El Servei Català de Trànsit (SCT) limitará la velocidad a 100 km/h en la AP-7 entre Martorell y Gelida los viernes por la tarde, sábado por la mañana y domingo por la tarde y los camiones tendrán que circular por la derecha en este tramo de unos 7 kilómetros. La medida empezará a aplicarse este mismo viernes en fase de pruebas y forma parte del paquete de acciones que el Servei Català de Trànsit (SCT) ha presentado para reducir la siniestralidad en la AP-7. El plan se desplegará entre el 2023 y 2025 con una inversión de 14,3 millones de euros y, entre otras medidas, también prevé utilizar drones para controlar los puntos más conflictivos e instalar nuevos radares en la autopista, donde la movilidad ha aumentado un 26% desde la liberación de los peajes.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha anunciado un paquete de medidas para reducir la siniestralidad de la AP-7 y mejorar la movilidad, después de un análisis del Servei Català de Trànsit en 43 tramos durante un año y medio y que ha permitido diseñar estas acciones.
Baja el límite de velocidad
La primera medida que se aplicará, a partir de este mismo viernes, es la limitación de la velocidad en las franjas de operación salida y en la de vuelta en el tramo Gelida-Martorell. El SCT ha tenido un importante aumento de la movilidad en este tramo y ha observado que los vehículos no respetan lo suficiente las distancias de seguridad y también corren demasiado, según ha explicado su director, Ramon Lamiel, que ha indicado que están registrando accidentes múltiples.
Los responsables del SCT esperan que la medida ayude a mejorar la seguridad vial en este tramo y no descartan bajar más el límite de velocidad si estos 100 km/h no son suficientes. Trànsit y Mossos harán controles de la velocidad para controlar que la limitación se cumpla. El SCT quiere extender sistemas de velocidad variable en más tramos de la vía y tiene el ojo puesto en el tronco central de la AP-7 a la espera que el Estado, que es el titular de la autopista, pueda aplicar medidas en esta dirección, como le ha estado reclamando la Generalitat. Tráfico ya limitó la velocidad a 100 km/h por hora entre Granollers y el Papiol hace unos meses.
Más radares y drones
El Servei Català de Trànsit instalará en esta autopista nuevos radares en los puntos donde hay más accidentes. Empezará con cuatro, con un nuevo sistema de instalación, y una de las primeras localizaciones en que se ubicarán será en la trifurcación del Papiol B-23 / A-2 / AP-7. También instalará un radar de tramo en la zona de Móra en Constantí en el periodo 2023-2025.
Además, utilizará drones para controlar puntos viales conflictivos. La primera misión estará al enlace de la C-60 / AP-7 para analizar el origen de la perturbación de la Roca en el retorno de los domingos y también en la B-23 y AP-7 para controlar las infracciones de incorporación, que son un riesgo para la seguridad vial y ocasionan retenciones. Los drones servirán para controlar la movilidad, complementarios en los helicópteros y medios terrestres del Servei Català de Trànsit, y la idea es que más adelante sirvan también para multar.
Medidas especiales para los camiones
El plan prevé limitaciones de vehículos pesados en el tramo del sur de 30 kilómetros entre Calafat y Camarles (Baix Ebre), donde los camiones tendrán que circular por el carril de la derecha. Esta limitación será para todos los días de la semana y se empezará aplicar pronto, si bien no han concretado una fecha.
Entre otras medidas, Trànsit también destaca la instalación en los retornos de fin de semana de los 70 kilómetros de carriles adicionales en la AP-7 norte (Montornès del Vallès y Sant Celoni) y sur (Vilafranca del Penedès y el Papiol) para dotar de más capacidad la vía. Esta medida ya se aplica y se ha adelantado en el calendario, ya que se empezaban a instalar en torno a Semana Santa pero este año ya hace algún fin de semana que se han abierto.
Preocupación por el aumento de la siniestralidad
La movilidad ha aumentado por término medio un 26% en esta autopista desde que se liberaron los peajes, en agosto del 2021, y la circulación de camiones ha incrementado un 36%. En tres tramos (Bellaterra / C-58, C-59 / Mollet i Mollet / Montmeló), el tráfico ha bajado por la desviación de la circulación hacia otras vías liberadas, como puede ser la C-33, pero la tendencia general es de aumento. Los accidentes también han incrementado en la AP-7. La autopista registró el 2019 503 accidentes con víctimas, 32 de los cuales con personas muertas o heridos graves, mientras que en el 2022 estos siniestros aumentaron hasta los 647, 55 de los cuales con muertos o heridos graves. En el 2019, 15 personas murieron en accidentes en la AP-7 y 19 más resultaron heridas de gravedad, mientras que el año pasado las víctimas mortales fueron 24 y los heridos graves, 52.