Este domingo empezar en Xarm el-Xeikh la vigésimaséptima Cumbre del Clima, también conocida como COP27. La cumbre congrega a centenares de líderes mundiales, activistas y lobbistas para tratar de llegar acuerdos sobre las acciones imprescindibles para paliar los efectos del cambio climático. El contexto en que se convoca esta COP está más marcado que nunca por el cambio climático, después de que a lo largo de todo en el 2022 se haya batido todo tipo de récords con respecto al calentamiento global. La cumbre da hoy el pistoletazo de salida bajo una clara advertencia de la ONU: "Hace falta reconstruir la confianza y restablecer la ambición necesaria". La organización cree que esta cumbre es el escenario ideal para conseguirlo.
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"La COP27 tiene que establecer las bases para una acción climática mucho más rápida y decidida ahora y en esta década crucial, cuando la lucha global del clima se ganará o perderá," ha afirmado al secretario general de la ONU, António Guterres, El líder de las Naciones Unidas ha apuntado que actualmente las emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo a niveles récord y las temperaturas siguen incrementándose, con el mundo muy lejos de los objetivos fijados al Acuerdo de París. "Eso significa que nuestro planeta va por el camino de alcanzar puntos de inflexión que harán que el caos climático sea irreversible y que haya para siempre un aumento catastrófico de la temperatura", ha sentenciado Guterres.
Más ambición y confianza, son los dos elementos que destaca Guterres en esta COP. "Es hora de un pacto histórico entre las economías desarrolladas y emergentes", ha asegurado el presidente de la ONU, quien espera que la Cumbre del Clima acabe con un acuerdo que incluya más esfuerzos los países ricos para reducir emisiones y más ayudas financieras y técnicas para que los países en desarrollo aceleren la transición energética.
¿Posible greenwashing?
El lugar donde se celebra la COP27, en Egipto. Se ha criticado la política del Estado, que a menudo no con respecto a los defensores de los derechos humanos y los activistas climáticos. El eurodiputado Mounir Satouri, relator permanente del Parlamento Europeo sobre Egipto, ha considerado que la celebración de la Cumbre del Clima COP27 en Sharm el Sheij es una "operación de comunicación" para el país de los faraones, donde los derechos humanos quedaron en un segundo plano. Y la gota que ha hecho tirar el vaso ha sido la elección de Coca-Cola como patrocinador, según recoge Efe.
Satouri y otros expertos denuncian que la Cumbre del Clima se está convirtiendo en una operación de marketing para blanquear el Estado egipcio a través del mensaje ecologista, es decir, greenwashing. El director de Medio Ambiente de Human Rights Watch, Richard Pearsons, señaló a Efe que "el Gobierno egipcio está desesperado para controlar la narrativa, pero solo está teniendo un éxito parcial". Y este éxito parcial se debe al hecho de que desde hace días se denuncian las detenciones de decenas de activistas climáticos, la mala gestión de la cumbre de la administración y el sector servicios y los dudosos patrocinadores que le restan credibilidad.
Así que la COP27 empieza a andar entre muchos obstáculos (algunos ademanes por sí misma), los cuales, si finalmente hay voluntad de acuerdo cuando estamos a punto de precipitarnos por el abismo del colapso climático, tendrían que ser sorteados.