Elena Puig Guitart llega unos minutos más tarde de lo previsto. Los miércoles es el día que aprovecha para bajar a Barcelona y atender a los medios, y va de cabeza. "Perdona, he salido tarde de RAC1 y había tráfico". Más tarde descubriré cómo ha gestionado este pequeño obstáculo y por qué es importante cuidar de nuestra niña interior (y vosotros, si leéis la entrevista entera, también). Mientras nos maquillan me explica que es tímida y que no fue hasta los 40 años que decidió estudiar psicología. Hacía más de veinte años que se dedicaba al mundo de la consultoría y un buen día, y con tres hijas pequeñas, dio un giro a su vida. Después de estudiar la carrera y hacer un máster, abrió su consulta, y actualmente, es una de las psicólogas catalanas más visibles en las redes sociales, gracias a su brillante capacidad comunicativa. En Instagram tiene dos cuentas que utiliza para difundir contenido relacionado con la salud mental, uno en castellano y uno en catalán (@latevapsicologa) que abrió hace unos meses y que la hace muy feliz. Dice que intenta contestar todos los mensajes que le envían y que tiene la agenda cerrada, pero que la consulta es lo que la hace disfrutar más. Colabora con diferentes medios de comunicación y ha publicado dos libros, Lo mejor de mí y La corona de les sis pedres. Reflexionamos con ella sobre la salud mental, la importancia de ser agradecidas, la epidemia de la ansiedad, como mejorar nuestra autoestima, entender qué tienen en común las personas felices y, en general, sobre la inteligencia emocional.
De entrada, me gustaría preguntarte cuáles son las preocupaciones más habituales que te encuentras en la consulta.
De todo. Ahora, en las redes se habla mucho del vínculo evitativo, de las dependencias emocionales, de la falta de autoestima y me llegan más preguntas de este tipo.
¿Y crees que estas preocupaciones son las mismas que hace 10 años?
Sí, porque la vida acaba siendo la misma. Yo a veces hablo de esta epidemia de la ansiedad porque hay mucha gente joven con mucha ansiedad, pero también la sufren las personas mayores, lo que pasa es que la saben llevar de otra manera.
¿Sirve de alguna cosa la ansiedad? ¿Qué utilidad tiene?
La ansiedad es una respuesta del cuerpo, lo equiparan con una emoción, pero en realidad es un conjunto de emociones. Básicamente, lo que hay es el miedo, y el miedo es adaptativo, nos ayuda a sobrevivir. Este miedo que sentimos en el cuerpo activa todo el sistema nervioso, la parte del simpático, que es el que activa todo el corazón, la respiración (más oxígeno disponible para la musculatura para poder huir, para poder luchar). La sociedad actual es de mucha exposición, y esta exposición toca justamente lo que es más primitivo con nosotros, que es el deseo de ser aceptados, de gustar, de ser valorados, que no nos abandonen, que no nos dejen y eso es un miedo muy primitivo, muy primario, porque en sociedades mucho más antiguas, si tu tribu te abandonaba, morías, y eso está escrito en este cerebrito que tenemos. La ansiedad nos hace la puñeta, nos hace la vida imposible cuando se activa por amenazas que en realidad no ponen en riesgo nuestra vida.
Todos tenemos el deseo de ser aceptados, de gustar, de ser valorados, que no nos abandonen, que no nos dejen y eso es un miedo muy primitivo, muy primario, porque en sociedades mucho más antiguas, si tu tribu te abandonaba, morías, y eso está escrito en este cerebrito
¿Cómo se supera el hecho de ser rechazado?
La autoestima nos protege del rechazo. Nuestro cerebro es un cerebro social. ¿Qué pasa con la gente que sufre acoso escolar o laboral? Lógicamente, se activan todas las alarmas más bestias de nuestro cuerpo.
Para tolerar el rechazo tenemos que trabajar la confianza
¿Cómo?
Sabiendo hablar bien, sabiendo regular las emociones, todo vuelve a la inteligencia emocional. Me tengo que conocer, aprender a regularme, cuidarme, respirar, meditar, relacionarme bien con los otros a través del lenguaje. El miedo al rechazo se reduce cuando nos damos cuenta de que eso no va de nosotros, sino del otro. Si a alguien no le gusto, no es que yo no valga, es que a aquella persona no le gusto, y tiene todo el derecho al hecho de que no le guste. Ya hay otros que les gusto. Pero eso proviene de una seguridad personal que es la autoestima.
¿Qué tienen en común las personas que son felices?
Para mí la base de la felicidad es la capacidad de vivir en paz y armonía, tener alrededor aquella gente que te ama y que tú amas. Lo que quizás tienen en común las personas felices es que son personas más resilientes, que saben hacer frente a las adversidades, sacar un aprendizaje, hacer autocrítica, y analizar qué tienen que hacer para que no les vuelva a pasar lo mismo o si eso les vuelve a pasar, tomárselo de otra manera. Por lo tanto, no nos podemos pasar el día quejándosenos, nos tenemos que hablar bien, tenemos que vigilar mucho el lenguaje, tenemos que cultivar buenas relaciones porque las relaciones con los otros son una vitamina para nosotros.
