Encarna Orduna (Tarragona, 1968), decana del Colegio de la Abogacía de Reus desde el 2016, ha asumido, recientemente, la presidencia del Consejo de la Abogacía Catalana, cargo que anualmente encabezan cada uno de los decanos y decanas de los 14 colegios de la abogacía catalanes. Licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona, Orduna ejerce como abogada en un despacho de Cambrils desde el año 1992, y ha sido profesora de la Escuela de Práctica Jurídica Guillem Maria de Brocà, del Colegio de la Abogacía de Reus, y del Máster de Acceso a la Abogacía de la Universidad Rovira i Virgili, y ha formado parte de la comisión de Igualdad del Consejo. En esta entrevista, Orduna repasa el trabajo del Consejo -que este 10 de junio cumplirá 40 años, al constituirse en 1983 en Tortosa-, así como los recursos que hacen falta para garantizar los derechos de la ciudadanía.
El Consejo de la Abogacía Catalana cumple 40 años este año. ¿Han evolucionado sus retos?
¡Mucho! Nosotros, la abogacía, hemos avanzado con la sociedad. Y lo más importante es que los 14 colegios de la Abogacía Catalana hemos ido juntos de la mano y en muchos ámbitos hemos sido pioneros. El más reciente, es el protocolo para la atención de las víctimas de violencia machista en las comisarías, que presentamos al Parlament el otro día. También en temas de la lengua, hace dos años que trabajamos en el Compendium, que es una base de datos, con formularios, artículos i terminología catalana para que nuestros compañeros y todo el mundo jurídico pueda usar el catalán. Y hemos mejorado mucho al dar un servicio de calidad a la ciudadanía en el Turno de Oficio. Nuestra profesión está al lado de la ciudadanía, ve el día a día de la ciudadanía.
¿Sigue siendo necesario el Consejo de la Abogacía Catalana?
¡Sí, y tanto! Queremos ser una herramienta para nuestros compañeros y compañeras, para amparar los derechos de la profesión y defenderla, que es nuestro deber, pero también para ir juntos con la sociedad, evolucionar juntos. Ahora, por ejemplo tenemos una comisión de Derechos Humanos, y esta semana haremos sesiones sobre la abogacía amenazada, no solo a nivel nacional sino también en el ámbito internacional, como en Afganistán, Filipinas y México. Somos multidisciplinares. Precisamente por ser 14 colegios, tenemos las tareas repartidas entre nosotros.
La abogacía catalana ha sido pionera en muchos ámbitos. Avanzamos al lado del ciudadano
¿Cuáles son los objetivos principales que se marca en su mandato?
Pues, consolidar nuestra institución como una herramienta útil para la abogacía, que vean que salimos a defenderlos y a ampararlos. También contribuir a la mejora de la Administración de Justicia, además este año será muy importante porque se aprobarán los proyectos de ley de eficiencia organizativa, procesal y digital, y tenemos que estar muy atentos porque tendrá un impacto en la abogacía. También trabajamos mucho para mejorar el turno de oficio y la asistencia de justicia gratuita, que trabajamos desde los colegios. Aumentar el uso del catalán en la Justicia también es una de nuestras implicaciones, y poner nuevas herramientas y trabajar conjuntamente con las administraciones con respecto a violencia machista y protección a las mujeres víctimas. Estas son algunas.
En su presentación, en la página web del Consejo, afirma que "hay una pérdida de confianza de la ciudadanía en la Justicia". ¿A qué se refiere?
