Lápiz, agenda y el cuadernillo con deberes de verano en la mochila, este lunes 9 de septiembre los alumnos de Catalunya vuelven a las aulas para el inicio del curso escolar 2024-2025. Se trata del primer curso bajo el mandato del nuevo Govern que preside Salvador Illa, si bien de momento los planes para este año del Departament d'Educació son los heredades del anterior Ejecutivo, dado que se han querido evitar volantazos de última hora por "responsabilidad". La nueva consellera, Esther Niubó, recibe el testigo en un contexto de turbulencias en el sector de la enseñanza, justo después de los procesos de estabilización de docentes, años de protestas contra los anteriores responsables de la conselleria —especialmente contra Josep González i Cambray, a quien los sindicatos de docentes acusaban de no escucharlos y tomar decisiones de manera unilateral y basándose en "políticas dictadas por empresas y fundaciones privades"— y con el gran revés que fueron los malos resultados de los alumnos catalanes en las últimas pruebas PISA, en lengua y matemáticas. Así pues, el Departament tendrá que atravesar un temporal de "deberes pendientes" con Niubó al timón, que necesitará mucho diálogo con la comunidad educativa. Todo, con un Govern en minoría parlamentaria que tiene que buscar consensos en el Parlament para sacar adelante medidas estructurales.
Asegurar el aprendizaje: las PISA como señal de alarma
Las pruebas PISA, la evaluación promovida por el OCDE que se hace cada tres años en unos ochenta de países para ver el nivel de los alumnos de 4t de la ESO en matemáticas, ciencia y comprensión lectora, fue todo un terremoto para la comunidad educativa catalana. Si bien la bajada fue global —la pandemia y la educación telemática también ha tenido un papel aquí— los resultados en Catalunya fueron un desastre y se situaba a la cola de España en las competencias evaluadas, prácticamente equivalente a todo un curso no asumido por parte del alumnado. Además, se encontraron brechas importantes entre el alumnado de centros públicos con respecto a los privados, estos últimos con mejores resultados —derivado de la composición socioeconómica del alumnado y el impacto con que tiene la base material en casa en el rendimiento—, y hasta cursos de diferencia entre el aprendizaje alcanzado por el alumnado nativo y el alumnado recién llegado que parte con dificultades añadidas como adaptarse o aprender el idioma —en Catalunya es el 15,7% del alumnado, una de las cifras más altas del Estado—
Al ser preguntada recientemente en una entrevista por los motivos de los malos resultados al último informe PISA, la nueva consellera lo atribuyó a elementos como los cambios en la sociedad y en la composición social de las aulas, que "han afectado al profesorado", pero también al hecho de que "muchas veces los cambios se han hecho con cierta improvisación y ha dado la sensación que se actuaba en contra de la comunidad educativa". "Eso lo tenemos que cambiar y tenemos mucho margen de mejora con medidas concretas", afirmó Niubó en declaraciones a Ara. Revertir la tendencia decreciente del nivel del alumnado es el reto y la consellera lo ha subrayado recientemente como "prioridad" en declaraciones en la prensa con motivo del inicio de curso.
El anterior Govern, con la consellera Anna Simó en Educació, puso en marcha un plan de choque para dar respuesta a estos malos resultados: un grupo de trabajo que ideó el plan Florence con respecto a las matemáticas, consistente en dar herramientas a las escuelas para reforzar el aprendizaje, como una maleta con material práctico —tangrams, cuerdas, piezas, gráficos— para alcanzar conceptos abstractos experimentando con la supervisión de los docentes. El plan piloto se empezará a desplegar en 87 centros con amplio "margen de mejora" y la intención y reto ahora son ampliar a 200 durante este primer trimestre del curso para que empiecen a ponerlo en práctica a partir del 2025. Con respecto a la comprensión lectora, el grupo de trabajo propuso una red de coordinada entre docentes y técnicos de Educació para asegurar la inmersión lingüística y el aprendizaje oral de los alumnos no catalanohablantes en casa, así como potenciar la lectura con actividades y ampliar el número de bibliotecas. De momento, forman parte 342 centros. Este año, también se amplían este curso las aulas de acogida y de acogida acelerada para reforzar el aprendizaje del alumnado recién llegado, con 1.282 dotaciones en total.
Presupuesto para reducir ratios, ampliar plantillas, estabilizar docentes y hacer desaparecer barracones
Además de las herramientas y programas que pueda desarrollar el Departament, la mejora de los resultados educativos va ligada a una atención dedicada por parte de los docentes, que permita dar respuesta a las necesidades particulares de cada alumno. Así lo señala el sindicato USTEC·STEs, que en una carta a la nueva consellera reclaman más financiación —subir al 6% del PIB para Educació, cuando en los últimos años ha sido en torno al 4%— y de esta manera ampliar plantillas, abrir líneas reducir ratios de alumnos por clase, sobre todo a la ESO, e incrementar al personal especialista para dar respuesta también a las necesidades y la diversidad del alumnado catalán.
