La erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma continúa, después de entrar en una nueva fase más explosiva. Un nuevo estado que contrasta con la ralentización de la velocidad de la lava, la cual se empieza a poner en duda si acabará llegando al mar.

Sobre el que no ciernen muchas incógnitas es sobre la condena a muerte que ha sufrido el barrio de Todoque, que se encuentra en pleno paso de la lengua de lava. Gracias a la lentitud del avance de la lava los vecinos han podido acceder a sus casas a salvar de la lava muebles, electrodomésticos, recuerdos y, a grandes rasgos, todo lo que les ha sido posible. Los habitantes solo pueden acceder a sus viviendas antes de que "quede colapsada la carretera" por la lava, motivo por el cual siempre tienen que ir acompañados por fuerzas y cuerpos de seguridad o emergencias.

Caen las predicciones del mar

La velocidad con que se desplazan las coladas de lava ha ido variando desde el momento en que el nuevo volcán canario entró en erupción. A pesar de las diferentes velocidades, siempre se ha seguido una misma tendencia: un desplazamiento muy lento. Al principio los ríos de lava se desplazaban a 700 metros por hora, menos que la velocidad a que normalmente andan las personas. Posterior mente ha ido reduciendo su avance de 120 metros la hora a los actuales 4 metros la hora.

La ralentización va muy relacionada con el hecho de que la superficie en las coladas se enfría cada vez más a estar en contacto con el exterior. Este nuevo escenario pone en duda las previsiones que muchos expertos auguraban y por las cuales los servicios de emergencia estaban preparados y alerta. Ya no es tan seguro que la lava llegue al mar.

 

Una señal sepultada sobre los escombros provocados por los ríos de lava en La Palma / Efe

En caso de que llegara se daría una reacción química entre la lava y el agua, que gastarían gases tóxicos. Además, también habría una reacción térmica que provocaría algunas explosiones. Finalmente, la llegada de los ríos de lava en la costa todavía transformaría más la orografía de la isla.

Algunos expertos señalan que si bien el contacto con el agua marina de la lava es una situación de relativo riesgo, el hecho de no llegar al mar da más potencia destructiva las coladas. Eso es porque en vez de desembocar en el mar la lava se seguirá esparciendo muy lentamente sobre la tierra.

Efectos sobre la península

En las próximas horas de este jueves llegarán a la península los efectos de la erupción del volcán, el cual ha ido expulsando gases que llegarán hasta la península por los movimientos del viento. Estos gases contienen dióxido de azufre que llegará muy diluido y no tendría que suponer ningún problema a Catalunya.

En la isla de La Palma, sin embargo, estos mismos gases siguen presentes con altas concentraciones y las autoridades piden prudencia a los habitantes. Son advertencias especialmente dirigidas a los curiosos que se acercan al volcán y las coladas para observar este fenómeno tan excepcional.

 

Un grupo de personas observan y filman la erupción del volcán Cumbre Vieja / Efe

Viviendas para los damnificados

El gobierno canario ha anunciado que comprará las primeras 73 viviendas vacías en La Palma y que habilitará otras prefabricadas para ayudar a los vecinos que han perdido sus casas por el volcán, según ha informado Europa Press.

En concreto, se trata de dos promociones privadas que actualmente se encuentran vacías, una de ellas en el núcleo urbano de Tazacorte, con 44 viviendas, y otra en la Montaña de Tenisca, en Los Planos de Aridane, con otros 29.

Hasta el momento, la lava del volcán de Cumbre Vieja ha cubierto un total de 166 hectáreas y ha destruido 350 edificaciones, según el seguimiento en satélite que hace el programa Copernicus de la Unión Europea.

 

Imagen principal: Erupción del nuevo volcán de La Palma durante las primeras horas del mañana / Efe