Los equipos de rescate italianos han encontrado cuatro cuerpos en el yate de lujo hundido el lunes en las costas de Sicilia, que ha dejado seis desaparecidos, entre ellos el magnate británico Mike Lynch. Los buzos han conseguido entrar en el casco del velero, que se encuentra hundido a 50 metros de profundidad, y hasta el momento han encontrado cuatro cuerpos, que todavía, de manera que tan solo quedaría un desaparecido por localizar. Según apuntan medios locales, los cuatro primeros cuerpos pertenecerían a Lynch y a su hija de 18 años, Hannah Lynch; el presidente del banco estadounidense Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer y el abogado del buffet Clifford Chance, que representaba a Lynch, Chris Morvillo. Quedarían aún por  identificar las mujeres del banquero y del abogado, Judy Bloomer y Neda Morvillo. Sin embargo, no ha habido una confirmación oficial sobre la identidad de las víctimas, que deberán reconocer antes los familiares. 

Las operaciones de búsqueda son complicadas por la gran profundidad a la que se encuentra el velero Bayesian, y la poca autonomía de los submarinistas, que deben bajar de dos en dos durante un máximo de 12 minutos. Por eso, el protocolo se ha visto reforzado con un robot submarino con control remoto que tiene capacidad de operar a hasta 300 metros de profundidad entre 6 y 7 horas. Los bomberos italianos encargados de la operación lograron este martes entrar al casco del barco a través de una ventanilla de cristal, llegando poco a poco a las zonas comunes del barco, aunque con mucha dificultad debido a los muebles y otros objetos que impiden el paso. Este miércoles finalmente han accedido a los camarotes, donde se cree que quedaron atrapados los desaparecidos.

Interrogan al capitán del yate

En paralelo a las operaciones de rescate, continúa la investigación de ese naufragio, con el objetivo de determinar qué provocó el hundimiento. El capitán del barco, James Cutfield, neozelandés de 51 años, fue interrogado durante más de dos horas anoche, según informó la agencia ANSA. Este miércoles la fiscalía ha proseguido con los interrogatorios a los supervivientes, a fin de reconstruir la tragedia. Las inmersiones de los buceadores también han servido para realizar una primera inspección del barco, en la que se ha constatado que no hay fugas en el casco y que el mástil principal, de 75 metros de altura, está intacto. Lo que más ha sorprendido a los buceadores es la orza, elemento que se sitúa en la parte inferior de la embarcación y sirve para garantizar su estabilidad, y que en el caso del Bayesian estaba "parcialmente levantada", lo que podría haber contribuido al naufragio del yate.