Elena Crespi (Torelló, 1981), es psicóloga y feminista y está especializada en sexología, relaciones sexo-afectives, terapia sistémica y psicología perinatal. Es docente universitaria y de máster, ejerce como psicóloga en una consulta terapéutica privada y difunde sus conocimientos por medio de charlas, talleres y cursos. Colabora en diferentes medios de comunicación y acaba de publicar Confidències. Un viatge per la teva sexualitat. Con ella hablamos sin tapujos y mucha sororidad de deseo, masturbación, pornografía y juguetes eróticos poniendo el foco, sobre todo, en la sexualidad femenina.
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¿Qué es Confidències?
Confidències es un viaje en forma de libro y de curso para descubrir aspectos de la propia intimidad en las cuales no se ha prestado atención y que tiene como objetivo ayudar a mejorar la sexualidad.
Todo se estructura sobre la base de la sexualidad reproductiva, y según un juego que permite la reproducción, que es la penetración pene-vagina
Una de las primeras preguntas que haces en el libro es "por qué crees que sirve la sexualidad"?. ¿Me la puedes responder?
La sexualidad tiene tres funciones. La reproductiva, que parece que es la que ha movido todo el mundo. Y el resto son la función erótica, que es la que tiene que ver con los placeres, la parte psicológica, y la comunicativa, que es la que tiene que ver con el uso social. Todo se estructura a partir de un juego que permite la reproducción, que es la penetración pene-vagina. Todo el erotismo y toda nuestra relación social parte del coitocentrisme que en el libro critico, no para eliminarlo, sino para ampliarlo.
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La sexualidad es muy machista porque se estructura a partir del juego de la penetración que facilita el placer sexual del pene
¿Por lo tanto, podemos decir que la sexualidad es machista?
Sí, la sexualidad es muy machista porque se estructura a partir del juego de la penetración que facilita el placer sexual del pene. No necesariamente el de la vulva o de otras partes que quedan olvidadas si solo tenemos presente el coito. Entonces, toda la estructura parte del coito y del placer del hombre cis y de su pene.
El clítoris es una parte del cuerpo muy sensible que no está dentro de la vagina, y cuando se introduce un pene allí dentro, no necesariamente tiene que ser desagradable, pero aquella zona no está hecha para el placer
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En el libro explicas que el canal de la vagina no tiene tanta sensibilidad como la del glande del pene, porque si no, cuando naciera el bebé, el dolor sería todavía mucho mayor.
Claro. El canal vaginal es una parte esencial de la reproducción. Es por donde puede salir la menstruación, por donde pueden entrar los espermatozoides que después pueden ir a buscar el óvulo, y es por donde sale un bebé. Por lo tanto, esta zona del cuerpo no puede ser extremadamente sensible. La parte del cuerpo femenino que es muy sensible es el clítoris y no está dentro de la vagina. Entonces cuando se introduce un pene allí dentro no necesariamente tiene que ser desagradable, pero aquella zona no está hecha para el placer.
La única función del clítoris es el placer. Y el clítoris no es solo un botoncito que tenemos relativamente visible en la vulva, sino que es una estructura que crece, que tiene brazos, con unos bulbos, y cuando hay excitación, también recibe sangre, como una erección de un pene
¿Qué tendríamos que saber del clítoris?
Que su única función es la del placer. En cambio, el pene tiene triple función: a través de él puedes orinar, puedes expulsar el esperma que te permite reproducirte, y también es una de las vías para conseguir gran placer sexual u orgasmos. De hecho, hasta el año 1998 no se sabía cómo era exactamente el clítoris. No es solo una punta, un botoncito que tenemos relativamente visible en la vulva, sino que dentro es una estructura que crece, que tiene brazos, con unos bulbos que, en general, cuando hay excitación, también recibe sangre, como una erección de un pene. Y que es una zona extremadamente sensible y que normalmente para acariciarla y conseguir placer se suele hacer por la parte externa del clítoris, por la vulva.
