El magnate Elon Musk, propietario único de Twitter, ha alertado a los empleados de la compañía de que no puede descartar la quiebra de la empresa, según ha avanzado este viernes la agencia Bloomberg y otros medios económicos. "La declaración de quiebra no puede descartarse", ha asegurado Musk en una reunión con su personal central en San Francisco. En el mismo encuentro ha anunciado a los trabajadores que se ha acabado el teletrabajo y tienen que volver a las oficinas, bajo la amenaza de ser despedidos.
Huida de altos cargos de Twitter
Este anuncio se ha producido en medio de la valancha de abandonos por parte de los altos cargos de la compañía, entre ellos Yoel Roth -que en la última semana figuraba como estrella emergente de Twitter y a la cual el mismo Musk citó con frecuencia en sus tuits- y Robin Wheeler, según la misma agencia. Roth y Wheeler habían acompañado a Musk en sus primeros pasos como propietario único de Twitter, y lo habían ayudado a perfilar una nueva política de moderación de contenidos que tenían como propósito tranquilizar a los usuarios, pero sobre todo a los anunciantes, que es la fuente principal de ingresos de la red social.
La salida de estos dos altos cargos se suma a la de altas ejecutivos conocidos horas antes: Lea Kissner, a, Damien Kieran y Marianne Foggerty, que pasaban por ser los máximos responsables de las unidades de seguridad para los usuarios y que supuestamente han dejado la empresa en las últimas horas, de momento solo Kissner lo ha reconocido en su propia cuenta en la red. Hecho que el diario New York Post no ha dudado a calificar esta salida de altos cargos de un "barco que naufraga".
Un panorama económico alarmante en Twitter
Elon Musk confirmó el viernes pasado que la compañía perdía cuatro millones de dólares diarios. Además, este viernes ha admitido que ha vendido 19,5 millones de acciones (por casi 4.000 millones de dólares) de su empresa Tesla de automóviles eléctricos para "salvar" Twitter, ya no parece tan seguro poder conseguirlo. La admisión de Musk se conoce 24 horas después de que documentos de Tesla presentados ante la Comisión del Mercado de Valores de los Estados Unidos (SECO) reflejaran la venta de las acciones, que se habría realizado el 4 de noviembre, pocos días después de que el empresario se hiciera cargo de Twitter. Con esta venta, Musk rompe la promesa que hizo a los accionistas de Tesla este agosto cuando dijo que no se desprendería de más títulos del fabricante de automóviles.
Este miércoles, Musk envió un mensaje a todos los empleados reconociendo que "el panorama económico es alarmante", en la reunión de hoy les ha dicho que la compañía necesita con urgencia convencer a los usuarios para pagar los 8 dólares de que se requieren por cuentas verificadas, una idea muy controvertida y que genera polémica en la misma red. Por su parte, los anunciantes no acaban de ver claro los planes de Musk y han sido bastantes -entre ellos General Motors o Volkswagen- los que por prudencia han retirado su publicidad de la red hasta tener una idea del futuro de la plataforma.