Exactamente 50 años después de la ejecución de Salvador Puig Antich a la prisión Modelo de Barcelona, este mismo espacio ha sido el escenario de la conmemoración de su muerte. Familiares del militante antifranquista, represaliados de la dictadura y miembros de las asociaciones integradas en el Consejo de Participación del Memorial Democrático han recordado la trascendental figura en un acto emotivo y solemne. Ha habido inevitables lágrimas de aquellos más próximos a él, y también un largo minuto de silencio que ha resonado entre las paredes de la antigua prisión.
El acto se ha convertido en un llamamiento a las futuras generaciones para que "no olviden la importancia" de preservar la democracia y mantener vivo a un testigo como el del militante antifranquista. "Si hoy estamos aquí es porque la batalla la ganamos los demócratas, una batalla para la cual mucha gente como Salvador dio los mejores años de su vida," ha expresado la consellera de Justicia, Gemma Ubasart. Montse Puig Antich, una de las hermanas del militante antifranquista, ha intervenido para agradecer toda la atención sobre la muerte de su hermano. "Sufrimos muchos años de silencio por la situación política y ahora parece que todo aquel silencio se nos ha girado a favor". El acto ha acabado con una ofrenda floral en la sala de paquetería del centro penitenciario, justo donde fue ejecutado Puig Antich.
Puig Antich era miembro destacado del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), un grupo anarquista que cometía atracos en bancos para financiar sus acciones. El militante antifranquista fue detenido en Barcelona el 25 de septiembre de 1973, después de haber formado parte de un atraco en un banco en Bellver de Cerdanya, en Girona. En la detención, un policía resultó muerto por varios pistoletazos y Puig Antich acabó siendo condenado a muerte. Hoy tendría 75 años.
Las voces más próximas
En el acto han intervenido varias voces que han rememorado a Puig Antich. Adoni González, referente de la lucha antifranquista y que coincidió detenido a La Modelo con el protagonista de esta historia, ha recordado que Puig Antich "no fue ejecutado, sino asesinado" por el franquismo y ha cargado contra el proceso judicial que acabó con su condena a muerte. González ha defendido la inocencia del activista y ha subrayado que fue la misma policía la que provocó la muerte de uno de los agentes en la detención de Puig Antich. "Por eso no aceptaron la prueba de balística que se pedía", ha sentenciado. González, que coincidió con Puig Antich en la prisión, ha hecho valer la figura del militante antifranquista: "Me sorprendió muchísimo, tenía una entereza difícil de asumir, como la serenidad con que aceptaba que sería ejecutado".
Mientras tanto, Jesús Rodríguez Barrio, representando de la Asociación de represaliados del franquismo La Comuna (Madrid) y detenido por organizar la campaña contra la pena de muerte de Puig Antich, ha denunciado que el militante es una víctima del franquismo que "todavía no ha obtenido justicia". "Fuiste generoso y capaz de arriesgar tu vida para hacer realidad el mundo que soñabas, te enfrentaste a una dictadura criminal y esperamos que algún día puedas recibir la justicia que mereces", ha expresado en un mensaje dirigido al militante. "Hoy, 50 años después, te damos el abrazo que no te pudimos dar aquel día", ha concluido.