Fèlix Millet hace años que está recluido en su casa de L'Ametlla del Vallès. Desde que se destapó el caso del espolio del Palau de la Música, el año 2009, y dimitió de la institución, vive encerrado en la mansión donde años antes se hizo hacer una réplica del Palau.
Durante todos estos años sólo se le ha visto por temas relacionados con el proceso judicial, aunque no se ha escondido durante sus vacaciones en Menorca. De hecho, lo increparon los pasajeros del vuelo con el que regresaba a Barcelona el año 2014.
Millet ha salido de casa para ir a declarar y firmar en los juzgados, cuando abandonó la prisión, y en el juicio del caso del Hotel del Palau, donde lo absolvieron finalmente después de un recurso ante el Tribunal Supremo.
En L'Ametlla del Vallès, sí que se lo ha podido ver. Sobre todo años atrás, cuando frecuentaba alguno de los bares del pueblo, o en Granollers, donde durante todo este tiempo ha ido a firmar ante el juez.
Los últimos años, sin embargo, sobre todo después del juicio del hotel del Palau, Fèlix Millet ha tenido una vida más discreta, por fuerza. A sus 81 años y con la salud delicada espera el juicio para cerrar lo que se considera el primer gran caso de corrupción en Catalunya. Se enfrenta a 27 años y medio de prisión.
"Que se celebre el juicio de una vez", dice Millet en declaraciones a El Nacional. El exmáximo responsable del Palau de la Música, que confesó el espolio del Palau sacudiendo a la sociedad civil, a la cultural y a la burguesía catalana, sólo ha pisado 15 días la prisión. "El juicio ha tardado demasiado", admite. Y concreta que "ha tardado demasiado, para mí, para la institución y para todo".
El miércoles empieza el juicio por el fraude del Palau. Hay 16 acusados, 2 acusaciones públicas, 4 acusaciones particulares y/o populares, 5 responsables civiles a título lucrativo y 11 entidades jurídicas como responsables civiles subsidiarias, entre las cuales Convergència, que habría cobrado supuestamente 6,6 millones de euros por comisiones ilícitas.
"Me arrepiento"
Millet confesó una desviación de fondos de 3,3 millones de euros, pero la investigación destapó un espolio que llega hasta los 30. A medida que avanzaba la investigación se fueron conociendo más detalles. Como el hecho de que Fèlix Millet pagó la boda de su hija, que celebró en el mismo Palau, con dinero de la Fundación, y que encima hizo pagar la mitad del gasto a su consuegro.
"Me arrepiento", dice a El Nacional, 9 años después de que se destapara el caso. Y recuerda su carta de confesión a la prensa: "Yo pedí disculpas de lo que había hecho con una carta a un diario".
En la confesión explicó que con el dinero del Palau hizo reformas en su casa, pagó viajes turísticos a destinos como las Maldivas y Dubái, y expuso una doble contabilidad en negro con la que pagaba a algunos de los artistas del Palau de la Música. Pero después la investigación destapó que Fèlix Millet junto con Jordi Montull, su mano derecha en el Palau, pagaban con dinero de la fundación pisos en Barcelona donde hacían encuentros sexuales.
Fèlix Millet todavía no sabe si el 8 de marzo, que es el día que le toca declarar como acusado, responderá a las preguntas de todas las partes. "Eso lo decidirán mis abogados", explica.
Tampoco quiere pronosticar una posible sentencia: "No quiero hacer juicios paralelos. Que lo diga el juez". No quiere hablar de si lo condenarán o de si lo absolverán como sucedió con el caso del hotel del Palau, ni tampoco de si en caso de condena se liberará de entrar en prisión por su avanzada edad y su estado de salud.
"Estoy mal"
El primer día del juicio del hotel del Palau, Fèlix Millet se rompió la cadera cuando se levantó por la noche para ir al lavabo. "Estoy muy mal de salud", dice con la voz arrastrada. Tampoco oye muy bien, y durante la entrevista telefónica con El Nacional se hace repetir las preguntas.
Por eso, y porque el juicio está previsto que dure tres meses, Millet tiene previsto pedir durante el primer día de juicio que le den permiso para no asistir a todas las sesiones: "Lo pediré por mi estado de salud, como ha pasado en otros casos". Físicamente estoy muy mal. No puedo andar", dice. "Estoy fastidiado", concluye.