Sobre todo por la lentitud. Una de las máximas que tenemos es que si la justicia es lenta, no hay justicia. Lo que quiere el ciudadano es una respuesta rápida y la situación actual de nuestros partidos judiciales es muy diversificada, evidentemente, pero necesitamos más juzgados, también medios personales y mejora de edificios. Pero sobre todo hacen falta una buena organización y la estabilidad de jueces y funcionarios en nuestras demarcaciones. Por ejemplo, en el caso de Reus, que es el que conozco, hay mucha movilidad, muchos cambios. Y, un juzgado qye lleva un asunto y en tres años ha pasado por cinco jueces diferentes, no puede tener una respuesta rápida. ¡Y después hay juzgados que tienen una ratio de trabajo muy por encima de sus posibilidades y hay compañeros que de un tema laboral le han señalado ahora para el 2024! ¿Cómo le explicas a tu cliente que en el 2024 tendrá el juicio por su despido o una indemnización? La abogacía, que estamos cada día en los juzgados, lo denunciamos y hacemos reuniones con las administraciones para que lo resuelvan.
Lo que quiere al ciudadano es una respuesta rápida. ¿Cómo le explicas a tu cliente que el juicio por su despido será el 2024?
Recientemente, el Departament de Justicia informaba de que en ciertas demandas de pequeñas cantidades, el ciudadano puede reclamar-lo al juzgado de forma telemática y sin necesitar abogado. ¿Las nuevas tecnologías ponen en peligro el oficio de la abogacía?
Lo dice la ley. Pero, evidentemente, la abogacía tiene que participar en todos los procedimientos judiciales porque es la mejora manera de garantizar al ciudadano que tenga sus derechos garantizados.
Por otra parte, se afirma que se han reinterpretado leyes y el Código Penal para ir contra el movimiento independentista catalán, desde políticos a manifestados. ¿Lo comparte?
Como institución no evaluemos los fallos judiciales. En los procedimientos, los jueces dictan sentencias y en unas podemos estar más o menos de acuerdo. Como institución lo que intentamos hacer es que la Administración de Justicia funcione, intentar mejorarla, y defender los derechos de nuestros compañeros. Por ejemplo, en el tema Pegasus, como el secreto profesional puede haber sido afectado aquí amparamos a un compañero (Andreu van den Eynde) y nos hemos personado como acusación particular en el juzgado. Si se vulneran derechos de los compañeros, hemos de actuar. Defendemos sus derechos.
Como institución no evaluamos los fallos judiciales. Intentamos que el Adminstració de Justícia funcione y defendemos los derechos de los compañeros, como en el caso Pegasus
El Consejo ha impulsado una nueva formación en violencia machista para abogados. ¿Los niños y adolescentes están lo bastante protegidos frente esta violencia?
Siempre hemos hecho formación en violencia de género porque el abogado o abogada que realiza la atención a estas víctimas tiene que estar formado. Ahora, con la aprobación de ley catalana 17/2020 que modificó la del 2008, que es violencia machista en general, lo hemos adaptado más. Desde los colegios ofrecemos una formación continúa a los abogados. Con respecto a los niños, hicimos una jornada a Manresa el diciembre pasado y concluimos que es prioritario la lucha contra la violencia a los niños y adolescentes. Y creemos que se tiene que hacer un trabajo conjunto y coordinado en el ámbito jurídico y también asistencial. Y en las jornadas hablábamos que en los casos de la violencia, los niños son muy importantes porque todo su desarrollo posterior para ser adulto se vivirá en torno a un trauma. Tenemos que ser conscientes y lo vemos los abogados y abogadas cuando vamos a los juzgados. Y hace falta una respuesta coordinar entre todos.
¿Qué ven a los abogados en los juzgados?
Que les afecta mucho. Cada vez los niños tienen más problemas. Y eso se ve en los centros escolares. Cuando hablamos de la violencia machista, lo centramos en la mujer, pero si esta mujer tiene hijos, ellos ven o sufren esta violencia. Además, también hay parricidios. Y hace falta que las administraciones pongan más recursos para atender a estos niños. La abogacía ve el día a día de la sociedad. Y también es importante que los administraciones nos llamen para que demos nuestro punto de vista y ayudar para dar una solución coordinada entre todos.
Antes ha citado el nuevo turno de oficio en que los abogados atienden a las víctimas de violencia machista en las comisarías. ¿Funciona?
