Investigadores del CSIC han encontrado en Extremadura las primeras esculturas tartesias, que sacuden la historia. Las excavaciones en el yacimiento tartesio de Casas del Turuñuelo (Badajoz) han sacado a la luz los restos de cinco relieves de forma humana del siglo V a.C. (hace más de 2500 años), los primeros que pertenecen a la cultura tartesia — la civilización prerromana que ocupó el suroeste de la península Ibérica entre los siglos VIII y IV a.C. En esta línea, recordemos que hace unos meses que se encontraron 24 estatuas de hace 2.000 años en perfecto estado en Italia que también "reescribirán la historia".
Lo más insólito de este último hallazgo es que las representaciones corresponden a rostros humanos, cosa que supone un cambio de paradigma en la interpretación de la cultura tartesia — que hasta ahora se consideraba anicónica porque representaba la divinidad con piedras sagradas y motivos animales o vegetales. Uno de los directores de la excavación, Sebastián Celestino, ha explicado este martes que "se trata de las primeras figuras humanas de Tartesia, ya que hasta ahora había figuraciones pintadas en cerámicas, pero no había ninguna representación". También ha aclarado que ya se sospechaba que era una cultura icónica, aunque "se han encontrado con el hecho de que poco antes de la Dama de Elche ya se hacían este tipo de esculturas".
Revolucionar la historia
La otra directora de la excavación, Esther Rodríguez, ha puntualizado que son "rostros idealizados" y que les ha sorprendido "no solo a la belleza de las esculturas, sino a sobre todo las joyas que llevan" porque son tartesias. "Los pendientes aparecen documentadas a Cancho Roano y otros yacimientos del sur peninsular, de manera que (el hallazgo) revolucionará la historia del arte antiguo en la Península", ha señalado.
De las cinco cabezas encontradas, dos están enteras y representan la figura de dos mujeres; otra cabeza representa a un guerrero, mientras que otra figura "quizás también es masculina". Si bien todavía trabajan para determinar más detalles, los investigadores del CSIC sí que han confirmado que se trata de figuras que pertenecen a un relieve porque la parte de atrás de las piezas es completamente plana: "Seguramente estas figuras cuentan una historia, pero todavía no la podemos reconstruir". De hecho, sospechan que podrían conservar algún pigmento. "Todavía no se han hecho las analíticas, pero hemos visto restos de color rojo en alguna de ellas", ha dicho Celestino.
Una referencia en la arqueología
Rodríguez ha celebrado que el hallazgo "cambia la lectura que desde la historia del arte se había realizado sobre la cultura tartesia". "Por primera vez le ponemos un rostro idealizado y ya sabemos cómo llevaban sus joyas. Eso nos permite interpretar el uso de su orfebrería o qué personajes la llevaban", ha añadido. En cualquier caso, ahora toca restaurarlas, consolidarlas y limpiarlas. Desde la Escuela de Ingenieros de Almadén analizarán la procedencia de los materiales utilizados en las figuras, cosa que permitirá a los investigadores determinar la procedencia de los materiales y se sabrá si la piedra viene o no de fuera de la Península.
El CSIC trabaja en este asentamiento desde el 2015, de manera que la campaña de excavación de este 2023 es la quinta después del paro que hubo entre el 2019 y en el 2021 — a consecuencia de la expropiación de las tierras donde se encuentra y la pandemia. Con investigadores de 28 centros diferentes de carácter nacional e internacional, el proyecto de excavación del yacimiento se sitúa en el 30%. "Se trata de un edificio importante en el plano político, económico y en los hallazgos que aparecen. Es una referencia en la arqueología de toda el área mediterránea", ha expresado el director del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), Pedro Mateos.