Las últimas lluvias, en algunos casos acompañadas de inundaciones y granizadas, pueden confundir la percepción de que los embalses se están llenando y la sequía está remitiendo, pero nada más lejos de la realidad. Los embalses de las cuencas internas y del sistema Ter -Llobregat siguen bajando sus reservas este verano, después de que tuvieron un balón de oxígeno la pasada primavera con las precipitaciones de abril, mayo y junio. Actualmente, Catalunya se encuentra en fase de alerta por sequía, pero la situación sigue siendo crítica en muchas arias y si durante el otoño no se producen episodios de lluvia sostenida para mejorar las reservas de los embalses, los expertos ya vaticinan que volveremos al estado de excepcionalidad. La carpeta de la sequía, precisamente, ha sido la más caliente del traspaso que se ha escenificado hoy entre la nueva consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque, y el conseller saliente David Mascort.
Traspaso de cartera con Mascort
Aunque los consellers del goverm de Salvador Illa realizaron el intercambio de carteras el pasado 12 de agosto, el periodo vacacional ha retrasado el traspaso de algunos departamentos. Así, Paneque recibió la semana pasada el traspaso del Departament de Territori, que hasta ahora era responsabilidad de Ester Capella, y este miércoles ha recibido la cartera de Transició Ecològica, que hasta ahora estaba incluida en el Departament de Acció Climàtica, Alimentació y Agenda Rural de que era titular David Mascort. La nueva superconsellera ha agradecido al conseller Mascort "un traspaso de información modélico y detallado. Se me han trasladado todos los retos, con especial mención a la sequía", ha señalado Paneque. En efecto, la consellera y portavoz del govern de Illa ha recibido una patata caliente que tendrá que afrontar de manera inmediata. La situación es especialmente crítica en algunas zonas del país, como el Priorat, una de las más castigadas por la sequía, y donde estos lunes se han producido más cortes que afectan al agua de boca.
Descenso preocupante
El estado de los 9 embalses de las cuencas internas de Catalunya se encuentra al 31,66% de su capacidad, y en concreto, los cinco (Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç) que forman el sistema Ter-Llobregat, que provee de agua a 202 municipios que se encuentran en el área de Barcelona y Girona, se encuentran al 33,50% de sus reservas, unos niveles que reflejan la situación preocupante en términos de reservas hídricas. Las lluvias de primavera llegaron a aligerar la crisis hídrica y el 18 de junio los pantanos del sistema del Ter-Llobregat se fueron llenando y llegaron al 38,5%. Fue cuando el Govern anunció que se encontraba en condiciones de pasar de fase y dejaba atrás la excepcionalidad para entrar en alerta, que es la fase más floja de restricciones de agua.
Sau, del 44% al 21,38%
Cuatro días antes, el 14 de junio, por ejemplo, el pantano de Sau, icono de la sequía, superó por primera vez el 40% de su capacidad, y llegó en torno al 46% el 24 de junio, cuando el 2 de marzo había llegado a estar al 1,03%, el mínimo histórico desde que el pantano se inauguró en 1962. A día de ayer, Sau se encontraba en el 21,38% de su capacidad (35,33 hm³ de un volumen máximo de 165,26 hm³). Otro ejemplo del descenso de las reservas en los últimos dos meses, a causa de la falta de lluvias sostenidas y de los episodios de calor, es el del pantano la Baells, que fue noticia el 20 de junio, cuando superó el 50% de su capacidad por primera vez en dos años (50,292%). En este tiempo, la Baells ha bajado seis puntos y se encuentra actualmente al 44,15%. Este descenso de las reservas de agua de las cuencas internas se ha hecho de una manera sostenida, después de un mes de julio seco, y a principios del mes de agosto ya había bajado hasta el 33,81%, dos puntos más de las reservas que tienen ahora.