La mejora de la educación, que pasa también por asegurar buenas las condiciones laborales de los docentes, implica también seguir avanzando en la estabilización de los maestros y profesores, para que no sean interinos y sustitutos eternos de centro en centro sometidos a "la elección en dedo" de las direcciones —los sindicatos USTEC y 'Professors de Secundària' reclaman la eliminación de los decretos de plantillas y autonomía de los centros que propicia estas dinámicas. En las últimas convocatorias extraordinarias se estabilizaron unos 18.295 docentes, de manera que el índice de interinato se ha reducido al 5,57%, si bien todavía había este año unos 15.000 en la bolsa de sustitutos. Otra cuestión relativa al presupuesto es el avance en la construcción de centros de los millares de alumnos en el millar de barracones que hay en Catalunya. Este año se abre el curso con tres centros nuevos —en Sant Juts Desvern, Lloret de Mar y Saldes— y a lo largo del año se acabarán obras de todo tipo, como ampliaciones o mejoras, en 447 centros, y se inaugurarán una quincena de edificios.
Menos burocracia
Otra demanda reiterada de los sindicatos es la reducción del papeleo burocrático que centros y docentes tienen que preparar y entregar al Departament d'Educació. Los docentes lamentan que llenar centenares de cuadrículas de Excel los saca mucho tiempo que no pueden dedicar a preparar clases y, por eso, ellos van de cabeza y todo va en detrimento de la educación de los alumnos. Con respecto a esta cuestión, en el acto de presentación del curso, la nueva consellera subrayó que es consciente de esta demanda y explicó que ya trabaja: de momento se prevé unificar las numerosas aplicaciones informáticas que los docentes tienen que utilizar en una suela y se ofrecerá en los centros apoyo con documentos y píldoras para tareas como la contratación de personal o la gestión del calendario. De igual forma, el Departament no pedirá a los centros algunos datos que puede obtener de otras formas, según anunció Niubó el viernes.
¿Sexta hora?
Otra cuestión polémica que el Departament de Niubó tendrá que gestionar en adelante es la de volver a ampliar o no el horario de los centros públicos con una sexta hora de clase, como sí que tienen los centros concertados. Un reto que más que de curso es de legislatura. Se trata de una medida incluida en el pacto de investidura entre los socialistas y los comunes, para tender a la equiparación del modelo público con el público-privado, si bien aplicar la medida o no requerirá mucho de diálogo con la comunidad educativa. Sindicatos como USTEC se oponen, al considerar que es una "medida cara e ineficiente" y que "solo es una manera de justificar la financiación de la concertada de forma encubierta". El sindicato mayoritario considera que ya somos uno de los países de nuestro entorno con mayor número de horas de clase y que "más cantidad no quiere decir más calidad". En rueda de prensa el viernes, Niubó enfrió la cuestión argumentando que no era uno cuestión que se trataría inmediatamente porque se priorizarían otros retos con "más consenso", si bien anunció que ya se ha reunido con la líder de los comunes en el Parlament, Jèssica Albiach, para hablar de ello. "Se tendría que mirar la medida concreta y más quirúrgica para hacerlo posible", apuntó.
Los 31.000 alumnos sin plaza de FP
La Formación Profesional, un modelo educativo en auge, es una de las prioridades del Govern y lo quisieron dejar claro renombrando la conselleria. El reto más urgente a gestionar aquí es que un total de 31.404 alumnos que habían hecho la preinscripción para estudiar FP de grado medios o superiores este curso no tenían a principios de septiembre plaza asignada entre sus 10 peticiones. Todos ellos han tenido que esperar a la segunda fase de matriculaciones, entre el 2 y el 6 de septiembre, para optar a la fase extraordinaria de repesca, en la cual se han repartido las plazas vacantes. La voluntad de matriculación en FP crece año tras año y este año se amplía en 3.700 el número de alumnos que se incorporan a estos estudios; más de 290.000 en total cursando estos estudios. Este año también entra en vigor la nueva ley de FP que hace que toda esta formación sea dual, con muy de peso de la formación y al mismo tiempo trabajo en la empresa, no solo en el aula.
Tal como hace afianzar Niubó el viernes, Educació tiene la intención ahora de hablar con la comunidad educativa para adelantar el proceso de inscripción y que los alumnos no se tengan que inscribir en la FP una vez ya ha empezado el curso, sino que en julio ya todos sepan si tendrán plaza o no. La consellera admitió que todavía queda mucho trabajo y explica que en el corto plazo se centrarán en la reorientación y la información los alumnos sobre cuáles alternativas próximas y parecidas tienen. La consellera ha añadido que también se tiene que avanzar en un ajuste de la oferta y la demanda, teniendo en cuenta las diferentes realidades territoriales y sectoriales, y mejorar el transporte en zonas del territorio para poder desplazarse a estudiar lo que se desea.
