolor a todo el cuerpo. Los resultados muestran que la fibromialgia es una enfermedad del sistema inmunitario, en lugar de la opinión actual que se origina en el cerebro.