Sí. Recuerdo que la modificación de la ley catalana entró en vigor un 24 de diciembre y , en enero ya empezamos a trabajarlo. En la ley hay un artículo que indica que cuando una víctima va a la comisaría de Mossos o una policía local, estos tienen que llamar al abogado de guardia para asistirla. El territorio catalán es muy extenso y diverso, no es lo mismo Barcelona que Lleida, que tiene una gran extensión. Con esta situación diversa estuvimos trabajando los 14 colegios, e hicimos un protocolo que decíamos como tenía que actuar el colegio y el abogado. Fijamos que la asistencia se haría como máximo en una hora, y si no puede ir, que pueda llamar a la víctima y asesorarla para presentar la denuncia, y al día siguiente ya ir preparados al juzgado.
¿Se cumple esta asistencia en todo el territorio catalán?
Sí. En dos años, hemos pasado a un 75% de asistencia, algunos casos 80%, en las comisarías de todo el territorio. Es decir, que tres de cada cuatro mujeres que van a la comisaría de los Mossos o policías locales y ha puesto una denuncia, se activa un abogado. Eso es importantísimo. Agradezco a los departamentos de Interior y Justicia esta tarea de coordinación y que el protocolo sea una realidad. Sin embargo, la abogacía ha estado a la altura y más; y ahora necesitamos más recursos. Necesitamos a más abogados para asistir a las víctimas en estas guardias específicas y especializadas, pero también recursos y mejores retribuciones.
¿A qué recursos se refiere?
Por ejemplo, en Reus solo hay un abogado que cubre los casos de violencia machista de todo el partido judicial, que lo pueden llamar de Reus o de Cambrils. Y por estar de guardia se cobra menos que para asistir a un detenido. Y hemos activado una lista de abogados voluntarios, que solo cobra si hacen la asistencia y cobran una miseria.
¿Qué cobran?
Pues, por disponibilidad unos 65 euros, y por asistencia a un detenido unos 179 euros, y cuando son más de tres personas asistidas, unos 358 euros. Lo que pasa es que hay partidos judiciales, como Sabadell, Berga, Igualada que no se cobra por estar disponible. Eso lo fija el Departament de Justicia, y le pedimos que se tendría que mejorar tanto la guardia como la asistencia al detenido, aunque no olvidamos que el turno de oficio es un servicio a la ciudadanía. Pero insisto, no todo el territorio catalán cobra por guardia. Por eso, lo que queremos hacer es una racionalización del sistema de guardias del turno de oficio en todo el territorio catalán, con una retribución digna para todos los compañeros y compañeras.
Queremos racionalizar el sistema de guardias del turno de oficio en todo el territorio catalán, ya que no se cobra igual
El Consejo hizo un informe este verano donde denuncia espacios indignos en los juzgados para atender a las víctimas de violencia machista. ¿Se ha resuelto?
No todavía no, a pesar de que el Departament de Justicia ha indicado que lo está mirando. Eso es un trabajo que se realizó desde la comisión contra la violencia machista y la igualdad que tenemos en el Consejo. Si no hay espacios dignos en los juzgados, revictimizamos a la víctima, y también hace falta una especial sensibilización de los jueces y también de los abogados. A veces, no es cuestión de dinero, sino buscar soluciones y reubicaciones en los juzgados. Es una de nuestras reivindicaciones.
La abogacía es una de las profesiones con más mujeres. ¿Hay machismo en la profesión y en los despachos?
Volvemos a ser pioneros. Este año cuando tomen posesión de su cargo electo por primera vez habrá 9 mujeres decanas y 5 hombres decanos en el Consejo. No se ha visto en ningún lugar de España. Llegamos a ser siete y siete, sin embargo, nunca mayoría de mujeres. Cuando llegué al Consejo, eran 13 hombres y yo era la única mujer. Antes, hubo mujeres que abrieron el camino. Es un reflejo de la sociedad. Eso no quiere decir que no se den situaciones de machismo. Y desde la comisión de Igualdad hemos impulsado la creación de un canal de denuncias para aquellas abogadas que hayan podido sufrir machismo en los juzgados o en los despachos profesionales. Ahora lo hemos acordado y lo implantaremos. No hemos tenido ningún caso concreto, sin embargo, hemos pensado que hay que poner los medios por si pasa, y como institución defender a la abogada.