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¿Se puede estimular por dentro?
Sí, si tenemos un clítoris largo se pueden llegar a tocar, muy superficialmente, las raíces a través de las paredes vaginales, o sea que es complejo, por lo tanto, si queremos conseguir más placer primero necesitamos el cerebro conectado y la vía de estimular es la punta.
Hay personas que consiguen orgasmar cuando se estimulan los pezones o el ano
¿Existen los orgasmos vaginales?
Nosotros batallamos mucho para no diferenciar entre orgasmos vaginales y orgasmos clitorianos porque si tuviéramos que hacer toda esta diferenciación habría muchos más. Hay personas que tienen orgasmos cuando están leyendo literatura y tienen las manos en el libro, por lo tanto no están estimulando nada. Hay gente que consigue orgasmar mientras duerme. Las manos también están tranquilamente descansando y quizás con un sueño sexualmente potente el cerebro envía la orden de disparar un orgasmo. O hay personas que consiguen orgasmar cuando se estimulan los pezones o el ano. Yo a veces pienso que puede haber momentos en los cuales se está tan excitado que si alguien te soplara la oreja, quizás también podrías conseguir un orgasmo.
El squirt está tan mitificado que muchos adolescentes dan por hecho que la mayoría de las vaginas hacen squirt
¿Se habla mucho del squirt y está muy mitificado, no?
Sí, está tan mitificado que de hecho estos días que voy por los institutos haciendo charlas con adolescentes me encuentro con que muchos dan por hecho que la mayoría de vaginas hacen squirt. Y no, la mayoría de vaginas no hacen squirt, y se tiene que diferenciar entre la eyaculación femenina y el squirt. Hay muy poca investigación sobre sexualidad femenina. Tenemos un modelo médico muy patriarcal. Pero se ve que el squirt sí que es una expulsión como más vistosa de líquido y en cambio una eyaculación puede ir sacando líquido de manera más constante y no de manera tan repentina. Pero todo eso se está investigando. Hay esta obsesión ahora que todo el mundo tiene que conseguir un squirt porque parece que es mucho más placentero. El placer no depende tanto de qué te ayuda a disparar el orgasmo, sino que tú estés realmente excitada cuando tienes que tener este orgasmo.
El squirt es una expulsión más vistosa de líquido y, en cambio, una eyaculación puede ir sacando líquido de manera más constante y no de manera tan repentina
¿Este líquido es orina?
Puede tener componentes de la orina, pero no es orina en su composición total. Estamos acostumbradas a ver eyaculaciones masculinas de esperma y de sopetón ha habido muchas mujeres que a lo largo del tiempo han tenido un tipo de eyaculación así y se han sentido avergonzadas.
Los adolescentes hablan de hacerse pajas tranquilamente y, en cambio, las chicas sienten mucha vergüenza. Todavía estamos con el estigma que si nos interesa la sexualidad es que quizás somos un poco marranas
Los hombres hablan de hacerse pajas con mucha naturalidad e incluso, durante la adolescencia, se las hacen juntos, y en cambio, nosotras hablamos mucho menos de masturbación femenina. ¿Sigue siendo un tema tabú?
Sí, todavía sigue siendo un tema muy tabú. Ahora, con la irrupción de los juguetes eróticos ha puesto el tema de la masturbación femenina encima de la mesa. Pero es eso, los adolescentes hablan de hacerse pajas tranquilamente y, en cambio, las chicas sienten mucha vergüenza, básicamente porque todavía hoy en día estamos con el estigma que si nos interesa la sexualidad es que quizás somos un poco marranas. Tenemos que naturalizar más la sexualidad, dar importancia a la masturbación femenina, básicamente porque quien tiene un pene se lo conoce, sabe cómo funciona, mira abajo, se ve el pene y tiene contacto diario tanto visual como táctil. En cambio, cuando tienes una vulva, no. Y cuando quieres compartir tu sexualidad con alguien es importante que sepas cómo es tu cuerpo, como funciona y como puedes conseguir placer. Pero también por un tema de salud, hay muchas mujeres que cuando les decimos "mírate la vulva", no lo tienen muy claro, ponen cara de asco, les parece que no hace falta. Y a veces les tenemos que explicar que es importante conocer como es nuestra vulva, para que si nunca le pasa alguna cosa sepamos identificarlo. A veces, a no ser que haya dolor o picor no vemos si nuestra vulva está bien, por lo tanto, es importante pasarla a visitar de vez en cuando.
