Este lunes empiezan los campamenos de verano. Unas actividades de ocio para los niños que se han tenido que replantear por el coronavirus. "Nos pusimos a trabajar sabiendo que sería un verano diferente pero que sería verano", explica el presidente del Moviment d'Esplais de la Fundación Pere Tarrés (MCECC), Xavier Nus. "Después de estar tantos meses encerrados es una oportunidad de poner a los niños y jóvenes en el centro", detalla. Así, subraya que los "niños han sido los más invisibilizados en esta crisis".
Para preparar también el retorno a la normalidad de los niños se han preparado nuevas actividades "respetando la distancia física de dos metros y también se han tenido que repensar actividades donde no haya contacto".
Destaca, pues, que se descartarán las aglomeraciones y que habrá que redimensionar de alguna manera instalaciones. "Tenemos casas de colonias donde quizás se marchaban 80 y ahora quedará por 40. Quizás ahora se tendrán que hacer dos grupos y no con uno". Según explica, habrá grupos de 10 niños acompañados por un monitor.
Nus insiste en que este tipo de actividades son muy importantes para los niños. "Las actividades con pernoctación sirven para trabajar cotidianidades. Eso quiere decir trabajar buenos hábitos e higiene".
Por otra parte, también resaltan que como sociedad es posible que nos cueste no juntarnos. "Los niños son más adaptables que los adultos y tendrán que adquirir nuevas rutinas y este año socialmente se nos pide incorporar nuevas rutinas".
¿Los niños, los más invisibilizados?
España abrió antes los bares que las escuelas. "Los niños han sido casi los más invisibilizados de todo, han sido los últimos en poder salir de casa. Ir a la natura, hacer actividades en el aire libre, encontrarse con otros compañeros y aprender otras rutinas. Es una oportunidad de adquirir los nuevos hábitos que nos acompañarán durante un tiempo", insiste Nus.
De esta manera, subrayan que las actividades se han adaptado para ser lúdicas pero también seguras.
En una situación como el actual, donde muchas familias podrían sufrir dificultades económicas, desde la Fundación Pere Tarrés han puesto en marcha, de nuevo, la campaña Cap infant sense colònies para ofrecer becas para intentar disminuir, tanto como sea posible, el impacto de los niños y niñas en este contexto. El objetivo es conseguir fondos con el fin de ofrecer becas a los niños y jóvenes que se encuentran en situación de más vulnerabilidad. Desde la Fundación insisten en que la educación en el ocio ayuda a paliar los efectos de las desigualdades socioeconómicas y a generar oportunidades sociales y educativas.
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