El vale escolar, bajo la lupa
Este será el tercer curso en el cual se aplican las mochilas económicas para el alumnado vulnerable, que tienen un total de 88 millones de euros presupuestados. Su necesidad es evidente, dado el gran impacto que tiene en el rendimiento educativo la base material que el alumnado tiene en casa. Una medida en este sentido es el cheque escolar, que se reparte a todo el alumnado independientemente de la renta, como derecho universal. Este año, unos 790.000 alumnos de primaria y secundaria de centros públicos y concertados recibirán la ayuda de 60 euros de vale escolar para el curso 2024-2025 que podrán cambiar por libros, diccionarios o material de papelería. El cheque escolar, sin embargo, está bajo la lupa de la Sindicatura de Comptes, que la semana pasada avisó al Govern de que no se había presentado un informe sobre impacto económico y social, un diagnóstico previo, antes de repartir los cheques. El informe de la Sindicatura también recoge que los canjes se concentraron en pocos comercios y que 6 tiendas aglutinaron el 47,85%. del total. El año pasado, que eran 100 euros por alumno, el vale supuso un gasto de 43,92 millones de euros en las cuentas de la Generalitat. La Sindicatura ha pedido que se determine si el vale es una medida coyuntural o estructural, su relación con otras iniciativas existentes en este sentido y si su diseño es adecuado o se tendría que modificar en función de los objetivos que se persigan. Esther Niubó se ha abierto a revisar y "dar una vuelta" a la medida social.
Blindar el catalán
A raíz de la polémica sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para obligar unos centros a dar un 25% de las clases en castellano, con motivo de la denuncia de unas familias, y la suspensión del decreto del Govern de Aragonès para blindar el catalán, Educació y el conjunto del nuevo Govern tienen el reto de mantener el consenso de la inmersión lingüística con el catalán como lengua vehicular en la escuela, un consenso que todavía tiene una clara mayoría parlamentaria. El sindicato mayoritario de docentes también defiende el modelo de escuela catalana vigente desde los años ochenta ante los "ataques de la judicatura y de los sectores más reaccionarios del Estado". "Los datos indican una preocupante bajada del uso del catalán, especialmente en la secundaria. Delante de eso, reclamamos un Govern que defienda firmemente el uso del catalán como única lengua vehicular a todas las etapas educativas, que legisle a tal efecto y que implemente medidas de fomento y controles rigurosos que lo garanticen", decía USTEC en su carta a la consellera. El viernes, Niubó afianzó el compromiso con el catalán en la escuela como "eje central", si bien recientemente ha declarado que "cada centro educativo tiene un contexto sociolingüístico demasiado diferente para marcar un porcentaje igual en todas partes" y que "no es lo mismo una escuela en un pueblo del Ripollès que en una ciudad metropolitana".
Diálogo
El president Illa dio una carta personalizada a todos sus consellers y a Esther Niubó le encomendaba "recuperar la confianza en el sistema educativo" y trabajar "el diálogo y el consenso con los docentes". Illa también señaló que Catalunya no se puede permitir un sistema educativo "con unos malos resultados en los aprendizajes y con un elevado abandono escolar prematuro". Al tomar posesión, Niubó aseguró asumir el cargo "consciente de los retos" y explicitó su intención "de escuchar a todo el mundo" y buscar la "complicidad" de la comunidad educativa. Este viernes, en una rueda de prensa con motivo del inicio de curso, Niubó ha destacado que sus prioridades serán reforzar el aprendizaje en comprensión lectora, matemáticas e inglés, recuperar la confianza en el sistema educativo y de los docentes, y ayudar a estos últimos reduciendo la burocracia.
Consciente de la necesidad de dialogar y tejer consensos, y del malestar de la comunidad educativa si se toman decisiones sin tenerlos en cuenta, Niubó ha iniciado una ronda de contactos con los diversos agentes de relevancia del sector educativo catalán. Antes del inicio de curso la consellera se ha reunido con los representantes de sindicatos, direcciones de los centros educativos y con asociaciones de familias. Ahora durante en septiembre, la titular de 'Educació i Formació Professional' hará también una primera ronda de visitas institucionales a varios centros educativos por toda Catalunya —de Figueres, l'Hospitalet de Llobregat, Cambrils, Lleida e Igualada— para "conocerlos de primera mano, reunirse con sus equipos directivos y escuchar sus desazones y demandas". La voluntad de la consellera, según ha anunciado este sábado el Departament en un comunicado, es de mantener estas rondas durante todo el mandato.