Lo que quizás tienen en común las personas felices es que son personas más resilientes, que saben hacer frente a las adversidades, sacar un aprendizaje, hacer autocrítica, y analizar qué tienen que hacer para que no los vuelva a pasar el mismo
¿Hablarnos bien a nosotros mismos es muy importante, pero qué pasa con los pensamientos intrusivos que no nos ayudan a estar tranquilos y con calma, como los podemos echar?
Como estamos en una sociedad tan bombardeada, a la mente le cuesta mucho detenerse. Creo que tenemos que prestar atención. Porque todo aquello que no prestamos atención se hace grande, porque el cerebro lo detecta como una amenaza. Si yo no quiero ver eso, si yo me empeño con no ver eso, el cerebro dice: "Que interesante que es eso". Por lo tanto, cada vez que reprimo un pensamiento, coge mucha fuerza.
Todo aquello que no prestamos atención se hace grande, porque el cerebro lo detecta como una amenaza
¿Qué tenemos que hacer, pues, ante los pensamientos intrusivos?
Preguntaos si eso que estáis pensando es 100% verdad. Y la respuesta será que no. ¿Segunda pregunta, puede ser que sea la ansiedad la que me hace creer que eso es verdad? Y la respuesta es que sí. Ahora sí que toca despistar, hacer otra cosa para salir del bucle, pero de base yo tengo que estar trabajando cómo vivo, mis rutinas, mis hábitos de vida, mi autoestima...
¿Y cómo se trabaja la autoestima, como podemos reforzarla un poco?
¿Sabes qué te diría? Que aprendas a hacer respiraciones conscientes. Respiraciones de tipo abdominal. Las que vienen de la zona del ombligo.
¿Qué relación tiene la autoestima con la respiración?
Es superimportante. Si yo sé respirar, si aprendo a regular mi cuerpo a través de las respiraciones, cuando sienta una emoción sentiré mucha más seguridad. Porque si tú y yo tenemos un problema y nos enfadamos y yo no sé regular mi cuerpo y me enfado muchísimo, te acabaré gritando, acabaré diciendo una cosa que no me gusta y después me sentiré fatal, me sentiré culpable, y eso se cargará la autoestima. Y eso tiene que ver con la inteligencia emocional. Las personas más inteligentes emocionales normalmente tienen mejor autoestima. Y piensa que la inteligencia emocional es la autorregulación. Tenemos que poner el foco en el autoconcepto que es el primero de todos (quién soy yo, qué necesito, qué me pasa, el autocuidado, cómo vivo). Posteriormente, viene la empatía, la capacidad de conectar contigo, la motivación y la capacidad de crear la vida que yo quiero. Y finalmente, todas las habilidades sociales.
Las personas más inteligentes emocionales normalmente tienen mejor autoestima
Hace un rato has mencionado la importancia de la inteligencia emocional a la hora de encarar situaciones. Con respecto a las relaciones de pareja, ¿cómo podemos aprender a discutir?
Lo primero es invertir en comunicación, al aprender a comunicar. Es una cosa que no se pone bastante énfasis. Que tenemos que enseñar desde pequeños, a que lo tenemos que incluir dentro de los currículums de la escuela. La escuela es un reforzador de la educación que tiene que venir de casa.
¿Qué tipo de comunicación?
La comunicación asertiva. Aquella comunicación que hace que sea capaz de pedirte lo que necesito, teniendo en cuenta lo que tú necesitas. El mundo no va solo de mí, esta cosa de ahora de poner límites, todo tiene que ser yo. No, no es verdad. Tiene que haber momentos que me tengo que aguantar, que tengo que hacer cosas porque me tocan. ¿En una relación de pareja, qué se pone en evidencia? Todo aquello que no llevo trabajado desde pequeña. Si yo estoy llorando todo lo que yo estoy sacando viene de esta tristeza. No, tengo que poder hablar desde una calma, aceptando y validando mis emociones.
¿Crees que puede funcionar una pareja en la cual uno de los dos tiene el vínculo afectivo-ansioso y el otro evitativo?
Eso es un clásico en parejas hombre-mujer, porque la mujer suele tener una vinculación más ansiosa y el hombre una vinculación más evitativa. ¿La ansiosa qué hace? ¿"Por qué no hablas?, quiero comunicar, quiero que me expliques..., escucha, di tal, eso se tiene que hacer de este modo, tenías que ir allí, tenías que, tenías que, tenías que...." La vinculación ansiosa se acerca mucho al otro, el evitativo se siente tan sobrepasado, que la manera de vincularse es retirándose. Y cuanto más se retira este, más ansiedad tiene el otro. Una se siente muy poco escuchada, muy incomprendida y el otro se siente muy mareado, muy castigado, como si tuviera una mamá en vez de una pareja.
