Una veintena de entidades sociales y sindicatos de visiones en ocasiones transversales en algunas cuestiones relativas a la educación se han aliado con el objetivo de exigir al Govern que detenga el cierre de grupos en la escuela pública el próximo curso. Constituidos en la plataforma 'La pública, l'escola de tothom,' reclaman una reunión "urgente" con el Departament d'Educació que lidera la consellera Esther Niubó, a quien acusan de favorecer la concertada por delante de la escuela pública. Además, han anunciado una primera movilización para el sábado 29 de marzo, desde el Parc de l'estació del Nord hasta el Parlament, donde hará una acción simbólica para enviar un mensaje a las autoridades políticas. Entre los integrantes de la plataforma está la asociación de padres y madres 'aFFaC', los sindicatos USTEC, CCOO, CGT y la Intersindical, las fundaciones dedicadas a la educación Bofill y Rosa Sensat, la plataforma de infantil Dignitat 0-3, la fundación Ferrer i Guàrdia y la Plataforma d'Afectats per l'Habitatge o el Sindicat de Llogateres.

La plataforma se ha presentado públicamente este martes a la Escola Drassanes de Barcelona. La presidenta del aFFaC, Lidón Gasull, ha explicado que esta nace "de la necesidad" de defender en estos momentos la educación pública y para dar una respuesta "unitaria y "clara" ante el anunciado cierre de 111 grupos en la pública de cara al próximo curso, con especial incidencia en municipios como Terrassa o Mataró, para ajustar lo que el Departament señala como una "sobreoferta". 43 grupos en Infantil 3 y 68 a primero de ESO, precisan. La plataforma reclama dar marcha atrás y ven un agravio comparativo en beneficio de la concertada con el que se empuja a las familias al modelo público-privado. "Es una decisión política", valoran.

 

Tender a suprimir los conciertos

Niubó defendió este lunes en una comparecencia parlamentaria que el "ajuste" de la oferta de plazas se hace con el objetivo de evitar la segregación, dado que cuando hay sobreoferta en los centros, habitualmente el alumnado vulnerable se queda en unos centros determinados y muchas familias llevan a sus hijos intencionadamente a otros. Además, después, estos centros ya vulnerables, al tener más espacio, reciben mucha matrícula viva de alumnos recién llegados durante el curso. Asimismo, la consellera sostiene que no hay una afectación a las ratios en esta eliminación de líneas, ya que, dice, se mantienen de 18 a 20 alumnos por clase. En este sentido, desde la Plataforma constituida hoy han replicado que la escuela concertada salga cada año con la oferta inicial completa, con grupos que sistemáticamente no llenan, cosa que han criticado que también contribuye a la sobreoferta y a la segregación escolar.

Por otra parte, la Plataforma por la escuela pública pide que se haga una planificación educativa a una década vista y que se supriman aquellos conciertos que, dicen, no responden a su función principal, "complementar el sistema público allí donde este no llega". Además, han apuntado que el curso 2026-2027 se tienen que renovar los conciertos educativos y eso supone una "oportunidad histórica por arreglar" el sistema. La propuesta de la Plataforma es ampliar la escuela pública e ir eliminando centros concertados, como objetivo a largo plazo.

Mantener cursos para bajar ratios y avanzar en inclusividad

La Plataforma también ha aprovechado para defender que el mantenimiento de grupos a pesar de la bajada de la natalidad permitiría tener unas clases más esponjadas y unas ratios menores. Así, defienden que se conseguiría aplicar "realmente" una escuela inclusiva que pueda atender la diversidad de cada alumno. También consideran que ayudaría a hacer frente al "colapso" que se vive a la ESO, ya que "muchos de los centros están con ratios por encima del legalmente establecido", ha alertado Gasull. La consellera ya ha reconocido en varias ocasiones que, si bien sí que se ha hecho a infantil y primaria, no se han podido reducir ratios a secundaria, aunque está donde hace más falta, por una cuestión logística: la falta de espacios en los centros. En este sentido, un fenómeno que las escuelas y el Departament han advertido es que, a pesar de la bajada de la natalidad que vacía las aulas de infantil, hay mucha matrícula viva —es decir, que llegan a un centro con el curso ya empezado, por mudanza o emigración de sus familias—, unos 12.000 alumnos solo el año pasado, lo cual supone uno de los principales retos del sistema educativo, que tiene que trabajar con aulas de acogida intensivas.