Un error informático ha trastocado la operación salida en el aeropuerto de El Prat, con retrasos y vuelos cancelados. Según ha avanzado Rac1, el error se ha producido en el sistema informático que controla los planes de vuelo y ha provocado un paro total durante unas dos horas de vuelos que tenían que salir o aterrizar tanto en Catalunya como en Balears y el País Valencià. En El Prat, han sido una cincuentena los vuelos afectados por la avería —registrando retrasos de entre una y dos horas. La incidencia también ha obligado a cancelar varios vuelos de compañías diferentes que salían este viernes desde Barcelona hacia destinos como Roma, París, Granada y Bruselas.
El error se ha detectado en el sistema informático SACTA, que Enaire utiliza en la gestión del tráfico aéreo. El sistema ha caído hacia las 12.00 horas de este viernes y se ha recuperado unas dos horas después, afectando centenares de vuelos en la zona este del estado español. Si bien la incidencia ya está resuelta y la situación en proceso de estabilización, es verdad que la previsión es que los retrasos se acumulen a lo largo de toda la tarde.
La operación salida al aeropuerto de El Prat
La avería ha tenido lugar justo al inicio del primer fin de semana de la operación salida del verano. Según ha informado Aena a Europa Press, el aeropuerto de El Prat preveía operar 3.722 vuelos entre estos días 30 de junio y 3 de julio. Se trataba de un aumento del 4,98% respecto del mismo periodo del año pasado. De hecho, este viernes tenía que ser el día con más operaciones, con 984 —por delante del domingo (974), lunes (952) y sábado (862). En el caso de Palma, Son Santjoan tenía que registrar 3.758 operaciones durante el fin de semana (un 0,42% menos): para este viernes se preveían 923 vuelos.
Hay que recordar que hace unos seis meses que un error informático ya provocó el caos en los aeropuertos de Estados Unidos, de manera mucho más significativa de lo que se ha vivido este viernes en Catalunya, Balears y el País Valencià. Se trató de un problema con el sistema de notificaciones de la Administración Federal de la Aviación (FAA, en inglés), para el cual se necesitaron más de tres horas para dar luz verde a la salida de los vuelos suspendidos. Fue la primera vez desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 que las autoridades del país prohibieron las salidas de vuelos domésticos.