La mujer suele tener una vinculación más ansiosa y el hombre una vinculación más evitativa
¿Me puedes ayudar a detectar conductas tóxicas en otras personas?
Una cosa tan común como criticar. Porque una cosa es que tú y yo comentamos alguna cosa con un ánimo constructivo y la otra es que nos pasemos el día hablando mal de las otras personas. Los celos son patológicos, puede destruir las relaciones. Es otra conducta tóxica. El control, comentar cómo va vestida mi pareja, con quien se relaciona. Tenemos que respetar la individualidad de los otros y su manera de vivir, y tenemos que ser muy compasivos.
¿Qué pasa cuando identificamos conductas tóxicas como estos celos en uno mismo? ¿Hay algún ejercicio que podamos hacer para gestionarlos?
Desde mi punto de vista es de las cosas más complicadas de trabajar.
¿Está relacionado con la autoestima?
Sí, absolutamente. Y con la seguridad personal, y con este sentimiento que te tienen que traicionar a cada momento, y que te tienen que engañar. Sí, y normalmente hay heridas infantiles de fondo. Se tienen que trabajar. Pero es un trabajo de largo recorrido.
¿Es posible recuperar la confianza después de una infidelidad?
Sí, en función de cómo ha sido la infidelidad.
¿Qué pasos hay que seguir?
Hay infidelidades de largo recorrido, parejas que se enteran de que ha habido alguna cosa cuando ha salido aquel día de noche, también depende si ha habido sexo o no lo ha habido. También depende de cómo yo entiendo la infidelidad. Si tu paradigma de pareja es una pareja cerrada, estás aceptando un valor que es que tiene que haber fidelidad, pero al final las personas estamos vivas. Yo puedo tener una pareja y sentirme atraída por alguien más. Porque tengo una rutina con aquella persona y aquello lógicamente es la novedad. En mi cerebro le encanta la novedad. Entonces se tiene que valorar si realmente ha sido un error. Si tienes ganas de volver con esta persona, recupérala. Es un proceso que cuesta porque no se hace de un día por el otro. Y después hay una cosa muy importante, que el factor tiempo con las infidelidades ayuda mucho.
¿Qué quieres decir?
El tiempo es como poner una capa de polvo encima de alguna cosa, entonces ya no hace aquel daño tan fuerte. Pero tenemos que entender que al principio duele mucho, y que esta pareja tiene que tener el espacio para poder hablar. Sin embargo, eso también tiene que tener un punto de caducidad. Lo que no puede ser es que la persona que ha hecho la infidelidad, tenga que estar un año, dos años, tres años pidiendo perdón y hablando una y otra vez.
Lo que no puede ser es que la persona que ha hecho la infidelidad tenga que estar un año, dos años, tres años pidiendo perdón y hablando una y otra vez
A 'Lo mejor de mí' hablas de cómo es de importante ser agradecida. ¿Cómo lo podemos ser más en nuestra vida?
Ser agradecida es muy importante porque te cambia, literalmente, el cerebro, y te lo prometo. Hay estudios que demuestran cómo las personas que agradecen son personas que tienen mejores relaciones sociales, por lo tanto, también están mejor con ellas mismas, son más capaces de conectar con sus emociones, de hacer toda esta regulación, esta inteligencia emocional.
Hace un rato mencionabas las heridas infantiles y he recordado un ejercicio que sale en el libro relacionado con nuestra niña interior. ¿Qué es esta niña interior y por qué es tan importante cuidarla?
La niña interior es un símil que aprovechamos para trabajar lo que es la regulación emocional y para darnos cuenta de los diferentes papeles. Yo utilizo el PAN, P de padre, A de adulto y N de niña.
La P de padre, (que puede ser madre), es una figura de autoridad. Te pongo un ejemplo, si entro en Barcelona y hay tráfico, ¿qué me puedo decir? "Soy un desastre, tenía que haber mirado la app del tráfico..." ¿Qué voz está activada? La del padre, la de la autoridad, la que me castiga, la que me dice que soy un desastre. ¿Qué tengo que hacer? Activar mi voz de adulta y decirme: "Quizás sí que he salido tarde, quizás sí que no he mirado la aplicación, pero ahora mismo no puedo hacer nada, aviso de que llego tarde, me relajo y respiro".
¿Cuál sería la voz de la niña? "En esta ciudad está todo atascado, siempre pasa lo mismo, es que eso es imposible". Es la niña haciendo una rabieta. Y esta es mi voz interior. Trabajar la niña interior es trabajar esta voz que protesta, que se queja y saberla regular. Lo primero que tenemos que hacer es validar las emociones y a continuación, escuchar qué está pasando, qué me estoy diciendo y después darme apoyo. Hay personas que tienen la niña muy activada y hay personas que tienen la figura castigadora más activada.