La Abogacía Catalana abrirá un canal de denuncias frente al machismo para abogadas
¿Ha padecido machismo?
No he sufrido machismo como tal, pero sí que para mí ha sido muy difícil la conciliación profesional. Si quieres prosperar, hay un momento que tienes que escoger entre la vida profesional o pensar que tienes dos hijos. Ahora en mi junta, tengo compañeros jóvenes que tienen hijos y hacen la conciliación, y es una buena noticia. En mi caso, he tenido mucha ayuda de la familia, pero la conciliación es muy dura. Es complicado llevarlo todo.
El Gobierno ha anunciado que prorroga este año la partida de 233.000 euros para pagar 20 euros por cada escrito del turno de oficio presentado en catalán. ¿Es suficiente?
Para nosotros, nunca es suficiente (ríe).
¿Tiene datos del 2022?
De los 6.346 abogados que están inscritos en el turno de oficio, unos 1.231 estaban inscrito en el programa del catalán el año pasado. Es un 19,40%. Catalunya no es tierra de opositores a jueces y fiscales, y también pedimos a Justicia que se impulsaran becas a futuros jueces en Catalunya. Es cierto, que la abogacía tenemos una responsabilidad. Muchos estudiamos en castellano y al entrar en el juzgado cambiamos el chip y hablamos en castellano. Y una medida era fomentar el catalán con estos escritos. El Compemdium.cat también es impulsado desde el Consejo y hay muchas instituciones adheridas, como el Colegio de Abogados de Perpinyà, el de Andorra, universitats...I Compendium.cat, es una base da datos muy sencilla de usar, donde hay formularios de demandas en catalán, terminología jurídica para ayudar a presentar los escritos en catalán.
Un 19,4% de los abogados del turno de oficio participan en el programa de presentar los escritos en catalán
¿La abogacía tiene deberes pendientes para aumentar el uso del catalán a la Justicia?
Sí, claro. Todos tenemos deberes pendientes.
¿Se superará así la magra cifra de 7% de sentencias en catalán?
Lo esperamos. Son varias medidas que ayudan a los compañeros, y si presentas un escrito en catalán toda la tramitación lo tiene que ser. Es cierto, que cuando llegas al juzgado, normalmente, se habla castellano porque muchos jueces, fiscales y letrados de la Administración de Justicia vienen de fuera de Catalunya. Muchos se adaptan, y hay quien apuesta por hacerlo en catalán.
¿Reciben quejas de ciudadanos, que no pueden expresarse en la lengua propia en el juzgado?
Nosotros defendemos que todo el mundo se tiene que poder defender en la lengua propia. La comisión de Lengua es una de las primeras que se creó al Consejo para defender el uso del catalán en la Justicia, y una de sus tareas es defender a cualquier abogado si tiene un problema él o su cliente en un juzgado para expresarse en catalan. Tenemos casos puntuales, pocos, pero tenemos.
La anterior consellera, Lourdes Ciuró, impulsó la modificación del Código Civil Catalán a fin de que vecinos y ayuntamientos pudieran denunciar ocupaciones violentas de viviendas. Y la actual consellera, Gemma Ubasart, lo ha parado al considerar que se puede criminalizar toda ocupación. ¿Qué opina la abogacía?
Es un problema persistente y que nos preocupa mucho porque afecta la ciudadanía. Hicimos un congreso de ocupación en Mataró, y recientemente el Colegio de la Abogacía de Barcelona. Necesitamos una solución, y desde la abogacía también impulsamos reformas legislativas, y en este caso queremos dar nuestra visión. Vivimos cada día lanzamientos y ocupaciones, que afectan a la ciudadanía.