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Un juguete en sí no creará adicción. Tenemos que ver qué vacío está llenando este juguete por el cual tú te quedes allí atrapada
¿Son importantes los juguetes sexuales? ¿Los recomiendas?
Sí, son importantes porque han puesto el tema de la masturbación femenina encima de la mesa. No son imprescindibles ni perjudiciales, que a veces también vemos titulares que los juguetes sexuales pueden crear adicción. Un juguete en sí no creará adicción. Tenemos que ver qué vacío está llenando este juguete por el cual tú te quedes allí atrapada. Ahora hay una debilidad al tener un cajón lleno de juguetes y que eso garantizará que tengas una buena vida sexual. No, un juguete no garantizará que tengas una buena vida sexual, pero son un complemento extra que puede estar muy bien porque te provoca sensaciones que seguramente con una mano, con una lengua o compartiendo tu cuerpo con alguien o de otras personas no conseguirás. Pero si alguien no quiere, se puede vivir una sexualidad muy llena sin tocar juguetes. Yo recomiendo conocer la sensación que se tiene cuando un juguete te está haciendo cosquillas, pero no es imprescindible.
Un gemido sexual no suele salir de manera natural. Podemos hacer algún sonido, pero estos gemidos que hemos oído en la pornografía, no salen de manera natural
¿Por qué gemimos más las mujeres que los hombres?
Porque nos han enseñado a gemir. Es decir, un gemido sexual no suele salir de manera natural. Podemos hacer algún sonido, pero estos gemidos que hemos oído en las películas, en la pornografía, no son gemidos que salgan de manera natural. Yo puedo gemir para excitarme más o para excitar más la persona o personas con las cuales estoy compartiendo sexo. En general, cuando en las películas salen relaciones sexuales, los hombres están muy callados o emiten unos sonidos que son más guturales. Hay una imposición social muy grande con eso. Y como tampoco nos enseñan cómo se hace el sexo, los referentes que tenemos son las películas o la pornografía, y acabamos replicando eso porque es lo que nos han enseñado. Es la parte de esta construcción social del deseo y del sexo donde imitamos aquello que creemos que se tiene que hacer. Fijémonos en cuándo nos masturbamos. En general, una persona cuando se masturba no suele gemir.
Que todo nuestro juego sexual dependa de un pene erecto nos va a la contra, porque los penes no siempre están erectos y no siempre tienen los mismos niveles de erección
¿Tendríamos que eliminar la palabra preliminar?
Sí, por favor. Eliminémosla. Es una batalla muy grande, como esta idea del orgasmo vaginal y el orgasmo clitoriano. Hay toda una parte de juego previo para prepararte para el "sexo de verdad". El sexo de verdad puede ser una masturbación, puede ser sexo oral... La penetración es un juego que está bien que esté, adelante, solo faltaría, claro que sí, puede ser muy placentero, puede ser no necesariamente orgásmico para todo el mundo, puede ser muy divertido, pero que todo nuestro juego sexual dependa de un pene erecto nos va a la contra, porque los penes no siempre están erectos y no siempre tienen los mismos niveles de erección. Por lo tanto, tenemos que ampliar el abanico e ir más allá y que eso que hemos mal llamado preliminares entre dentro del juego sexual y que todo sea relaciones sexuales.
¿Me puedes poner ejemplos de red flags en la pareja o durante una relación sexual que no sean tan evidentes?
