Proliferan las denuncias a través de las redes sociales de toda la tortura animal que comporta la tauromaquia. Sea la celebración que sea, no sólo las corridas, se puede constatar como los "finales de fiesta" de muchos de estos encuentros dónde el toro es el protagonista, acaban con una sesión de maltrato adicional a la presión que ya se someten previamente, desde los encierros de San Fermín hasta los clásicos embolados donde les hacen correr con los cuernos en llamas.
El último ejemplo público es el que pasó el 25 de junio durante la celebración del toro embolado en Albarracín, Teruel. Después de torturar el animal lanzándole de todo, ven cómo el animal está extendido al suelo y es imposible que se pueda levantar. Entre un grupo de hombres que participan de la barbarie, lo cogen de malas maneras y lo arrastran por el suelo para retirarlo de la plaza. Algunos de los que están presentes, se escucha cómo dicen que tiene una pata rota y paren de presionarlo, una chica también aparece para frenarlos. Pero, finalmente, el toro se cae definitivamente y se puede deducir como ha muerto de sufrimiento. El partido PACMA ha sido quien ha difundido una parte de las imágenes en twitter: "Este horror tuvo lugar el 25 de junio durante la celebración del buey embolado en Aragón. ¿Imagináis el sufrimiento de este animal? Que no te engañen: eso también es tauromaquia, y el 24 de septiembre nos manifestaremos en Madrid para exigir su final".
Lambán lo subvenciona con 2,5 millones de euros
En paralelo a la gran manifestación que se prepara para septiembre, también hay durante este verano quienes piden parar esta tradición. El próximo 31 de julio se convoca una en Zaragoza para pedir que el gobierno aragonés de Javier Lambán deje de destinar 2,5 millones de euros anuales en la promoción de este tipo de fiestas que, los no partidarios, tildan de "crueles y salvajes". Encontramos muchos ejemplos de esta comunidad que circulan en los últimos días por twitter. Otra asociación, Animas Naturalis, también pone en alerta sobre la fiesta del Toro de Cuerda. "Es, probablemente, el espectáculo más atávico y también el más asfixiante para el animal, ya que es lo que limita sus movimientos por más tiempo". Las imágenes son del pasado 11 de julio.
En un comunicado, esta asociación argumenta: "Esta modalidad consiste en hacer correr al toro por las calles de la ciudad con cuerdas atadas al frente y puede tener una duración de hasta 50 minutos. Los animales son rodeados por la multitud, que los asedia y fustiga durante todo el recorrido entre la plaza de toros y los corrales, sufriendo altos niveles de estrés. El lunes 11 de julio, con motivo del cierre del programa de la Vaquilla, nuestro equipo de investigación encubierto ha documentado este cruel cortejo en que se han utilizado un total de seis bueyes y que la misma alcaldesa considera una de "las señas de identidad" de Teruel".