El Memorial de las Camposines de la Fatarella (Terra Alta) ha acogido este domingo un emotivo homenaje a los combatientes de la batalla del Ebro, con la participación de familiares de milicianos y brigadistas internacionales. En concreto, se ha inaugurado una placa con los nombres de 62 soldados inscritos en el Censo de desaparecidos en la guerra civil española, los cuales se sabe o se supone que murieron durante la batalla del Ebro. La emoción y el recuerdo han marcado la conmemoración de las víctimas donde han asistido familiares suyos procedentes de Irlanda, los Estados Unidos y Holanda. Uno de los homenajeados, según recoge la ACN, era William Newton Miller, de Portland. Este domingo su resobrina, Amber Lea Schwartzkopf, ha viajado hasta la Fatarella para participar en el acto y ha agradecido conocer información sobre un pariente del cual sólo sabía que murió en la guerra.
El memorial a los combatientes de la batalla del Ebro contiene 1.752 personas inscritas en 24 placas. Durante el acto, se ha leído en voz alta los nombres de las víctimas que se han añadido este año y, acompañados de música interpretada por Montse Castellà, los familiares de las personas recordadas han hecho una ofrenda floral con claveles rojos. El homenaje también ha contado con los parlamentos del alcalde de la Fatarella, Francisco Blanch, y Jaume Solà, representante de los familiares de los desaparecidos. Porsu parte, la consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha agradecido la tarea de los brigadistas internacionales y ha asegurado que no pararán hasta tener "todas las personas identificadas". "Aquí, en las Camposines, y por todo el país" ha añadido. De hecho, la consellera ha informado de que pronto se presentará el nuevo mapa de fosas, "un instrumento útil para garantizar el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a conocer los hechos de la guerra civil y el franquismo".
El Memorial de las Camposines, situado en la ermita de Sant Bartomeu de la Fatarella, fue inaugurado el año 2005. El espacio recrea un bunker y está dedicado a todos aquellos que participaron en la batalla del Ebro, sin distinguir por ideologías, bandos u origen. Las Camposines fue el lugar de paso entre la ribera del río Ebro y la primera línea del frente republicano en la batalla que tuvo lugar durante la guerra civil. Es por eso que se convirtió en un punto estratégico para hacer llegar los suministros necesarios para los combates y para la evacuación de los heridos. En noviembre de 1938, la zona finalmente fue ocupada por el ejército franquista, dejando un balance de más de 30.000 muertos, 75.000 heridos y 15.000 prisioneros.