Para mí una red flag sería que el otro tenga este guion, que en el fondo tenemos un guion preestablecido en nuestra cabeza: cuatro besos, cuatro caricias, quizás un poco de sexo oral y penetración. Si siempre es así, y oigo que no tengo el espacio para decir: "escucha quizás a mí eso no me acaba de convencer, o quizás hoy no quiero tener este juego o quiero otro", si siento que no estoy en un espacio seguro donde lo pueda decir, quizás nos tenemos que plantear cómo y con quién nos estamos relacionando. Esta sexualidad que parte tanto de este modelo reproductivo, que es acabar siempre con la penetración, y a veces una penetración muy salvaje, agresiva no necesariamente violenta pero como muy bestia. Porque es el único modelo que nos han enseñado y tenemos que asegurarnos de que a todo el mundo le gusta.
Si nunca te diviertes, si sabes que es el peaje que tienes que pasar para que la pareja no se enfade, para no tener consecuencias mayores, estamos en una línea como muy peligrosa y podríamos estar hablando de violaciones entre pareja
¿Es siempre fácil identificar una violación dentro de la pareja?
Es complicado. No es fácil porque el modelo de sexualidad que tenemos nos da por hecho que tenemos que complacer el otro. El modelo parte de la cis-heterosexualitat. Por lo tanto, el ejemplo lo pongo con una pareja cis-hetero, aunque también se puede dar con cualquier orientación y con cualquier género. Pero claro, como se tiene tan estructurado este modelo que se tiene que acabar con penetración... Lo tenemos tan instaurado que muchas veces ni siquiera nos planteamos si es lo que queremos. Los hombres creen realmente que si no practican sexo no sé qué les pasará, y que puede ser muy lícito querer mantener relaciones sexuales, pero tu deseo de sexo implica someter el otro. Pero hay muchas mujeres que saben que si les dicen que no a las parejas, la pareja se enfada, no les habla, quizás se vuelve más violenta. Este es un terreno donde esta violencia y esta agresividad no tendría que ser. Si nunca te diviertes, si sabes que es el peaje que tienes que pasar para que la pareja no se enfade, para no tener consecuencias mayores, estamos en una línea como muy peligrosa y podríamos estar hablando de violaciones entre pareja.
Se inventó una palabra para representar un exceso de deseo sexual femenino que no existe en masculino, que es la palabra ninfómana
En el libro haces una lista de frases que tenemos bastante asumidas y son tan tóxicas, como la creencia que si un hombre no practica sexo con su mujer irá a buscar otra, pero que si le diéramos la vuelta a esta frase nos chirriaría mucho.
Claro, en el fondo son excusas que hemos construido para justificar esta sexualidad vinculada siempre al placer masculino. Al hombre como sujeto que tiene agencia propia de su deseo, en cambio, a las mujeres no nos educan para tener agencia propia de nuestro deseo. En el momento en el cual una mujer se muestra desinhibida, segura de su sexualidad, explica que le gusta o incluso en algún momento dice es que yo quiero practicar sexo porque si no mantengo relaciones contigo pues quizás la relación no tiene sentido, automáticamente se lo encasilla en otro lugar que es el de la marrana, la cochina, la puta. Se inventó una palabra para representar un exceso de deseo sexual femenino que no existe en masculino, que es la palabra ninfómana. De hecho, a las sexólogas se nos dice "tú eres un poco marrana" y a nuestros compañeros sexólogos no se les dice nada.
La educación sexual que tuvimos nosotras hace veinte años ha cambiado mucho ahora, es bastante diferente. Por ejemplo, hablamos de consentimiento. ¿Está bien no obligar a los chiquillos a dar dos besos a las personas mayores? ¿Está bien enseñarles a poner límites?
