El monstruo del Lago Ness. El abominable hombre de las nieves. Por todo el mundo, cada lugar tiene su criatura legendaria. Catalunya no es una excepción. Descubre uno de los seres míticos de nuestra tierra más peligrosos y salvajes que existen; presuntamente consiguió que todo un pueblo fuera abandonado. Tienes dos formas de descubrir este misterio: escuchando a continuación el episodio correspondiente de Bona i misteriosa nit (el podcast paranormal de ElNacional.cat) o bien leer la crónica que te he preparado para que tú también formes parte de este enigma tan feroz.

Una manifestación paranormal que asustó a todo un pueblo

En el norte de Catalunya, en el Prepirineo, se encuentra el macizo de Rasos de Peguera y la Sierra de Ensija, situados en la comarca del Berguedà, perteneciente al municipio de Berguedà de Fígols. Se llega por un abrupto camino de tierra que lleva a un prado donde en el fondo se alza el enorme Roc de Peguera. En su regazo se encuentra el enigmático pueblo abandonado de Peguera, que muy a menudo está rodeado por una niebla amenazadora que se manifiesta para proteger los secretos del paraje de Peguera.

Los misteriosos hechos ocurridos en Peguera empezaron hace casi 90 años, cuando una familia de golpe empezó a oír extraños ruidos inexplicables fuera de la casa que atemorizaron a los habitantes del pueblo. Nunca se encontró una explicación razonable. Al caer la noche la familia se refugiaba dentro de casa, mientras en el exterior seguían produciéndose fenómenos de acción dinámica que golpeaban violentamente la pared que daba en el corral. Cuando atemorizados salieron fuera para ver qué es lo que pasaba, descubrieron, sorprendidos, que no había nadie. Pero el miedo se fue incrementando en la familia. Progresivamente, en varias ocasiones, se produjeron estos fenómenos acústicos de forma repetitiva, asustando a todos los habitantes de Peguera. Era lo que en parapsicología se denomina raps. La gente, aterrada, empezó a huir del pueblo.

La manifestación fenomenológica aumentó de forma significativa. Por la noche, se empezaron a producir enigmáticos incendios en la zona del corral provocados por causas desconocidas. Solo un matrimonio se quedó viviendo en el pueblo y ellos vivieron la experiencia de ver cómo se incendiaba todo el pueblo sin ninguna causa aparente natural. Nunca se descubrió el origen de los misteriosos fuegos. Se trataba aparentemente de fuegos espontáneos, que son fenómenos de pirogénesis.

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El fuego crece y necesita víctimas

El misterio creció porque los fenómenos ígneos, que primeramente se producían en la materia inerte, se amplificaron de forma terrible: empezaron a actuar sobre los animales vivos. A veces las ovejas que la familia tenía en el corral estaban muy inquietas sin motivo aparente. De golpe, los animales corrían de un lugar a otro, como enloquecidos, agrupándose todos juntos en forma de rebaño, como si algo invisible los estuviera buscando y amenazando. Un día que el rebaño de ovejas estaba pastando, de golpe, se encontraron especialmente alteradas. ¿Por qué motivo? Los animales presentían lo que pasaría.

Cuando el pastor llegó al prado descubrió que muchas de las ovejas habían sido atacadas de forma extraña. Una parte de las ovejas tenía los huesos rotos y otras también habían sido degolladas de forma rasgada. Tanto el extraño fenómeno de aplastamiento de los huesos de los animales, como las heridas que causaron su degollamiento eran inexplicables. No eran heridas causadas por un lobo. Estaban hechas por las grifas de un animal o ser con la fuerza descomunal de una bestia salvaje. ¿De qué misteriosa criatura se trataba? ¿Por qué motivo las atacó? ¿Por qué las destrozó? ¿Y la cuestión enigmática era saber por qué una vez muertas las ovejas, el animal no se las comió o llevó? ¡Todo un misterio!

El animal espectral invade la casa de los únicos habitantes

Con los días fueron aumentando la escalada de fenómenos, incluso dentro de la casa. Una noche, mientras el matrimonio dormía tranquilamente en su habitación, de golpe, se produjo una gran bajada térmica de temperatura dentro de la estancia y empezaron a sentir mucho frío. Cuando intentaron abrigarse con las sábanas de la cama notaron un fuerte tirón en la ropa, como si un posible clavo mal pintiparado los retuviera. Cuando por la mañana del día siguiente se levantaron, a la luz del día vieron, perplejos, que la sábana de la cama había sido rota y rasgada por las grifas de un presunto animal feroz que había entrado dentro de la casa. Y eso no era todo, porque acto seguido descubrieron, atemorizados, que al pie de la cama había grabadas en la madera las grifas de un enorme animal. Evidentemente, una bestia desconocida había provocado este desastre y entonces el terror se apoderó de la familia que decidió huir, abandonó la casa y se marchó del pueblo de Peguera, para no volver nunca más.

La leyenda pirenaica del Simiot

Según los estudios de los enigmáticos hechos ocurridos en Peguera, parece ser que en un momento determinado, en este lugar, apareció un animal insólito del Pirineo, pero que su presencia está testimoniada en la mitología y las leyendas pirenaicas, hasta el extremo que tiene un lugar en la historia de la región. Se trata del Simiot, un animal antropomórfico que desde el año 1.000 ha sido referenciado en las dos vertientes del Pirineo. No es un animal; se trata de una persona asalvajada y agresiva que es muy peluda y fuerte, que emite gritos para comunicarse y que, como no está domesticada, se ha convertido en una fiera indómita con apariencia de tipo simiesca, como si fuera un hombre-simio.

Este Simiot vive en las zonas húmedas, en los árboles de los frondosos bosques del Pirineo. Su presencia ha sido testimoniada generalmente en los territorios de la vertiente norte del Pirineo, muy concretamente en las zonas del Roselló, en Arlés donde incluso tiene una calle dedicada que lleva su nombre. También ha sido visto en el Valle de Terc en el Vallespir. Y con respecto a la vertiente sur del Pirineo, el Simiot fue visto en la zona del Ripollès por las regiones del Valle de Núria y también por la parte superior del Alto Empordà, cerca de la Jonquera.

En estos parajes pirenaicos la figura del Simiot es conocida desde hace bastantes años. Incluso el folclorista catalán Joan Amades habla del Simiot en sus libros. En el siglo XVIII fue capturado uno vivo que fue paseado por ferias y mercados europeos. Por lo tanto, presumiblemente los enigmáticos hechos que tuvieron lugar en el pueblo de Peguera, exactamente podrían haber sido protagonizados por el Simiot. Una persona asalvajada que vive en los bosques del Pirineo y que hoy por hoy es objeto de estudio por parte de los especialistas de la criptozoologia.