Está muy bien enseñarlos a poner límites. Tenemos que entender que venimos de unas generaciones que han entendido que la buena educación, qpasa por dar dos besos, dar la mano, tener cierta corrección. Y nosotras, de acuerdo esta generación que ahora también estamos criando empezamos a decir, ei, que eso sabemos que si no educamos a los chiquillos pequeños a aprender a poner límites y a saber cuales quieren y qué no quieren, después tiene ciertas consecuencias que pueden tener que ver con su vida sexual.
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Tenemos que explicar a los chiquillos que existen los abusos porque si en algún momento se encuentran con ello, puedan decir que eso no está bien y frenen a un abusador
¿A partir de qué edad se tiene que hablar de sexo a las criaturas?
Desde ya, porque los chiquillos antes de nacer ya tienen un grado de comprensión más sensorial, y a medida que se van haciendo mayores van poniendo vocabulario y lenguaje en todo. Tenemos que explicar a los chiquillos cómo es su cuerpo, como se llama cada parte, no escoger de entrada nombres que no son los oficiales. En los genitales también está bien que podamos llamarlos por su nombre, vulva y pene. Explicar sin ningún tipo de duda cómo se hacen las criaturas con un vocabulario que puedan entender. Y quién puede hacer qué con su cuerpo, cuáles son estos límites. En algún momento poner más palabras y explicar que existen los abusos porque si en algún momento se encuentran, puedan decir que eso no está bien y frenen a un abusador, o si les pasa, puedan venir y decir que me ha pasado eso y que sepan que no tienen la responsabilidad ellos.
Una de las búsquedas más potentes en los buscadores de pornografía mainstream son violaciones. Y se encuentran
La pornografía llega a los niños desde los ocho años. ¿Hay algún tipo de pornografía que sea positiva o que como mínimo no maltrate a las mujeres?
Sí, sí, se está construyendo. Claro, aquí nos encontramos que hay como sectores que criminalizan toda la pornografía y sectores que quizás señalamos que se está haciendo pornografía ética, respetuosa, diversa, excitante, que no tiene que ver con la violencia. Una de las búsquedas más potentes en los buscadores de pornografía mainstream son violaciones. Y se encuentran.
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Las niñas empiezan a aprender que para gustar al mundo tienen que estar guapas, tienen que ir con la ropa que llevan las chicas, y tienen que empezar con estas rutinas de cuidado que en realidad se están estropeando la piel
Qué tienen que hacer las madres y padres con las niñas hipersexualizadas que se maquillan, que se ponen ropa de chica o tienen rutinas faciales porque imitan a las influenciadoras. Tú explicaste que querías comprar un bañador para tu hija de dos años y te vendían la parte de encima del bikini a toda costa. ¿Tenemos que poner bikinis a las niñas?
Quizás tenemos que preguntarnos por qué se están vendiendo bikinis a las niñas. En aquel caso, era para mi hija de dos años y yo quería ir a buscar un bañador y me vendían la parte de arriba y no me la podían vender separada, yo solo quería una braguita. Cuando yo voy a buscar bañadores para mi hijo, nadie me intenta vender una parte de encima para taparle los pezones, para taparle los pechos. Entonces eso forma parte del proceso de sexualización. Tenemos que ser conscientes de que eso tiene implicación, nos estamos sexualizando. Las personas humanas somos sexuadas desde el nacimiento, pero eso es sexualizar en sesgo de género en unas y no en los otros, y empezar construir este objeto de deseo sin agencia propia, y las niñas empiezan a aprender que para gustar en el mundo tienen que estar bonitas, tienen que ir con la ropa que "tienen que ir las chicas", y tienen que empezar a estropear estas rutinas de cuidado que en realidad se están haciendo la piel. Y aquí estamos construyendo la identidad femenina, pasa por estar siempre pendiente de qué enseñas, como|cómo es tu cuerpo, si estás lo bastante delgada, si tienes bastante pecho, si tienes una cara lo bastante bonita, si vas lo bastante arreglada como si estuviéramos estropeadas, y siempre priorizando este modelo de mujer joven como mujer válida, pero como objeto sin agencia propia como un florero, tal cual.